El comentario forma parte de los Supercopa Files, un alud de archivos inéditos que desvelan, entre otros presuntos escándalos, que
Piqué tuvo un papel decisivo en las negociaciones para la celebración de la Supercopa en Arabia Saudí y disfrutó a lo largo de ese proceso de un trato privilegiado por parte de Rubiales por motivos no aclarados. Un portavoz de Piqué ha negado a este diario que recibiera ese trato de favor. Por su parte, la Federación rechazó el pasado miércoles comentar esta información.
Los movimientos de Rubiales y
Piqué para dar un pelotazo con la venta de la Supercopa comenzaron a finales de 2018. Hasta ese año, la competición consistía en una eliminatoria de ida y vuelta en la que se enfrentaban el campeón de Liga y el de la Copa del Rey. Pero El central del FC Barcelona, que simultanea su faceta de futbolista profesional con la presidencia de una empresa que organiza eventos deportivos llamada Kosmos Holding, propuso convertir el torneo en una '
final-four' de tres partidos (dos semifinales y una final) en la que participarían los dos primeros clasificados de la Liga y los dos finalistas de la Copa del Rey, para aumentar así el valor de sus derechos televisivos.
Rubiales, que tiene un
salario variable ligado a los ingresos que recibe la Federación, dio su visto bueno al nuevo formato y autorizó al futbolista a sondear en secreto el mercado audiovisual en busca de posibles compradores. A partir de ese momento, Piqué pasó a trabajar para la Federación en paralelo a su condición de jugador de la primera plantilla del Barça.
Sus contactos dieron pronto resultado. En marzo de 2019, Rubiales y Piqué iniciaron la búsqueda de un estadio que acogiera ese mismo año la nueva 'final-four' de la Supercopa. El presidente de la Federación desveló al futbolista que iba a reunirse con el
Real Madrid para plantearle la posibilidad de que los tres partidos se disputaran en el Santiago Bernabéu, aunque el verdadero objetivo de ambos era que el torneo se jugara en el
Camp Nou, el estadio del Barça.
"A ver, Geri, mira", dijo Rubiales. "Yo lo voy a ver también esto con el Madrid. Yo creo que el Madrid me va a decir que no.
Como el Madrid me va a decir que no, eso nos viene de puta madre para justificarnos de cara al futuro y decimos que es el estadio con más capacidad [el Camp Nou], que es el campeón de Liga [el FC Barcelona], que es el campeón de Copa o finalista de Copa [el FC Barcelona]... Yo creo que
legitimidad tenemos", relató Rubiales a Piqué. En ese momento, el Barça lideraba la Primera División con siete puntos de ventaja sobre el Atlético de Madrid, pero aún quedaban 12 jornadas de la temporada 2018-19 por disputarse, y se había clasificado para la final de la Copa del Rey, que se disputó en mayo.
El presidente de la Federación explicó a Piqué que organizar la 'final-four' en el Camp Nou podía ser rentable para su club. "A lo mejor, en vez de alquilar por medio kilo cada partido, lo puede alquilar por más y
sacar dos kilos o dos kilos y medio. Entonces yo creo que ahí también tiene un margen de negocio el Barça", afirmó Rubiales.
El máximo responsable del fútbol en España se reunió efectivamente con directivos del Real Madrid días después de enviar ese mensaje al capitán del FC Barcelona. Además de preguntarles por la cesión de su estadio para la final de la Supercopa, Rubiales planteó a la cúpula del club blanco la posibilidad de llevar el
torneo fuera de España. Piqué ya había informado a la Federación de que Arabia Saudí, un país con el que había colaborado en el pasado, tenía interés en acogerlo a cambio de una importante suma de dinero.