El problema de raíz es que de un tiempo a esta parte, el ritmo de aparición de universidades privadas casi alcanzaba la tasa de natalidad de "chanas de periferia".
Y como en todos lados pintaban de que para ser alguien en la vida había que estudiar en universidad, a estas nuevas universidades les iba de maravilla. Ya no importaba si al hijo o hija de la familia no le alcanzaba para entrar a cierta universidad del consejo de rectores porque sacó 4 gambas en la PAA o PSU, pues estaba el comodín llamado UDLA, U del Mar, Santo Tomás; entre otras.
Es cierto que hay privadas buenas, pero el problema de fondo es que salen demasiados profesionales, no hay restricción, ya no son cotizados. Entonces el título de ciertas carreras pesa mucho menos.
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