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Como fue su primer beso?

Como a los 19 en un carrete X, justo después de dejar de ser un ñoño culiao adicto al play y empezar a dedicarme a mi mismo. :sisi:
 
Mi primer beso fue con mi prima Carolina, ella tenía 17 :pedobear: y yo 23


Recuerdo con mucho cariño ese episodio en mi vida. Carolina es mi prima por parte de mi papi y desde chica esta niña destaco por ser dueña de una belleza exótica. En ese entonces poseía un cuerpo menudo de generosas curvas, un rostro plagado de diminutas pecas y una cabellera color fuego que por más intentos de mantenerla ordenada, al más mínimo roce con el viento se transformaba en una melena preciosa que destellaba con alegría cada vez que se acercaba juguetonamente a mi. Cuando éramos más pequeños fuimos muy unidos y con el tiempo, las responsabilidades propias de la edad nos mantuvieron alejados un largo periodo, pero fue en la navidad del 2007 cuando ocurrió.


Toda la familia se reunió en la casa de mi abuela. La verdad no estaba muy emocionado por aquella reunión, pero la noticia de su presencia causo en mi una dulce sensación y me obligo por instinto a ir a esa fiesta. Fue en la tarde de improviso, mientras caminaba cabizbajo por el patio que sucedió. Escuche a una joven llamar mi nombre, no le tome mucha atención y seguí mi camino. Camine 4 pasos y siento que por atrás, unas pequeñas manos tapaban mi cara y con un tono de voz conspirador me pregunta:

-¿Te acuerdas quién soy?-

Por varios segundos, que parecieron horas me quede en blanco, estaba ansioso por responder, pero no sabía la respuesta. Derrotado le respondí con una broma, esta un tanto irritada, retira sus manos devolviéndome la visión y dándome un pequeño giro hacia la izquierda se queda mirándome directamente a los ojos. Al principio no a pude reconocer, me pareció una ilusión, la imagen más bella que nunca había visto. Mi prima me miraba divertida, era consciente de las sensaciones que causaba y al mismo tiempo, pareció examinar minuciosamente mi cuerpo mientras nuestras manos nerviosamente se entrelazaban.


Estuvimos sentados en el patio un largo tiempo, nos contamos todo, hasta el más mínimo detalle. Habían pasado varios años sin contacto directo y al parecer fue aquella emoción de reencuentro y al mismo tiempo, el lenguaje secreto de nuestros cuerpos lo que nos guio a ambos, sin siquiera mediar una palabra a darnos el primer beso.


Recuerdo todo el suceso al más mínimo detalle. Estábamos en el patio y al agotar toda nuestra charla nos quedamos mirando el uno al otro, fue como el juego de los quemados, hasta que ella no fue capaz de sostener por más tiempo la suya. Reímos por la ridícula escena y fue en ese instante que mi mente comenzó a trabajar en modo automático y como un animal en celo, sin palabras me acerque a Carolina y susurrándole al oído le pedí me acompañara a mi cabaña secreta en el bosque.

La tome de la mano y sentí como la frotaba con la mía, podía sentir su temperatura subir lentamente y la agitación en su pecho. Finalmente nos sentamos al borde de un canal de regadío que pasa por la propiedad, uno al lado del otro. Por instantes nos quedamos sin palabras, como augurando lo que sucedería a continuación y pensando quizás si todo esto era moralmente correcto, pero fui yo quien movió la primera pieza en este juego peligroso de pasión.


Mirándola fijamente, tome su cara con ambas manos y lentamente me dirigí hacia sus carnosos labios. Descendí suave y vorazmente sobre la boca de ella, con impaciencia y Carolina recibió con ansias y amor mi caricia áspera, dócil, intensa y casi cruel. Tan pronto nos unimos en ese beso apasionado, el cuerpo de Carolina convulsiono y ardió en deseos de poder entregarse a mi salvaje y dulce posesión. Ya no había necesidad de contenerse, ni de ocultar sus emociones, sólo estábamos los dos y el dulce embeleso que yo le brindaba.



Despacio, como si estuviera descubriéndole el cuerpo por primera vez y así lo era, mis manos se deslizaron sobre ella, maravillándome de la satinada textura de su hermosa piel. Perezosamente, mi boca abandonó la de ella y con un brillo en los ojos, le acaricié todo el cuerpo. La luz oscilante de las aguas del canal le bañaba los pechos erguidos, sombreaba a la vista el vientre liso y convertía en oro sus largas piernas bien torneadas. Volví a mirarla a la cara y quede arrobado al ver el largo cabello pelirrojo extendido y rodeándola como una aureola veteada de fuego sobre la alfombra color rubí. Tenía los ojos entrecerrados, subrayando sus pómulos altos por el reflejo de las llamas y la boca generosa y sensual entreabierta a la espera de un apasionado beso. Ahogando otro gemido de deseo, busque en sus labios con renovado ardor, mis manos le acariciaron los pechos orgullosos con suma delicadeza y me deleite cuando los pezones se endurecieron con un anhelo tan arrollador como el suyo propio.



Carolina, con la sangre bramándole en los oídos, se abandonó a mi, deseando esta vez más intensamente que yo la poseyera por primera vez bajo el signo del amor, no de la lujuria. No necesitó que la excitara más; su cuerpo ya estaba temblando por el hambre exigente que provocaba en ella, arqueándose contra mis manos, indicándome sin palabras que estaba ardiendo por mi. La cubrí a besos enseguida, saciándole el hambre mientras el cuerpo de Carolina se expandía ansiosamente para recibirme en plenitud.



Fue la suma total de todas las veces que ambos habíamos soñado con hacer el amor en el pasado, un único acto de unión apremiante: Ambos deseábamos sentir nuestros cuerpos yendo ansiosa y vorazmente al encuentro de la embestida del otro, las manos buscando dar placer y goce al otro y las bocas mezclándose y saboreándose mutuamente el uno al otro. Y fue en esa ocasión, cuando ese exquisito y aniquilador estallido de los sentidos estaba en su máximo descontrol, cuando volvimos a tener conciencia del mundo que nos rodeaba, sólo estábamos nosotros dos; Yo la abrace fuertemente y la mecía contra mi cuerpo susurrándole tiernas palabras de amor al oído y Carolina se apretujaba contra mi besándome amorosa y dulcemente por toda la cara.
Oye,voh conchetumare,siempre tení que escribir tremendos papiros,wn??. Preguntó por el primer beso,wn,PRIMER BESO. Como rechucha salí con tremendo papiro. Que chucha.
 
ya viejo como a los 15 años.

estaba con una amifa (ella era mas vieja... como de 20) en el paradero y me animé y la agarré a besos y lo bueno de todo es que ella entendió la situacion y me respondión con el tremendo pato.

fue entrete.

lo malo es que despues pasé a la friendzone :sm:
 
Oye,voh conchetumare,siempre tení que escribir tremendos papiros,wn??. Preguntó por el primer beso,wn,PRIMER BESO. Como rechucha salí con tremendo papiro. Que chucha.

solo falta que el sociate postee desde un telefono como este

nokia_25.jpg


:sconf:
 
Oye,voh conchetumare,siempre tení que escribir tremendos papiros,wn??. Preguntó por el primer beso,wn,PRIMER BESO. Como rechucha salí con tremendo papiro. Que chucha.

No estoy mintiendo, efectivamente ese fue mi primer beso.

Y si escribí un papiro, te pido disculpas si te ofendí :sm:

Para que sepas soy una persona que no tiene problemas con expresar directamente lo que piensa. Me expreso con facilidad, nunca me doy demasiadas vueltas y nunca he dudado sobre mi derecho a la libre expresión. La mayoría de la gente que me conoce diría que soy un poco duro a veces, que no tengo mucho filtro y que no me importa lo que los demás piensen de mí y aunque me gusta sentirme orgulloso de estos calificativos, la verdad es que en el fondo, soy como cualquier otro niño. Quiero encajar, quiero sentirme tranquilo, quiero creer que nada puede realmente herirme incluso, si sé perfectamente bien que las palabras pueden hacer más daño del que alguna vez pensé posible.
 
A los 15-16 años, con mi primera polola, me pasaron mil cosas con esa mujer, por ser mi primera experiencia.
 
No estoy mintiendo, efectivamente ese fue mi primer beso.

Y si escribí un papiro, te pido disculpas si te ofendí :sm:

Para que sepas soy una persona que no tiene problemas con expresar directamente lo que piensa. Me expreso con facilidad, nunca me doy demasiadas vueltas y nunca he dudado sobre mi derecho a la libre expresión. La mayoría de la gente que me conoce diría que soy un poco duro a veces, que no tengo mucho filtro y que no me importa lo que los demás piensen de mí y aunque me gusta sentirme orgulloso de estos calificativos, la verdad es que en el fondo, soy como cualquier otro niño. Quiero encajar, quiero sentirme tranquilo, quiero creer que nada puede realmente herirme incluso, si sé perfectamente bien que las palabras pueden hacer más daño del que alguna vez pensé posible.

notable que esta respuesta, papito, sea un haiku al lado de los otros posteos :lol2:
 
17 años, seguía siendo pollo, tal como hasta el día de hoy, ella me lo dio y bueno, lo respondí y vinieron más 1, 2, 3, 4, 5, etc.
 
a los 15 (ambos), la weona a los 3 días no me pesco más :lol2: los posteriores, con las primeras pololas, fueron más apasionados y recordables
 
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