Menciono los errores que han sido -directa o indirectamente- admitidos:
- Apresuramiento y falsa victoria: Si bien el país se tomó en serio el Coronavirus en su inicio (al menos más que Brasil o EE.UU., gobernados por ídolos del facherío), el gobierno en Abril estuvo dando señales equívocas de dar por superada la pandemia desde mediados-fines de Mayo, con consignas como la "nueva normalidad", el "retorno seguro", el "tomémonos un cafecito", etc., además de desafortunadas declaraciones de Mañalich abogando por no suspender las clases, el regreso de los empleados públicos al trabajo y la apertura de malls y tiendas. Todo esto sin respaldo estadístico que indicase una baja en los contagios y una tasa de contagios mayor a 1, además de laxos controles durante la víspera de Semana Santa, 1° de Mayo, etc.
- Bajos incentivos a cuarentenas: Para que toda cuarentena funcione, debe haber incentivos para que las personas puedan subsistir durante ese período, ya sea trabajando desde casa o en situación de desempleo/informalidad. Lamentablemente las medidas del gobierno en este sentido han sido pobrísimas tanto para los empleados como para (pequeños) empleadores, incluyendo la desvinculación de emergencia con cargo al seguro de cesantía, los FOGAPE, el ingreso de $65.000, etc. Esta situación hace inviable un estado de cuarentena, particularmente para los sectores populares que no tienen el lujo de poder teletrabajar ni de tener empleadores éticamente decentes. Lo peor es que muchas de esas decisiones económica.
- Baja cooperación y desconfianza: El gobierno central, en su afan centralizador y queriendo acaparar todas las loas por el falso sentimiento de triunfo, ha compartido poco y nada de sus decisiones y medidas con otros entes que pueden ayudar, ya sea los gobiernos comunales, los gremios de la salud, los expertos no-asociados al gobierno, etc. Por el contrario, ha manejado todo entre 4 paredes, desde Santiago, muchas veces sin siquiera en coordinación con las intendencias y SEREMIs. Ahora que la situación se desbandó, al gobierno no le queda otra que comerse solitos todas las críticas.