Sabias q los primates tienen 48 cromosomas y segun la masa descendemos del mono.
Pero el hombre tiene tan solo 46 cromosomas.
HUESOS. Los huesos humanos son mucho más livianos que comparables huesos de primates. Acerca de ese asunto, nuestros huesos son mucho más livianos que los huesos de cada antepasado “pre-humano” desde un principio hasta el Neardental. Los huesos antepasados parecen como los huesos de los primates; los huesos humanos modernos no.
MÚSCULOS. Los músculos humanos son significativamente más débiles que músculos comparables en los primates. Libra por libra, somos cinco a diez veces más débiles que cualquier otro primate. Cualquier mono utilizado como mascota es evidencia de eso. De algún modo, volvernos “mejores” nos hizo muchísimo más débiles.
PIEL. La piel humana no está bien adaptada a la cantidad de luz solar que golpea la Tierra. Puede modificarse para sobrevivir a la extendida exposición incrementando grandemente la melanina (su pigmento oscuro) en su superficie, lo cual sólo la raza negra ha logrado. Todos los otros deben cubrirse con ropa o andar por la sombra, o ambos, o enfermar de envenenamiento por radiación.
PELO DEL CUERPO. Los primates no necesitan preocuparse sobre la exposición directa a la luz del sol porque están cubiertos de la cabeza a los pies con un distintivo patrón de bello corporal largo. Porque son cuadrúpedos ( se mueven con sus cuatro extremidades), el pelo más espeso está en sus espaldas, mientras que el más delgado esta en el pecho y en el abdomen. Los humanos han perdido todo el pelaje que rodea el cuerpo y hemos cambiado nuestra área de espesor completamente al pecho y el abdomen mientras llevamos la parte delgada en nuestra espalda.
GRASA. Los humanos tienen diez veces más células grasas en la capa inferior de su piel como los primates. Si un primate está herido por una cuchillada o un rasguño en la piel, cuando el sangramiento se detiene, los bordes de la herida caen planos cerca del otro y pueden cerrar la herida rápidamente por un proceso llamado “contractura”. En los humanos, la capa grasosa es tan espesa que empuja a través de las heridas y hace a la contractura difícil si no imposible. También, para intentar explicar esta rareza, la grasa bajo la piel humana no compensa el pelo del cuerpo que hemos perdido. Sólo en el agua su capacidad aislante es útil; en el aire, es mínimamente la mejor.
PELO DE LA CABEZA. Todos los primates tienen pelo en la cabeza que crece a una cierta longitud y entonces se detiene. El pelo de cabeza humano crece a tales longitudes que podría ser peligroso en una situación primitiva. Así, nos han obligado a que cortemos nuestro pelo de la cabeza desde que nosotros nos volvimos una especie, lo cual puede responder por algunas de las hojuelas afiladas de piedras que son consideradas las “herramientas” homínidas primitivas.
UÑAS DE LA MANO Y DEL PIE. Todos los primates tienen uñas en las manos y en los pies que crecen a una cierta longitud y entonces se detienen, nunca necesitan cortarlas. Las uñas de la mano y del pie de los humanos siempre han necesitado ser cortadas. Nuevamente, quizás esas “herramientas” de piedra no eran sólo para matar animales.
CRÁNEO. El cráneo humano no es nada parecido al cráneo de los primates. Hay escasamente algunas justas comparaciones morfológicas que hacer, aparte de las partes generales que son lo mismo. Su diseño y ensamble son tan diferentes que hace INÚTILES los esfuerzos de comparación.
CEREBROS. La comparación aquí es aun más radical porque los cerebros humanos son inmensamente diferentes. (Decir “mejorado” o “superior” es injusto y no pertinente, porque los cerebros de los primates funcionan perfectamente bien para lo qué los primates tienen que hacer para vivir y reproducirse.)
LOCOMOCIÓN. La comparación aquí es fácilmente tan amplia como la comparación de los cerebros y los cráneos. Los humanos son bípedos; los primates son cuadrúpedos. Eso dice más que suficiente.
HABLA. Las gargantas humanas están completamente rediseñadas en comparación a las gargantas de los primates. La laringe ha caído a un posición mucho más baja, así los humanos pueden romper los típicos sonidos de los primates en diminutos pedazos de sonido (por modulación) que se han transformado en el habla humana.
SEXO. Las primates hembras tienen ciclos de celo y están sexualmente receptivas solo en momentos especiales. Las hembras humanas no tienen ningún ciclo de celo en el sentido de los primates. Son incesantemente receptivas al sexo. (¡A menos que, claro, tengan el proverbial dolor de cabeza!)
CROMOSOMAS. Ésta es la diferencia más inexplicable de todas. Los primates tienen 48 cromosomas. ¡Los humanos son considerados inmensamente superiores a ellos en una amplia serie de áreas, sin embargo de algún modo nosotros tenemos sólo 46 cromosomas! Esto pide a ruegos la pregunta de cómo nosotros podríamos haber perdido dos cromosomas completos–lo cual representa mucho ADN–en primer lugar, y en el proceso volvernos muchísimo mejores. Nada sobre eso tiene sentido lógico.
TRASTORNOS GENÉTICOS. Como con todos los animales salvajes (las plantas también), los primates tienen relativamente pocos trastornos genéticos extendidos a lo largo de sus reservas de gen. El albinismo es un trastorno que es común a muchos grupos animales así como también para los humanos. Pero el albinismo no detiene a un animal de crecer y pasar su gen a la reserva de genes. Sin embargo, la mayoría de los defectos serios se suprimen rápidamente en el mundo salvaje. A menudo, los padres u otros en un grupo harán el trabajo rápida y seguramente, así las reservas salvajes de genes permanecen relativamente limpias. En contraste, los humanos tienen más de 4,000 trastornos genéticos, y varios de aquéllos matarán absolutamente a cada víctima antes de que la reproducción sea posible. Esto pide a ruegos la pregunta de cómo tales defectos podrían posiblemente entrar en la reserva del gen humana en primer lugar, y mucho menos cómo permanecen tan extendidos.
PARENTESCO GENÉTICO. Una estadística Darwinista favorita es que el genoma total (todo el ADN) de los humanos difiere de los chimpancés por sólo 1% y de los gorilas por solo 2%. Esto hace parecer como si la evolución es de hecho correcta y que los humanos y los primates son virtualmente primos de sangre. Sin embargo, lo que ellos no enfatizan es que el 1% de los tres mil millones de pares base del genoma humano es 30 millones de pares base–y para cualquiera “Usted Sabe Quien” que pueda diestramente manipular genes, 30 millones de pares base pueden sumar fácilmente una tremenda cantidad de diferencias.
Todo lo demás. Lo anterior son las categorías más grandes en discusión en las discrepancias entre los primates y los humanos. Hay docenas más listadas como subcategorías bajo una o más de éstas.
SUFRE ATEO SUFRE