Año 2008, Medel salta definitivamente a la fama por un gol de chilena a Bolivia.
Yo estaba en deportes en un canal y fuimos a hacer la nota humana con la familia, viendo juntos el partido siguiente con su familia.
El evento era en la Palmilla de Conchali. En la sede del club de barrio. Yo iba con chofer y maracógrafo. Esto queda al lado de la casa de infancia de este papión.
Llegamos, estaba todo acordado pero el papá de Medel, cuma toda su vida y primera vez sintiéndose relevante en el mundo, se creyó emperador.
El viejo y el hermano dijeron “no nos graben durante el partido, después damos la entrevista”. Dando reglas y condiciones como si fueran Beyoncé. Entramos a la sede, apagaron las luces y empezó la tomatera. Cuento corto, quedaron más doblados que pichula de travestí padre y hermano, sin poder hilar una frase. El hermano, dato freak, es alcohólico a cagar… pegado pegado. De hecho era mejor que Gary en sus años mozos.
Tan curados estaban que se suspendió la entrevista y nos invitaron a un asado…. Una wea más cocida que la chucha que se les olvidó en la parrilla y un gato callejero chupeteándola.
La cosa se pone peor. Se acaba el copete y cambia el público… empiezan a entrar ladrones, drogos, indigentes, de todo… la creme de la creme…
Yo, formal y con corbata, presa fácil y llega el hermano de Medel y el papá balbuceantes diciendo “vos soy cuico, anda a comprar copete al local de al lado”. Yo no andaba con Plata y cada negación se ponían más densos a tal punto de hacerme un círculo todos los cumas.
Había que safar y les dije “Ya weon, quieren weviar, yo me rajo con dos whisky’s “ y los weones me amaron al toque. Me acerco al camarógrafo y al chofer y le digo al oído “prendan el auto y dejen abierta la puerta de atrás”. Todo listo, auto prendido, me voy a la boti, hago una finta y salgo corriendo como Bolt, me tiro al auto y rajamos. El hermanito de Medel nos tiró piedras, rompió el vidrio trasero e hicimos la nota de lo cuma que es su familia… y ahí se enojaron esos australopitecus y me cortaron como si fueran jeques. Que se quemen todos
