Aunque a Gaspar Rivas, las posibles sanciones y las quejas de Luksic lo tienen sin cuidado. En conversación con El Dínamo, el diputado dijo: “La verdad es que a mi las palabras del señor Luksic me rebotan. No tengo ninguna consideración hacia el sufrimiento que él pueda tener atendido todo el sufrimiento que provoca en todos los compatriotas, chilenos y chilenas”.
El insulto del parlamentario se dio en el contexto de la discusión de la Agenda Corta Anti Delincuencia en la Cámara, en la que criticó “el discurso derechista que defiende a los delincuentes de corbata en cuello“. Para Rivas, Luksic es uno de los máximos delincuentes del país. Lo criticó por las inundaciones que produjeron las lluvias el fin de semana pasado, y luego lo trató de “hijo de puta”.
“Lo único que quiero rectificar es que me equivoqué. La acusación no es inundar Santiago, sino que dejar sin agua. Esa es la única cosa que digo que me equivoqué. Pero no quita el fondo. Sigue siendo un hijo de puta. Sigue siendo un delincuente. Sigue siendo alguien que se caga en la gente para su beneficio propio”, aseguró Rivas.
Y continuó: “Decir la verdad nunca es un insulto. Y el señor Luksic es lo que yo dije y lo ha demostrado. Él tuvo la libertad de elegir no ser un hijo de puta con los chilenos, pero el decidió libre y soberanamente serlo cagándose a los chilenos”.
Respecto a si era necesario el uso de una grosería y si esto aporta o no al debate, Rivas dijo: “Este garabato sirvió para visibilizar el fondo, y el problema de fondo son estas personas que hacen impunemente lo que quieren con este país y se ríen en la cara de los chilenos y los cagan, y saben que nos les va a pasar nada porque tienen protección de la ley, de sus amigos parlamentarios, de sus amigos en La Moneda”.
“Es bastante triste que un parlamentario tenga que en el hemiciclo putear a esta persona para que se haga tema, para que los medios hagan eco y no lo corten. Porque al chileno común que se lo inundó la bodega en los Dos Caracoles, lo cortaron“, dijo.
