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El 2020 no para: muere el director de cine surcoreano Kim ki duk

siempre me he preguntado, los asiaticos nos veran a nosotros los arios caucasicos todos iguales? :mmm:

Si lo hacen , sobre todo si el grupo de caucasicos son todos rubios , no pueden diferenciar a un rubio de otro y se confunden.

images

(Aquí va un ejemplo, yo no soy chino y aun asi no puedo diferenciar muy bien a estos weones)

Cuando fui a china a mi y a mi papa nos confundieron con uyghures :lol3:
 
Última edición:
A la nube, gran director

Me quedo con su pelicula moebius, que aunque era ahi nomas la wea, sale una coreana mas rica que la xuxa y con unas tetas exquisitas
No podi decir esa wea sin el material de respaldo :protesta:

No lo cacho al direstor :zippy:
 
Cultura(s)
El retiro de un mito del cine independiente
Kim Ki-duk, el principal director surcoreano, reflexiona sobre sus películas y su actual incapacidad para crear

ZIGOR ALDAMAViernes, 3 junio 2011, 02:03
El cineasta coreano Kin Ki-duk. :: Z. A.

Su cine no deja a nadie indiferente. Con cada película, Kim Ki-duk le suelta al espectador un golpe. Y lo hace cuando menos se lo espera. Una cuchillada por la espalda, un puñetazo en la nariz, o una patada entre las piernas. Todo vale para romper el ritmo relajado, casi nihilista, de historias íntimas que aúnan una belleza pasmosa y la más terrible de las brutalidades. El anzuelo que la protagonista de 'La isla' (2000) utiliza para autolesionarse dejó a muchos temblando. A partir de ahí, Kim ha explorado los rincones más oscuros del ser humano, algo que le ha reportado premios como el Oso de Plata de Berlín, en 2004 por 'Samaritan Girl', el FIPRESCI del Zinemaldia de Donostia de 2005, por 'Hierro-3', o la Palma de Oro de Cannes en 2007, por 'Aliento'.
Las imágenes que crea el más reconocido de los directores surcoreanos revuelven las tripas y quedan mucho tiempo en la retina. Quizá por eso, el que fue considerado 'enfant terrible' del cine independiente contemporáneo, ha cosechado sus mayores éxitos en Occidente con sus filmes más moderados. Es el caso de 'Primavera, verano, otoño, invierno... y primavera' (2003), donde deja a un lado la violencia extrema para contar una historia que enfrenta al pensamiento budista clásico con la vida actual.
Sólo necesita un pequeño lago que alberga un templo flotante en el centro para construir una historia que llega al corazón. Hora y media para contar el desarrollo de un niño, aprendiz de monje, y su enfrentamiento ante los placeres y las adversidades de la vida. Quizá esa fue una película premonitoria, porque parece que ahora es él quien ha decidido dedicarse a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, porque no estrena filme desde hace tres años. Kim Ki-duk ha respondido a las preguntas de Sotileza desde su retiro espiritual.
-Sus películas provocan sentimientos encontrados. O se aman o se odian. ¿Por qué no hay término medio?
- Nuestro mundo está dividido en dos. Es natural. Como la noche y el día, el blanco y el negro. Se mezclan en cada uno en porcentajes diferentes para crear una personalidad individual. Así somos los seres humanos. A mí me gusta jugar con los extremos que demuestran que somos diferentes pero que tenemos un fondo común. Creo que blanco y negro son, en realidad, el mismo color. Quizá a algunos no les gusta reconocerlo y se sienten heridos al verse representados en personajes que odian.
- Curiosamente, sus personajes reflejan este mundo de contradicciones y extremos casi sin hablar. ¿Por qué?
- Estoy convencido de que el lloro y la risa son los mejores diálogos. Y que el silencio siempre dice la verdad.
Éxito extranjero
- Sus películas tienen más éxito fuera de Corea del Sur que en su país. ¿Cree que se entienden mejor en el extranjero?

- No sé por qué razón es así. Es verdad que hay más extranjeros que disfrutan con mis historias. De todas formas, a mí no me importa conocer la razón. Me limito a relatar mis experiencias vitales, y a mostrar mis sentimientos sin pensar en la audiencia.
- En los últimos 15 años ha dirigido 13 películas. Pero, desde 2008 es difícil dar con usted. ¿Se ha retirado o es sólo un descanso?
- Desde febrero de ese año he sido incapaz de hacer un filme. Estoy triste. Desde 'Bimong' ('Dream'), temo que mis películas no tengan sentido para la audiencia contemporánea. Siento, también, que soy incapaz de escribir historias en las que la gente discute, se entiende, y hace las paces. Es como si no pudiese crear momentos emocionantes. Cuanto mayor me hago, la vida resulta cada vez más bella, pero también crece en mí la tristeza, y eso me impide crear. Espero volver a hacerlo cuando sienta la necesidad en el corazón y descubra el secreto de la vida. Ahora, soy feliz disfrutando de la naturaleza, haciendo artesanía, o cocinando para mí.
- La industria cinematográfica de su país, mientras tanto, continúa creciendo en el mundo. A pesar de que Corea del Sur es un país comparable a España, incluso más pequeño, su cine es muy poderoso. ¿Por qué?
- No considero que el cine surcoreano sea tan exitoso en el contexto de la historia del cine, pero sí es cierto que ha ganado mucho peso desde finales del siglo XX. Sobre todo en Asia. Y me parece que la historia de nuestro país es clave para entender el porqué. Primero sufrimos la invasión japonesa, un país que nos gobernó durante 36 años. Luego, tuvimos la Guerra de Corea, que dividió en dos la península. La gente luchó para rehacer el país de sus cenizas, y la educación y el bienestar material se convirtieron en una obsesión que ha dado como resultado unas generaciones moral y culturalmente inestables. Por eso, la competitividad es muy elevada. Yo mismo reconozco vivir bajo la influencia de una guerra que vivió mi padre. El cine coreano refleja esas obsesiones, y ofrece al mundo una perspectiva muy diferente.
- ¿En qué forma afecta el aislamiento del país a la creatividad?
- En casi todas. La tensión y la tragedia que vivimos proporciona ingredientes para los creadores. Con ellos creamos películas vivas y emocionantes, mientras que Hollywood hace entretenimiento con los mismos elementos: películas en las que el mal está muy claro y la gente se dispara sin pensar un solo momento.
Poder del dinero
- Al contrario de lo que sucede en Europa, Corea del Sur produce una amplia gama de películas, que van desde películas independientes hasta grandes 'blockbusters' de ciencia ficción.

- Mis películas han sido siempre producidas con capital extranjero, y las productoras coreanas que se dedican a los taquillazos no han participado nunca. A veces, estas empresas se ven 'forzadas' a producir películas de autor para mantener su dignidad, pero lo cierto es que, actualmente, sólo importa el dinero. Y, muchas veces, se presiona a los directores que han tenido éxito de forma independiente para que dirijan superproducciones. Actualmente, una sola compañía controla casi todo: desde la producción hasta la distribución. Así que pueden hacer lo que les plazca. Por eso, creo que los filmes independientes en este país están en peligro. Entiendo que así es el capitalismo.
 
Con la pandemia están cerrados y es de esperar que estén quebrados, asi que es probable que desaparezcan
 
siempre me he preguntado, los asiaticos nos veran a nosotros los arios caucasicos todos iguales? :mmm:
A mi una vez un peluquero dominicano nos dijo que encontraba que todos los chilenos eramos iguales....así que yo cacho que demás los chinos nos condunden
 
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