Una ley que tipifique negar el holocausto como un delito, es una ley que en definitiva atenta contra la libertad de expresión, la libertad de pensamiento, y una ley que castiga al pensar como si ese ejercicio en sí fuese un atentado a la persona o bienes de otro.
Sin propender a una apología al antisemitismo, creo que pretender imponer una verdad a razón de fuerza, constituye ciertamente un disparate, por decir lo menos.
Tu como individuo puedes negar la existencia de Dios, puedes negal la existencia o la veracidad de los evangelios, puedes negar la teoría que sostuvo que el poder de los reyes descendía directamente de Dios, puedes negar un sinnúmero de cosas, pero no puedes negar la existencia del holocausto.
Es una verdad impuesta a punta de pistola, lo cual es grave, pues priva al individuo de su derecho a cuestionar el mundo en que se rodea.
En Alemania fue fácil imponer esta ley, el país había sido derrotado, ocupado y dividido, la ideología de los aliados se impuso y las generaciones post guerra nacieron con el concepto, por ello para ellos es sencillo aceptar tal imposición.
Pero ciertamente que importar una ley foránea a un país sudamericano, donde entiendo los judíos constituyen una colonia muy grande, no es más que un abuso ideológico.
Una verdad se impone en base a la fuerza que arroja ella misma, la verdad es absoluta y autosuficiente, no requiero de una ley para imponerla, y menos de una ley que castigue a quién se atreva a pensar diferente.
Sin entrar a discutir el tema de fondo, sí puedo concluir que si una verdad se me impone de esa manera, entonces no es tan verdad.