Cuando esto se planteó, todos saltaron diciendo que "cómo era posible". Ahí surgieron los eslogan que hoy parecen un chiste de mal gusto y que, extrañamente ya no se pronuncian, salvo que no sea para enrostrar la mentira que se escondía tras ellos. El asunto es saber si esta gente de mierda que se compró la pomada de los beneficios de la inmigración, muchos de ellos hoy cesantes y viviendo prácticamente en barrios de extranjeros, presos en su propio país, o padeciendo algunos problemas de salud asociados al "fenómeno", han cambiado sus percepciones, porque dudo que la estupidez sea tanta. Una cosa es ser tozudo, llevado a sus ideas, y otra muy distinta es ser huevón.
A ellos va el mensaje. Así como se dice que "De los arrepentidos es el reino", salgan a dar cara en las mismas RRSS en donde criticaban a quienes tuvieron la visión para anticipar todo esto. Partan reconociendo su error y luego contando su experiencia.
Esto se transforma en un tema mayoritario lentamente, y si de verdad quieren aunque sea un poco a este país, sean honestos, hijos de la gran puta.
