No es una voltereta, es cuestionarte lo que te instruyeron desde pequeño, aprender por ti mismo y, lo más importante,
contrastar tu pensamiento con la realidad.
Esto último te asegura que no te andarás dando volteretas de pensamiento durante toda tu vida, a no ser que, lógicamente, la realidad también lo haga: por ejemplo, un avance científico que demuestre ciertas cosas que dabas por sentadas y que sostenían a su vez buena parte de tu pensamiento hasta ese entonces, etc.
El truefacho no está ni ahí con contrastar su pensamiento con la realidad, de hecho, para el truefacho puro, el
pensar está demás, es una "lacra" heredada de la "ilustración".
En el fondo del pensamiento del truefacho, con o sin matices, no hay nada más complejo que esto: