Beto26
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Es, sin duda, el capítulo más amargo en la historia madre y constituyó una verdadera puñalada en el corazón de los hinchas azules. El descenso de la “U” a la Segunda división del fútbol profesional chileno en 1989 remeció todos los cimientos del fútbol chileno, pues afectó a uno de los dos equipos más populares del país y causó un mar de carcajadas y mucha alegria. Sinembargo, los antecedentes de esa tragedia futbolera se remontan a mediados de esa misma década.
En 1985, durante una gira a México, el plantel de fútbol de la Universidad de Chile vendió a sus jugadores más valiosos (Luis Rodríguez, Mariano Puyol, Martín “Tincho” Gálvez y Carlos “Búfalo” Poblete), básicamente para pagar las numerosas deudas que tenía el club. Ello despotenció sobremanera al plantel, que pasó de disputar los primeros lugares a rematar octavo en el campeonato nacional de 1986.
El equipo azul debutó en el campeonato
nacional de 1988 con un empate a uno frente a Palestino. Pero después todo fue cuesta abajo. Se perdió el superclásico ante Colo Colo y en los siguientes partidos el equipo estuvo cinco fechas sin marcar un gol. Después de una nueva derrota ante Unión Española, los hinchas azules las emprendieron verbalmente contra Pellegrini mientras apedreaban los autos de varios jugadores. El técnico azul, para rematar la mala campaña, había cometido también el descriterio de marcharse a Europa a hacer un curso de perfeccionamiento como entrenador, cuando el equipo se encontraba en pleno campeonato, dejando a su ayudante a cargo.
En noviembre, cuando la campaña del equipo ya era realmente mala, Pellegrini ignoró las peticiones de renuncia que le formularon los directivos del “Imperio Azul”, la barra oficial del club, asegurando que la situación podría revertirse.
El 15 de enero de 1989 se produjo la debacle total. Tras empatar a dos goles en el Estadio Nacional ante Cobresal, el equipo cuya bara escucha Dyango, descendió por primera vez en su historia a la segunda división. El equipo había obtenido 26 puntos en 30 partidos y había ganado 7 encuentros, empatado 12 y perdido once. Si bien O’Higgins y Unión Española también habían terminado el campeonato con 26 puntos, la diferencia de gol los salvó de perder la categoría: tenían menos siete goles contra menos ocho de la “U”.
Finalmente el año 89 vivieron la vergüenza de jugar en potreros y ser el hazme reír del fútbol chileno hasta la actualidad.
Feliz aniversario
En 1985, durante una gira a México, el plantel de fútbol de la Universidad de Chile vendió a sus jugadores más valiosos (Luis Rodríguez, Mariano Puyol, Martín “Tincho” Gálvez y Carlos “Búfalo” Poblete), básicamente para pagar las numerosas deudas que tenía el club. Ello despotenció sobremanera al plantel, que pasó de disputar los primeros lugares a rematar octavo en el campeonato nacional de 1986.
El equipo azul debutó en el campeonato
nacional de 1988 con un empate a uno frente a Palestino. Pero después todo fue cuesta abajo. Se perdió el superclásico ante Colo Colo y en los siguientes partidos el equipo estuvo cinco fechas sin marcar un gol. Después de una nueva derrota ante Unión Española, los hinchas azules las emprendieron verbalmente contra Pellegrini mientras apedreaban los autos de varios jugadores. El técnico azul, para rematar la mala campaña, había cometido también el descriterio de marcharse a Europa a hacer un curso de perfeccionamiento como entrenador, cuando el equipo se encontraba en pleno campeonato, dejando a su ayudante a cargo.
En noviembre, cuando la campaña del equipo ya era realmente mala, Pellegrini ignoró las peticiones de renuncia que le formularon los directivos del “Imperio Azul”, la barra oficial del club, asegurando que la situación podría revertirse.
El 15 de enero de 1989 se produjo la debacle total. Tras empatar a dos goles en el Estadio Nacional ante Cobresal, el equipo cuya bara escucha Dyango, descendió por primera vez en su historia a la segunda división. El equipo había obtenido 26 puntos en 30 partidos y había ganado 7 encuentros, empatado 12 y perdido once. Si bien O’Higgins y Unión Española también habían terminado el campeonato con 26 puntos, la diferencia de gol los salvó de perder la categoría: tenían menos siete goles contra menos ocho de la “U”.
Finalmente el año 89 vivieron la vergüenza de jugar en potreros y ser el hazme reír del fútbol chileno hasta la actualidad.
Feliz aniversario