Ateos del demonio, blasfemos.
Ellos no representan en absoluto a un berdadero creyente, son sólo cinicos e hipócritas que cayeron ante el mal y el demonio en sus formas más perversas pero no tienen por que estigmatizar a todo el mundo creyente.
Ellos no representan en absoluto a un berdadero creyente, son sólo cinicos e hipócritas que cayeron ante el mal y el demonio en sus formas más perversas pero no tienen por que estigmatizar a todo el mundo creyente.