Un golpe a los sectores medios
Por cierto que a la hora de debatir sobre impuestos, siempre hay más de una opinión. En este caso, hay quienes piensan que derogar el impuesto a la herencia en la práctica implica dar un beneficio a los sectores más pudientes. Es cierto, para llegar a la tasa máxima del 25%, habría que recibir una herencia que supere los $475 millones (1.200 UTA). Sin embargo, quienes tienen alto patrimonio pueden contar con los servicios de abogados que ayuden a planificar la sucesión. No siempre es el caso de los sectores medios; de hecho, en la práctica pueden ser los más perjudicados con esto, ya que los sectores de bajos ingresos -dados los montos que podrían heredar- quedarán exentos de pago.
Si actualmente la herencia no supera los $31,6 millones (80 UTA), queda afecto al pago de 1% (a la masa de bienes hay que rebajar los $19 millones de exención que establece la ley, en el caso de que se trate de familiares directos del fallecido). Pero para cualquier familia normal, el impuesto a la herencia podría dejar sentir los efectos.
Imagine un matrimonio sin hijos, casados con separación de bienes. Imagine ahora que él fallece, y sus bienes son los siguientes:
- Auto: tasado en $5 millones.
- Casa: tasada en $40 millones.
- Saldo en cuenta corriente del banco: $10 millones.
- Saldo en la AFP: $40 millones.
¿Qué pasa con la viuda? Ella heredará $95 millones, y aplicados los ajustes y deducciones que establece la ley, terminará pagando un impuesto cercano a los $2 millones, es decir, el equivalente al 2% del total heredado.