Venezuela es el estado parásito de América Latina. A través de la fuga de dólares muchos de los que se han quedado allá han ido recuperando poder adquisitivo, y a través de la exportación de delincuentes sus cifras de delitos violentos se están reduciendo lenta y progresivamente. Dicho de otro modo, el régimen de Maduro ha ido (y continuará) blanqueándose a expensas del resto del continente, por lo que si el resto de los países no se ponen los pantalones de una vez, la calidad de vida de sus ciudadanos continuará empeorando de modo irreversible.