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si weon eso mismo senti hace unos dias q vi un rato matinal y quede wtf, un maraco farandulero ahora es experto en afps q chuchaQue mal le hizo la desaparición de la farándula a Chile, muchos pedían que se acabara esa escena, pero cuando paso casi todos esos se fueron a la politica y a los matinales.
A largo plazo nos terminó perjudicando. Al menos antes sabías lo basura que eran en su circulo, pero no pasaban de ahí.
Te pedí tu corrección. Vieja cagüinera conchentumare
Cahuín es con h...
Dinero pues. Quien no aceptaria salir con un weon asi si te regala weas caras, te invita a comer a restaurantes lujosos o te lleva a viajar por el mundo gratis.yo quiero saber como le hace para estar con las wachitas wenas que se sirve.
Jajja todos los días corrigen a ese wn, hay que mandarlo a leer el silabario.
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julio cesar
Jajja todos los días corrigen a ese wn, hay que mandarlo a leer el silabario.
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julio cesar
.. virgenes culiaos .. una maraca ardida porque en el Foro futbol lo tengo de hijaEs para ayudarlo a conseguir una mina decente....
Pese a todo lo dicho a las minas, una de las cosas que más se fijan es la ortografía.
yo quiero saber como le hace para estar con las wachitas wenas que se sirve.
Los “nietitos” de Julio Cesar
FRANCISCO MÉNDEZ
MAYO 10, 2021
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4 MINUTOS LEIDOS
Le ha traído buenos réditos en materia de popularidad. Quienes en el pasado lo trataban de machista por algunas miradas a escotes de chicas del espectáculo en la gala de Viña, hoy lo escudan ante cualquier ataque que parezca injusto, porque él dice lo que se quiere oír. Él sabe qué es lo correcto o lo incorrecto. Él mira la política con el ojo horrorizado de quien está viendo una atrocidad. Él descubre la pólvora cada mañana contándonos lo que todos sabíamos, como si nadie nunca hubiera tenido conocimiento de ello.
Julio Cesar Rodríguez no les llama “nietitos” a quienes lo admiran y comparten cada mañana en las redes sociales sus comentarios y sus emplazamientos a autoridades o a quienes lo fueron alguna vez. No se dice el “abuelo” ni nada parecido. Pero implícitamente, si uno lo piensa, hay algo similar, un relato justiciero que se ajusta bastante bien a lo que algunos parecen querer escuchar: una persona que defienda, que diga todo lo que debe estar mal y lo que debe estar bien, sin ningún matiz racional.
Le ha traído buenos réditos en materia de popularidad. Quienes en el pasado lo trataban de machista por algunas miradas a escotes de chicas del espectáculo en la gala de Viña, hoy lo escudan ante cualquier ataque que parezca injusto, porque él dice lo que se quiere oír. Él sabe qué es lo correcto o lo incorrecto. Él mira la política con el ojo horrorizado de quien está viendo una atrocidad. Él descubre la pólvora cada mañana contándonos lo que todos sabíamos, como si nadie nunca hubiera tenido conocimiento de ello.
Esa es su gracia. Su tono, unas veces enérgico y otras veces emotivo, nos hace escandalizarnos con lo que nos escandalizamos una y otra vez. Nos hace golpear la mesa frente al televisor y hasta emocionarnos con él.
Todo parece épico y dramático. Todo es un gran teatro en el que es un gran director, un gran vocero, un gran intérprete, un gran ciudadano. Esto, hasta que Monserrat Álvarez, su compañera matinal, le hace correcciones, contrapuntos, e intenta bajar al piso su constante indignación. En ese momento, parece impacientarse un poco. Es como si no hubiera sido parte del trato alguien contradiciéndolo, diciéndole que no todo es tan así o, por último, que sorprenderse cada cinco minutos de lo conocido es hasta un poco cínico.
El llamado JC no ofrece un tercer retiro para echarle mano como lo hace su excompañera de paneles faranduleros. Tiene algo más importante: el monopolio de la emocionalidad, de lo que popular. Estar con él y asentir a cada una de sus frases es estar en lo correcto. La señora de la casa o el joven que gusta estar indignado, no solo escucha de su boca lo que quiere, sino que también le gusta creer que es lo que quiere que le digan.
El conductor de matinal tiene un carisma innegable. Tanto así, que el pueblo al que se refiere no se da cuenta de lo infantilizado que aparece en su matinal. La clase trabajadora, esa que ha mutado con los años y que nunca para de trabajar porque sus pensiones son todo menos una certeza de futuro, no es sujeto de derecho menos conformada por individuos. En cambio, sirve de objeto para alimentar un discurso sentimental en el que, por mucho que apele a él durante el programa, el cambio de paradigma no está por ningún lado.
Como las otras personalidades que hoy están en boca de todos, Julio Cesar es la prolongación de lo que critica. No lo digo escudándome en el clásico y básico argumento de que gana mucha plata. Esa forma de fundamentar los reparos hacia él es precaria. Me refiero al lenguaje. A la relación con ese otro más desposeído. Todo eso es parte del mismo relato que se busca atacar. Es creer que hay gente menos grande que otra por carecer de ciertos bienes. Es reafirmar que efectivamente hay ciudadanos de segunda y tercera clase.
¿Cuál es el problema? Que todo esto comienza a convertirse en una de estímulo para que ciertos opinólogos del “desplome” lo enarbolen como una alternativa por “representar el espíritu de la época”. ¿Pero cuál es ese espíritu? Simple: una masa de individualidades despolitizadas. Algo que esos mismos opinólogos tratan de comentar con una cínica distancia, cuando secretamente creen que esa muchedumbre de clientes es la savia nueva de un cambio. Aunque ese cambio sea de formas, pero no ideológico. Porque hoy todos se olvidaron de que existía la ideología.
Los “nietitos” de Julio Cesar
Le ha traído buenos réditos en materia de popularidad. Quienes en el pasado lo trataban de machista por algunas miradas a escotes de chicas del espectáculo en la gala de Viña, hoy lo escudan ante cualquier ataque que parezca injusto, porque él dice lo que se quiere oír. Él sabe qué es lo...lavozdelosquesobran.cl
Igual es admirable pa ser feo se quiere y eso igual es atractivollega en un auto del año, con una casa en el sector mas caro de stgo, invitala a salir a los restaurants mas sofisticados y caros de chile , si quiere ir a la playa la llevai sin ataos y te rajai con todo, amoroso y bueno pal chiste, medio cochino y jote, pero a la vez tierno y serio con vagaje y conocimientos.
no hay calzon que no afloje con todo eso po wn
yo llego con bicicleta, me le cae la S y solo saco con cuea su sushi a fin de mes con promos de uber, me caen puras watonas malas que se juran deportistas por hacer zuma
como te envidio cuasimodo conchetumare, como te envidio
Tan repulsivo como el llorón del "Sepu", los "mercenarios de la empatía".
el unico brillo de este qlo son las minas que paga. Mis respetos sólo por eso.