Acá esta la destrucción de la gran ramera, del vaticano, la cabeza de la iglesia católica, puesta con la traducción de la biblia King James:
http://bit.ly/kingjames1611español
Revelación 18 (KJV traducida al español: http://bit.ly/kingjames1611español )
La destrucción final de Babilonia, la gran ramera, el vaticano, cabeza de la iglesia católica
1 Y después de estas cosas yo vi otro ángel descender del cielo teniendo gran poder; y la tierra fue alumbrada de su gloria.
2 Y él clamó poderosamente en una fuerte voz, diciendo: ¡Babilonia la grande es caída, es caída! Y es hecha la habitación de diablos, y la guarida de todo espíritu inmundo, y jaula de toda inmunda y aborrecible ave.
3 Porque todas las naciones han bebido del vino de la ira de su fornicación; y los reyes de la tierra han cometido fornicación con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido por la abundancia de sus deleites.
4 Y yo oí otra voz del cielo, diciendo: Salid de ella, pueblo mío, para que vosotros no seáis partícipes de sus pecados, y para que no recibáis de sus plagas;
5 Porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus iniquidades.
6 Pagadle como ella os ha pagado, y doble a ella, doble conforme a sus obras; en la copa que ella ha llenado, llenadla para ella doble.
7 Cuanto ella se ha glorificado, y vivido deliciosamente, tanto tormento y tristeza dadle; porque ella dice en su corazón: Yo estoy sentada reina, y no soy viuda, y no veré tristeza.
8 Por lo cual sus plagas vendrán en un día, muerte, y luto, y hambre, y será completamente quemada con fuego; porque fuerte es el Señor Dios que la juzga.
El terrible lamento de los empresarios
9 Y los reyes de la tierra, los cuales han cometido fornicación y vivido deliciosamente con ella, la llorarán y se lamentarán por ella, cuando ellos vieren el humo de su incendio,
10 Estando de pie lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, aquella gran ciudad Babilonia, aquella poderosa ciudad; porque en una hora tu juicio es venido!
11 Y los mercaderes de la tierra llorarán y se lamentarán sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías;
12 La mercadería de oro, y plata, y piedras preciosas, y de perlas, y lino fino, y púrpura, y seda, y escarlata, y toda madera de thyine, y toda manera de vasijas de marfil, y toda manera de vasijas de la más preciosa madera, y de bronce, y hierro, y mármol;
13 Y canela, y aromas, y ungüentos, e incienso, y vino, y aceite; y harina fina, y trigo, y bestias, y ovejas; y caballos, y carros, y esclavos, y almas de hombres.
14 Y los frutos que tu alma codiciaba se han ido de ti; y todas las cosas que eran agradables y excelentes se han ido de ti, y tú nunca más las hallarás en absoluto.
15 Los mercaderes de estas cosas, que fueron hechos ricos por ella, se pondrán de pie lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando,
16 Y diciendo: ¡Ay, ay, aquella gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, y púrpura, y escarlata, y adornada con oro y piedras preciosas, y perlas!
17 Porque en una hora tan grandes riquezas son venidas a nada. Y todo capitán de nave, y toda la compañía en naves, y marineros, y tantos como tratan por mar, se pusieron de pie lejos;
18 Y clamaron cuando ellos vieron el humo de su incendio, diciendo: ¿Qué ciudad es semejante a esta gran ciudad?
19 Y ellos echaron polvo sobre sus cabezas; y clamaron, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay, aquella gran ciudad, en la cual fueron hechos ricos todos los que tenían navíos en el mar por razón de su gran costo; porque en una hora es ella hecha desolada!
El cielo se regocija sobre la destrucción de Babilonia, la gran ramera, el vaticano
20 Regocíjate sobre ella, tú cielo, y vosotros santos apóstoles y profetas; porque Dios os ha vengado en ella.
21 Y un ángel poderoso tomó una piedra semejante a una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: Así con violencia aquella gran ciudad Babilonia será derribada, y nunca más será hallada en absoluto.
22 Y la voz de arpistas, y músicos, y de flautistas, y de trompetistas, nunca más será oída en absoluto en ti; y ningún artífice, de cualquier oficio que él sea, nunca más será hallado en ti; y el sonido de la piedra de molino nunca más será oído en absoluto en ti..
23 Y la luz de un candelero nunca más en absoluto en ti; y la voz del desposado y de la desposada nunca más será oída en absoluto en ti; porque tus mercaderes eran los grandes hombres de la tierra; porque por tus hechicerías fueron todas las naciones engañadas.
24 Y en ella fue hallada la sangre de profetas y de santos, y de todos los que fueron muertos sobre la tierra.