• ¿Quieres apoyar a nuestro foro haciendo una donación?, entra aquí.

La Revolucion Rusa, la gran mentira comunista

TheFireRises

Bosta
Registrado
2017/11/08
Mensajes
627
Sexo
Macho
una de los mayores mentiras contemporáneas es que la revolucion bolchevique fue un levantamiento popular contra la clase dominante de los zares. Como veremos, sin embargo, la planificación, el liderazgo y la financiación provinieron en su totalidad desde fuera de Rusia, principalmente de financieros en Inglaterra, Alemania y los Estados Unidos.

Esta historia comienza a principios del siglo 20 cuando Jacob Schiff, quien era jefe de la firma de inversiones de Nueva York Kuhn, Loeb and Company, reunio el capital para grandes préstamos de guerra a Japón. Los japoneses gracias a esta financiacion pudieron lanzar un impresionante ataque contra los rusos en Port Arthur y al año siguiente para prácticamente diezmar la flota rusa. En 1905 el Emperador le otorgó a Jacob Schiff una medalla, la Segunda Orden del Tesoro de Japón , en reconocimiento a su importante papel en esa campaña



220px-Portrait_of_Jacob_Schiff.jpg


Jacob Schiff tambien aprovechando el caos generado por la derrota ante Japon en Rusia, financio a los comunistas en la fallida revolucion de 1905 a traves de la Society of Friends of Russian Freedom

mARADONA.jpg



https://en.wikipedia.org/wiki/Society_of_Friends_of_Russian_Freedom#Resurrection




Regresemos a 1917




40035014_303.jpg



El Zar Nicolas fue obligado a abdicar cuando estaba en el frente oriental por presion de sus propios generales y asi comienza la primera fase de la denominada revolucion rusa:

La primera etapa es la revolución de febrero de 1917, una revolución liberal que llevó al poder al masón Príncipe Lvov.






La presencia masónica en la revolución de febrero de 1917 fue reconocida en una carta escrita en 1955 por el masón Y.Kuskova a otro masón: “Teníamos a nuestra gente en todas partes….”

ya47COk.jpg





Este régimen cae de inmediato y en julio de 1917 aparece la 2º etapa en la que aparece de nuevo otro masón: el socialista democratico Kerenski.


lTFOLlM.jpg}


29JqUSk.jpg



07C453698.jpg



Todos los ministros de Kerenski exceptuando a uno pertenecieron a logias masónicas.

Por último, aparece la tercera etapa, la revolución bolchevique de noviembre de 1917 con Lenin a la cabeza. ¿Y quién fue Vladímir Lenin?


6eGvAnS.jpg


Statue_of_Lenin_Seattle.jpg





https://en.wikipedia.org/wiki/Statue_of_Lenin,_Seattle

Una vez visto todo esto ¿qué conclusiones debemos sacar? En las tres etapas estuvo presente SIEMPRE la (((masonería))).

Y ahora pasamos a la parte más importante: ¿Quiénes financiaron aquellas revoluciones y muy en especial a los comunistas?


Esta gran cita de Oswald Spengler lo resume todo:

nmIKvGu.jpg



En un documento del Departamento de Estado de los EE.UU: el Decimal File (861.00/5339) fechado el 13 de Noviembre de 1918 se menciona a los siguientes banqueros y entidades involucrados en la revolución rusa:


pNLkkg1.jpg



A estos nombres hay que añadir al banquero Paul Warburg, uno de los fundadores de la Reserva Federal y hermano de Félix Warburg.


Paul_Warburg_01.jpg



https://en.wikipedia.org/wiki/Paul_Warburg

Félix y Paul Warburg eran banqueros de la Kuhn Loeb. Tenían otro hermano banquero que residía en Alemania: Max.

Max Warburg fue quien junto al gobierno aleman proporcionó a Lenin casi 6 millones de $ y aquel famoso tren blindado para que pudiera regresar a Rusia.

8J2d9kc.jpg


Este hecho puede entenderse en el contexto de la IGM, ya que Alemania estaba en guerra contra Rusia. Y Lenin había prometido que, de llegar al poder, retiraría los ejércitos rusos del frente oriental.

Mucho más difícil de entender fue la financiación de la Banca americana Kuhn Loeb de Jacob Schiff, Paul y Félix Warburg a los bolcheviques. Recordemos que EE.UU y Rusia eran aliados en la IGM, no tenía ningún sentido que EE.UU quisiera desestabilizar a un país aliado.


Trotsky vivía en Nueva York y escribía en un periódico comunista y trabajaba como traductor en el Jewish Daily Foward, tenía contacto con más de 200 comunistas rusos exiliados.

Trotsky va a regresar a Rusia con el apoyo de la banca Kuhn Loeb de Jacob Schiff, que financió a los Bolcheviques con 20 millones de $.





Wickham Steed (The Times) escribió que Jacob Schiff estaba ansioso por asegurar el reconocimiento de los bolcheviques.


TMPttk2.jpg




Pero Jacob Schiff no solo financió a los bolcheviques, también financió con un millón de dólares a Kerenski.


7iTbmC4.jpg


¿Un banco americano perjudicando a un país aliado de EE.UU y a la vez poniendo en peligro la vida de miles de soldados americanos?

Pero no acaba aquí la cosa, ni mucho menos. Trotsky embarca en Nueva York con sus colaboradores comunistas para regresar a Rusia. Al llegar a Canadá son DETENIDOS, las autoridades canadienses les impiden continuar el viaje y ocurre algo sorprendente.

Entra en juego el asistente personal del Presidente de los EE.UU (Wilson), el coronel Edward Mandell House. Mandell House fue el llamado “Presidente en la Sombra”. El poder de House estaba incluso por encima que el del Presidente Wilson.


wilsonhouse.jpg



También entraron en juego los agentes del Ml6: William Wiseman (futuro socio de la Kuhn Loeb) y Claude Dansey.

VaiWYVx.jpg






House, Wiseman y Dansey presionaron a las autoridades canadienses para que dejaran marchar a Trotsky y sus hombres.


Recordemos que el Imperio Británico también era aliado de Rusia en la IGM, no tenía ningún sentido que el Ml6 dejara marchar a Trotsky.

Wilson, a través de Mandell House, proporcionó a Trotsky pasaportes americanos falsos para que pudieran entrar en Rusia con total facilidad.

tR9PLXf.jpg


The Guardian en un artículo de 2001 nos cuenta como Wiseman y Dansey dejaron marchar a Trotsky.

d1Glrc8.jpg


https://www.theguardian.com/uk/2001/jul/05/humanities.highereducation

Otro de los banqueros que financiaron la revolución bolchevique es Olof Aschberg.


9A6A4F657.png



Olof Aschberg fue la cabeza visible del banco internacional soviético Ruskombank


dm6JEbi.jpg

William Boyce Thompson fue otro “filántropo” que financió a los bolcheviques. Thompson trabajaba para la familia Rockefeller.

9fH3S4L.jpg





The NYT: “Thompson ha regresado de Rusia en total simpatía por la democracia representada por los bolcheviques.”

g2Q6RSE.jpg

https://timesmachine.nytimes.com/timesmachine/1918/01/27/109328340.pdf

El banquero Jacob H. Rubin de la Union Bank tambien ayudó a formar el gobierno soviético de Odesa como él mismo reconoció en 1921.


pFP70C8.jpg


Aunque luego afirmo que se arrepintió de haberlos apoyado.

CNYG6Cz.jpg





Una vez conseguido el poder, los bolcheviques en PLENA HAMBRUNA rusa, entregan 600 millones de rublos a la Kuhn Loeb.
RIYKJdO.jpg



Hemos hablado de Wilson, M. House, O. Achsberg, J. Schiff, de los hermanos Warburg, J.H Rubin, pero ¿qué tenían todos ellos en común?

La masonería. No solo fueron banqueros, políticos…pertenecieron a las ramas masónicas más importantes del mundo. Algunas operan hoy.




Como dato curioso: Mandell House escribió una novela (Phillip Dru) en la que dejaba caer lo siguiente:

WKjapEJ.jpg



El “banquero bolchevique” Olof Achsberg también perteneció a la masonería.



Las familias Warburg y Schiff están vinculadas a dos de las sectas masónicas más importantes del mundo. Una de ellas es la Skull and Bones.





La Skull and Bones ganó fama cuando se supo que los dos candidatos para las Presidenciales del año 2004 pertenecían a La Orden: Bush y Kerry.

A3F7Jh5.jpg


La otra es la B’nai B’rith (Hijos de la Alianza), En web de B’nai B’rith se recoge como los “filántropos” J. Schiff y F. Warburg financiaron a sucursales de la orden

WYEMXXX.jpg


Jacob H. Rubin fue también un masón miembro de la B’nai B’rith.



House, Jacob Schiff y Paul Warburg fueron los fundadores del CFR americano, la organización que mueve todos los hilos en EE.UU.
q3RpkX3.jpg



Se desconoce la pertenencia de Thompson a la masonería, pero como dijimos, Thompson fue uno de los hombres de la Familia Rockefeller.


No se puede entender la masonería del SXX sin la influencia de los Rockefeller, que tienen su propia logia: La Gran Logia Rockefeller 666




Uno de los edificios del Rockefeller Center. La simbología masónica es clara


rockefeller1.png.webp


Anteriormente la orden estaba ubicada en el rascacielos Tishman, en la que aparecía el famoso 666 que fue retirado en el año 1992.
edificio666.jpg






Resumiendo todo; el moviemiento comunista en rusia y en el resto de europa solo fue una herramienta de (((Los banqueros internacionales))) para combatir a las elites europeas

"PE-PERO LOS COMUNISTAS ERAN LOS BUENOS Y LUCHABAN POR EL PUEBLO"

8B9.png




Zurdos :burlones:
 
Última edición:
una de los mayores mentiras contemporáneas es que la revolucion bolchevique fue un levantamiento popular contra la clase dominante de los zares. Como veremos, sin embargo, la planificación, el liderazgo y la financiación provinieron en su totalidad desde fuera de Rusia, principalmente de financieros en Inglaterra, Alemania y los Estados Unidos.

Esta historia comienza a comienzos del siglo 20 cuando Jacob Schiff, quien era jefe de la firma de inversiones de Nueva York Kuhn, Loeb and Company, reunio el capital para grandes préstamos de guerra a Japón. Los japoneses gracias a esta financiacion pudieron lanzar un impresionante ataque contra los rusos en Port Arthur y al año siguiente para prácticamente diezmar la flota rusa. En 1905 el Emperador le otorgó a Jacob Schiff una medalla, la Segunda Orden del Tesoro de Japón , en reconocimiento a su importante papel en esa campaña



220px-Portrait_of_Jacob_Schiff.jpg


Jacob Schiff tambien aprovechando el caos generado por la derrota ante Japon en Rusia, financio a los comunistas en la fallida revolucion de 1905 a traves de la Society of Friends of Russian Freedom

mARADONA.jpg



https://en.wikipedia.org/wiki/Society_of_Friends_of_Russian_Freedom#Resurrection




Regresemos a 1917




40035014_303.jpg



El Zar Nicolas fue obligado a abdicar cuando estaba en el frente oriental por presion de sus propios generales y asi comienza la primera fase de la denominada revolucion rusa:

La primera etapa es la revolución de febrero de 1917, una revolución liberal que llevó al poder al masón Príncipe Lvov.






La presencia masónica en la revolución de febrero de 1917 fue reconocida en una carta escrita en 1955 por el masón Y.Kuskova a otro masón: “Teníamos a nuestra gente en todas partes….”

ya47COk.jpg





Este régimen cae de inmediato y en julio de 1917 aparece la 2º etapa en la que aparece de nuevo otro masón: el socialista democratico Kerenski.


lTFOLlM.jpg}


29JqUSk.jpg



07C453698.jpg



Todos los ministros de Kerenski exceptuando a uno pertenecieron a logias masónicas.

Por último, aparece la tercera etapa, la revolución bolchevique de noviembre de 1917 con Lenin a la cabeza. ¿Y quién fue Vladímir Lenin?


6eGvAnS.jpg


Statue_of_Lenin_Seattle.jpg





https://en.wikipedia.org/wiki/Statue_of_Lenin,_Seattle

Una vez visto todo esto ¿qué conclusiones debemos sacar? En las tres etapas estuvo presente SIEMPRE la (((masonería))).

Y ahora pasamos a la parte más importante: ¿Quiénes financiaron aquellas revoluciones y muy en especial a los comunistas?


Esta gran cita de Oswald Spengler lo resume todo:

nmIKvGu.jpg



En un documento del Departamento de Estado de los EE.UU: el Decimal File (861.00/5339) fechado el 13 de Noviembre de 1918 se menciona a los siguientes banqueros y entidades involucrados en la revolución rusa:


pNLkkg1.jpg



A estos nombres hay que añadir al banquero Paul Warburg, uno de los fundadores de la Reserva Federal y hermano de Félix Warburg.


Paul_Warburg_01.jpg



https://en.wikipedia.org/wiki/Paul_Warburg

Félix y Paul Warburg eran banqueros de la Kuhn Loeb. Tenían otro hermano banquero que residía en Alemania: Max.
Max Warburg fue quien junto al gobierno aleman proporcionó a Lenin casi 6 millones de $ y aquel famoso tren blindado para que pudiera regresar a Rusia.

8J2d9kc.jpg


Este hecho puede entenderse en el contexto de la IGM, ya que Alemania estaba en guerra contra Rusia. Y Lenin había prometido que, de llegar al poder, retiraría los ejércitos rusos del frente oriental.

Mucho más difícil de entender fue la financiación de la Banca americana Kuhn Loeb de Jacob Schiff, Paul y Félix Warburg a los bolcheviques. Recordemos que EE.UU y Rusia eran aliados en la IGM, no tenía ningún sentido que EE.UU quisiera desestabilizar a un país aliado.


Trotsky vivía en NY y escribía en un periódico comunista y trabajaba como traductor en el Jewish Daily Foward, tenía contacto con más de 200 comunistas rusos exiliados.

Trotsky va a regresar a Rusia con el apoyo de la banca Kuhn Loeb de Jacob Schiff, que financió a los Bolcheviques con 20 millones de $.





Wickham Steed (The Times) escribió que Jacob Schiff estaba ansioso por asegurar el reconocimiento de los bolcheviques.


TMPttk2.jpg




Pero Jacob Schiff no solo financió a los bolcheviques, también financió con un millón de dólares a Kerenski.


7iTbmC4.jpg


¿Un banco americano perjudicando a un país aliado de EE.UU y a la vez poniendo en peligro la vida de miles de soldados americanos?

Pero no acaba aquí la cosa, ni mucho menos. Trotsky embarca en Nueva York con sus colaboradores comunistas para regresar a Rusia. Al llegar a Canadá son DETENIDOS, las autoridades canadienses les impiden continuar el viaje y ocurre algo sorprendente.

Entra en juego el asistente personal del Presidente de los EE.UU (Wilson), el coronel Edward Mandell House. Mandell House fue el llamado “Presidente en la Sombra”. El poder de House estaba incluso por encima que el del Presidente Wilson.


wilsonhouse.jpg



También entraron en juego los agentes del Ml6: William Wiseman (futuro socio de la Kuhn Loeb) y Claude Dansey.

VaiWYVx.jpg






House, Wiseman y Dansey presionaron a las autoridades canadienses para que dejaran marchar a Trotsky y sus hombres.


Recordemos que el Imperio Británico también era aliado de Rusia en la IGM, no tenía ningún sentido que el Ml6 dejara marchar a Trotsky.

Wilson, a través de Mandell House, proporcionó a Trotsky pasaportes americanos falsos para que pudieran entrar en Rusia con total facilidad.

tR9PLXf.jpg


The Guardian en un artículo de 2001 nos cuenta como Wiseman y Dansey dejaron marchar a Trotsky.
d1Glrc8.jpg


https://www.theguardian.com/uk/2001/jul/05/humanities.highereducation

Otro de los banqueros que financiaron la revolución bolchevique es Olof Aschberg.


9A6A4F657.png



Olof Aschberg fue la cabeza visible del banco internacional soviético Ruskombank


dm6JEbi.jpg

William Boyce Thompson fue otro “filántropo” que financió a los bolcheviques. Thompson trabajaba para la familia Rockefeller.

9fH3S4L.jpg





The NYT: “Thompson ha regresado de Rusia en total simpatía por la democracia representada por los bolcheviques.”

g2Q6RSE.jpg

https://timesmachine.nytimes.com/timesmachine/1918/01/27/109328340.pdf

El banquero Jacob H. Rubin de la Union Bank tambien ayudó a formar el gobierno soviético de Odesa como él mismo reconoció en 1921.


pFP70C8.jpg


Aunque que luego afirmo que se arrepintió de haberlos apoyado.

CNYG6Cz.jpg





Una vez conseguido el poder, los bolcheviques en PLENA HAMBRUNA rusa, entregan 600 millones de rublos a la Kuhn Loeb.
RIYKJdO.jpg



Hemos hablado de Wilson, M. House, O. Achsberg, J. Schiff, de los hermanos Warburg, J.H Rubin, pero ¿qué tenían todos ellos en común?

La masonería. No solo fueron banqueros, políticos…pertenecieron a las ramas masónicas más importantes del mundo. Algunas operan hoy.




Como dato curioso: Mandell House escribió una novela (Phillip Dru) en la que dejaba caer lo siguiente:

WKjapEJ.jpg



El “banquero bolchevique” Olof Achsberg también perteneció a la masonería.



Las familias Warburg y Schiff están vinculadas a dos de las sectas masónicas más importantes del mundo. Una de ellas es la Skull and Bones.





La Skull and Bones ganó fama cuando se supo que los dos candidatos para las Presidenciales del año 2004 pertenecían a La Orden: Bush y Kerry.

A3F7Jh5.jpg


La otra es la B’nai B’rith (Hijos de la Alianza), En web de B’nai B’rith se recoge como los “filántropos” J. Schiff y F. Warburg financiaron a sucursales de la orden

WYEMXXX.jpg


Jacob H. Rubin fue también un masón miembro de la B’nai B’rith.



House, Jacob Schiff y Paul Warburg fueron los fundadores del CFR americano, la organización que mueve todos los hilos en EE.UU.
q3RpkX3.jpg



Se desconoce la pertenencia de Thompson a la masonería, pero como dijimos, Thompson fue uno de los hombres de la Familia Rockefeller.


No se puede entender la masonería del SXX sin la influencia de los Rockefeller, que tienen su propia logia: La Gran Logia Rockefeller 666




Uno de los edificios del Rockefeller Center. La simbología masónica es clara


rockefeller1.png.webp


Anteriormente la orden estaba ubicada en el rascacielos Tishman, en la que aparecía el famoso 666 que fue retirado en el año 1992.
edificio666.jpg






Resumiendo todo; el moviemiento comunista en rusia y en el resto de europa solo fue una herramienta de (((Los banqueros internacionales))) para combatir a las a las elites europeas

"PE-PERO LOS COMUNISTAS ERAN LOS BUENOS Y LUCHABAN POR EL PUEBLO"

8B9.png




Zurdos :burlones:


sisterito, disculpe que se lo diga así, pero dónde están las fuentes? Porque los zurdos lo primero que preguntan es eso.

Si tiene las citas en APA mucho mejor y con datos directos de esa información histórica.
 
Aun no lo leo completo pero a la rapida noto algunos errores. El mas facil de apuntar (sin tener que ir a buscar mis libros) es que Lenin era Mason grado 31.

No solo es imposible (para ser Mason un requisito obligatorio es ser creyente en alguna deidad y es bien sabido que Lenin era ateo y no lo ocultaba) sino que el movimiento mason dentro del marxismo leninista se consideraba elitista y burgues. La confusion viene de que existio un grupo llamado “The Grand Orient of Russian Peoples” que no tenia ninguna conexion con la masoneria y fue creada para atrapar gente bajo la idea de que venia de la masonería y el grupo se disolvio una vez que cumplio su proposito politico en 1917.
 
Y hitler era de izquierda y el rechazo es mayoría :hands:

Otro peo mental del team Bacteria :menanihands:
No sé ni para que moe molesto si sé que eres enfermito y limitado.

El nazismo proponía la idea de una "revolución social" y dio paso a ser autoritaria debido a que los judeo masones banqueros exprimieron y saquearon Alemania, por lo tanto el motivo fue mas que justificado. El creador del nazismo Mein Kampf solia decir que Karl Marx era una simple herramienta del judaísmo internacional capitalista que le servía para adherir a su publico objetivo los cuales pertenecían a extrema izquierda.

Los verdaderos fascistas son los zurdos progres y rojos del presente

LAS DICTADURAS DE DERECHA NO EXISTEN, EXTREMA DERECHA PALABRA INVENTADA Y PROPAGADA POR LA MASONERIA DE JUDEA FINANCIERA para ridiculizar a los cristianos de occidente.
 
Última edición:
Ahora veamos la fuente:


:risa:
EL JUDAÍSMO PADRE DEL COMUNISMO Y REVOLUCIÓN ASESINAS



De todos los sistemas revolucionarios ideados en el devenir histórico con el fin de destruir nuestros valores civilizados, sistemas que han ido siendo aplicados a través del tiempo en la forma más efectiva y en el momento siempre más oportuno, el más perfecto, el más eficiente y el más inmisericorde es, sin duda, el comunismo, porque representa la etapa más avanzada de la revolución mundial en cuyos postulados ya no solamente se trata de destruir determinada institución política, social, económica o moral, sino de anular a la vez a la Santa Iglesia y, más aún, a todas y cada una de las manifestaciones culturales cristianas que son parte de nuestra civilización.


Si todas las tendencias revolucionarias de origen judío han atacado con curiosa unanimidad al cristianismo en diversos aspectos, el comunismo lucha por hacerlo desaparecer de la faz de la Tierra sin dejar de él ni el menor rastro.


La saña destructiva de esta tendencia satánica, exhibiendo ante los ojos del mundo los más espantosos cuadros de horror y destrucción que se hayan imaginado, no puede estar fundamentada sino en la misma esencia de la negación y en el repudio más virulento y lleno de odio hacia todo lo existente hasta la fecha, porque de otra manera no sería concebible la vesania inaudita de sus tácticas criminales y el espíritu de destrucción, aniquilamiento, vulneración, contradicción oposición de sus dirigentes hacia todo aquello que representa criterios axiológicos, no solamente católicos, sino religiosos en general.


La finalidad del comunismo, como es patente en Rusia y en los demás países en donde se ha implantado, no es otra que la nulificación del pueblo en lo económico, en lo político, en lo social, en lo humano y en lo trascendente para posibilitar a una minoría el dominio por la fuerza.


En términos internacionales la meta no puede ser más clara: lograr por la fuerza el dominio mundial de una minoría insignificante aniquilando a todos los demás humanos por medio del materialismo, del terror y si es necesario de la muerte física, aunque para ello haya que asesinar a grandes núcleos de la población.


Bastante conocido es en el mundo entero el impulso homicida que ha caracterizado a los dirigentes soviéticos; pocos hay que no hayan sentido escalofríos de terror al conocer las sangrientas depredaciones llevadas a cabo en Rusia por los marxistas.
Basta recordar algunos datos que llenan de pavor e indignación a las mentes civilizadas: “En sus comienzos, el terror rojo se dedicaba, sobre todo, a exterminar la intelectualidad rusa” (1) y en prueba de esta afirmación, S.P. Melgunov constata lo siguiente, refiriéndose a las comisiones extraordinarias que surgieron en Rusia en los primeros tiempos de la revolución soviética: “Las comisiones extraordinarias no son órganos de justicia, sino de exterminio sin piedad, según la expresión del Comité Central Comunista” que también declaró lo siguiente:

“La comisión extraordinaria “no es una comisión de encuesta”, ni un juzgado, ni un tribunal, sino que ella misma determina sus atribuciones. “Es un órgano de combate que obra sobre el frente interior de la guerra civil. No juzga al enemigo, sino que lo extermina; ni perdona al que está al otro lado de la barricada, sino que lo aplasta”.


No es difícil representarse cómo debe obrarse en realidad ese exterminio sin piedad, cuando en lugar del “código muerto de las leyes”, reina solamente la experiencia revolucionaria y la conciencia. La conciencia es subjetiva, y la experiencia deja sitio forzosamente a la voluntad, que toma formas irritantes según la calidad de los jueces...” (2).

“No hagamos la guerra contra las personas en particular (escribió el dirigente comunista Latsis), exterminemos la burguesía como clase.


No busquéis en la encuesta de los documentos y de las pruebas lo que ha hecho el acusado en obras o en palabras contra la autoridad soviética. la primera pregunta que debéis hacerle es: a qué clase pertenece, cuál es su origen, su educación, su instrucción, su profesión” (3).


Durante la dictadura sangrienta de Lenin, la comisión de encuesta de Rohrberg, que entró en Kiev después de la toma de esta ciudad por los voluntarios en agosto de 1919, señala lo siguiente: “Todo el suelo de cemento del gran garaje (se trata de la sala de ejecución de la Checa

provincial de Kiev) estaba inundado de sangre; y ésta no corría, sino que formaba una capa de algunas pulgadas; era una horrible mezcla de sangre, de sesos, de pedazos de cráneos, de mechones de cabellos y demás restos humanos. Todas las paredes, agujereadas con millares de balas, estaban salpicadas de sangre, y pedazos de sesos y de cuero cabelludo estaban pegados en ellas”.
“Una zanja de 25 centímetros de ancho por 25 de hondo y de unos 10 metros de largo, iba del centro del garaje a un local próximo, donde había un tubo subterráneo de salida. esa zanja estaba completamente llena de sangre”.

“De ordinario, inmediatamente después de la matanza, transportaban fuera de la ciudad los cuerpos en camiones, automóviles o en furgones y los enterraban en una fosa común.

En un rincón del jardín topamos con otra fosa más antigua que contenía unos ochenta cuerpos; y allí descubrimos en los cuerpos señales de crueldades y mutilaciones, las más diversas e inimaginables.

Allí yacían cadáveres destripados; otros tenían varios miembros amputados; algunos estaban descuartizados; y otros los ojos sacados, y la cabeza, la cara, el cuello y el tronco cubiertos de profundas heridas. Más lejos encontramos un cadáver con una cuña clavada en el pecho; y otros no tenían lengua. En un rincón de la fosa descubrimos muchos brazos y piernas separados del tronco” (4).



La enorme cantidad de cadáveres que ha amontonado en su haber y sigue amontonando en términos espantosos el socialismo comunista de Marx, quizá no se llegará a conocer nunca, pero rebasa todo lo imaginable.
“No es posible saber con exactitud el número de víctimas. Todos los cálculos son inferiores a la realidad”.
“En el diario de Edimburgo, `The Scotsman ́ del 7 de noviembre de 1923, da el profesor Sarolea las cifras siguientes:
“28 obispos; 1.219 sacerdotes; 6.000 profesores y maestros; 9.000 doctores; 54.000 oficiales; 260.000 soldados; 70.000 policías; 12.950 propietarios; 355.250 intelectuales y profesionales liberales; 193.290 obreros y 815.000 campesinos”.

“La comisión de información de Denikin sobre las intrigas bolcheviques durante el período 1918-1919, en un ensayo sobre el terror rojo, contó en sólo estos dos años, un millón setecientas mil víctimas” (5).


Ev. Kommin, en el “Roul” del 3 de agosto de 1923, hace la siguiente consideración: “Durante el invierno de 1920 la URSS comprendía 52 gobiernos, con 52 comisiones extraordinarias (Tchecas), 52 secciones especiales y 52 tribunales revolucionarios.

Además de innumerables `Erte- Tchecas ́, redes de transporte, tribunales de ferrocarriles, tribunales de tropas de seguridad interior. A esta lista de cámaras de tortura hay que añadir las secciones especiales, o sea, 16 tribunales de ejército y división. Entre todo, hay que contar mil cámaras de tortura, y si se toma en consideración que en ese tiempo existían comisiones cantonales, hay que contar más.

Luego, los muchos gobiernos de la URSS aumentaron; la Siberia; la Crimea, y el Extremo Oriente fueron conquistados. El número de Tchecas (comisiones) aumentó en proporción geométrica”.


“Según los datos soviéticos (en 1920, cuando no había disminuido el terror y no se habían reducido las informaciones), se podía establecer una cifra media al día para cada tribunal; la curva de las ejecuciones se eleva de uno a cincuenta (en los grandes centros), y hasta ciento en las regiones recientemente conquistadas por el ejército rojo.


Las crisis del terror eran periódicas, y luego cesaban; de manera que puede fijarse el número (modesto) de cinco víctimas diarias...que, multiplicado por los mil tribunales, dan cinco mil cada día. Y al año, alrededor de millón y medio” (6).


Recordamos estas matanzas inauditas no porque sean las más cuantiosas en conjunto ni las más inmisericordes, sino porque al encontrarnos a cuarenta y cinco años de estas masacres pueden haberse borrado del cuadro actual comunista, incluso para las personas que todavía alcanzaron a ser contemporáneas de los acontecimientos, y, que viviendo aún, se han olvidado de esas tragedias con esa facilidad con que los humanos olvidan no solamente los hechos desagradables que no les afectan directamente, sino aun aquellos de los que fueron víctimas.


Desgraciadamente el tiempo ha venido a mostrarnos una superación verdaderamente demoníaca del comunismo en sus actividades asesinas, de las cuales no damos los detalles ni presentamos las monstruosas estadísticas por ser de todos conocidas, máxime que algunas de estas feroces matanzas han sido tan recientes que parecen escucharse todavía los gritos de terror de los torturados, los lamentos de los acosados, los estertores de los moribundos y la muda, pavorosa y constante acusación de los cadáveres.


Basta recordar las gigantescas y recientes matanzas de Hungría, de Katyn, de Polonia, de Alemania Oriental y de Cuba; las anteriores purgas masivas de Stalin y el aniquilamiento de millones de chinos por el gobierno comunista de Mao Tse-tung.


Una estadística valiosa de las víctimas del comunismo obra en la publicación titulada “Rivelazione d’interesse mondiale”, Vermijon, Roma, 1957, reproduciendo a su vez información tomada del “Russkaja Mysl”, periódico ruso publicado en Francia el 30 de noviembre de 1947.


Pero aun los ensayos comunistas que no pudieron tener permanencia definitiva, como el del judío comunista Bela Kun, que de manera rapsódica ocupó Hungría a mediados del año 1919; el de España de 1936 en que los bolcheviques se apoderaron de Madrid y parte de las provincias hispanas, asesinando “más de 16.000 sacerdotes, religiosas, religiosos y doce obispos” (7); y el ensayo, felizmente fracasado, de Alemania de 1918 dirigido por el judío Hugo Haase y que tuvo su mejor realización en la República roja de Baviera en 1919, fueron verdaderas orgías de sangre y de bestialidad desenfrenada.


Y no hay que olvidar que esta apocalíptica tormenta que va formando un henchido cauce de cadáveres, sangre y lágrimas, se desploma sobre el mundo con un solo fin: destruir no sólo a la Iglesia Católica y a toda la civilización cristiana, sino también al Islam, al budismo y a toda religión, menos a una de la que hablaremos después.


Ante este cuadro estremecedor el mundo se pregunta con el corazón oprimido:
¿Quién puede odiar de tal forma criterios cristianos para tratar de destruirlos con saña tan malvada?
¿Quién ha sido capaz de urdir esta sangrienta maquinaria de aniquilación?
¿Quién puede con tanta insensibilidad dirigir y ordenar este criminal proceso gigantesco?


Y la realidad nos contesta, sin lugar a dudas, que son los judíos los responsables, como se demostrará más adelante.





LOS CREADORES DEL SISTEMA
No cabe la menor duda de que los inventores del comunismo son los judíos. Ellos han sido los forjadores de la doctrina sobre la cual se fundamenta todo ese monstruoso sistema que actualmente domina con poder absoluto en la mayor parte de Europa y Asia, que convulsiona a los países de América y que invade progresivamente a todos los pueblos del mundo como un cáncer letal, como un tumor que va comiendo las entrañas de las naciones libres, sin que parezca encontrarse un remedio eficaz contra él.



También son los inventores y directores de la práctica comunista, de las eficientes tácticas de lucha, de la insensible y precisa política inhumana de gobierno y de la agresiva estrategia internacional.
Que los teóricos comunistas fueron todos judíos, es cosa que está plenamente comprobada, pese al sistema que constantemente usaron los judíos –tanto los teóricos como los revolucionarios prácticos- de adquirir a modo de sobrenombre un apellido y un nombre que velara su origen a los ojos del pueblo en donde vivieron.



1.- El fundador del sistema fue, como es sabido, Karl Heinrich Marx; judío alemán, cuyo verdadero nombre era el de Kissel Mordecay, nacido en Treves, Prusia Renana, hijo de un abogado judío.
A su doctrina comunista le dio el nombre de socialismo científico, nombre injustificado ya que los hechos han demostrado que ninguna base científica tiene muchos de sus postulados básicos.
Antes de su famosa obra “El Capital” –concepción fundamental del comunismo teórico y cuyas ideas se dedicó a propagar por el mundo con inagotable actividad hasta su muerte en 1887- había escrito y publicado en Londres el “Manifiesto Comunista” en compañía del judío Engels elaño de 1848. Anteriormente, entre 1843 y 1847, había formulado en Inglaterra –cuyos gobiernos en forma extraña lo protegieron- la primera concepción moderna del nacionalismo hebreo a través de sus artículos, como el publicado en 1844 en la revista “Deustch- Französische Jahrbücher” titulado “Zur Judenfrage” (Sobre la cuestión judía) y que tiene una tendencia ultranacionalista judía.


2.- Frederik Engels, creador junto con Marx de la Primera Internacional y colaborador íntimo de Marx. Judío, nació en Barmen, Alemania, siendo su padre un comerciante judío de algodón de la localidad. Murió en 1894.


3.- Karl Kautski, cuyo verdadero apellido fue Kaus; autor del libro. “Los orígenes del cristianismo” en donde principalmente combate los fundamentos del cristianismo. Fue el más importante intérprete de Marx. Publicó en 1887 “Las enseñanzas económicas de Karl Marx para el entendimiento de todos”; “La matanza de Chisinaw” y “La cuestión judía” en 1903; “La lucha de clases”, que fue para Mao Tse-tung, en China, el libro fundamental para la instrucción comunista; y la obra intitulada “La vanguardia del socialismo”, en el año 1921.
Fue también el autor del “Programa socialista” de Ehrfurt, Alemania. Este judío nació en Praga en 1854 y murió en 1938 en La Haya, Holanda.
Debido a esos pleitos de familia que surgen con frecuencia entre los dirigentes judíos, se vio envuelto con posterioridad en una enconada lucha con Lenin.


4.- Ferdinand Lassalle, judío nacido en Breslau en 1825; después de haberse mezclado en la revolución democrática de 1848, publica en el año de 1863 su obra titulada “Contestaciones abiertas”, en la que traza un plan revolucionario para los obreros alemanes.
Desde entonces trabajó incansablemente en una intensa campaña “socialista” tendiente a la rebelión de los obreros, para lo cual publica otra obra con el título de “Kapital und Arbeit”.
Su socialismo, aunque en algunos aspectos difería del de Marx, coincidía con éste en sus resultados finales, o sea, suprimir la propiedad privada para ponerla en manos del Estado, controlado por el judaísmo, naturalmente.


5.- Eduard Bernstein, judío nacido en Berlín en 1850. Sus principales obras son: “Suposiciones sobre el socialismo”, “Adelante socialismo”, “Documentos del socialismo”, “Historia y teoría del socialismo”, “Socialdemocracia de hoy en teoría y práctica”, “Los deberes de la socialdemocracia” y “Revolución Alemana”, todas ellas estructurando la doctrina comunista y fundamentadas en las concepciones de Marx. En 1918 fue nombrado ministro de Hacienda del Estado alemán socialista, que felizmente no llegó a sostenerse sino unos meses.


6.- Jacob Lastrow, Max Hirsch, Edgar Löening, Wirschauer, Babel, Schatz, David Ricardo y otros muchos escritores del comunismo teórico, fueron judíos.
En todos los países se encuentran casi exclusivamente escritores judíos predicando el comunismo a las masas, aunque tratando en muchas ocasiones de proceder con cautela en sus escritos, dándoles siempre un sentido de humanidad y hermandad que ya hemos visto en la práctica lo que significan (8).

Todos los judíos anotados –por muy teóricos que hayan sido- no se han contentado solamente con sentar las bases doctrinarias del socialismo marxista o comunismo, sino que cada uno de ellos ha sido un revolucionario práctico que se ha dedicado en el país donde se encontraba a preparar, dirigir o ayudar la subversión de hecho, y, como jefes o miembros connotados de asociaciones revolucionarias, han tomado siempre parte activa en el desarrollo del marxismo.


Pero aparte de los judíos considerados como principalmente teóricos, encontramos que casi todos los dirigentes materiales que desarrollan las tácticas comunistas son también de esta misma raza y llevan a cabo su cometido con la máxima eficiencia.

Por lo pronto, en los países en donde abortó la conjuración judía comunista ya a punto de estallar o en donde el marxismo se apoderó del gobierno inicialmente, aunque después haya sido expulsado, los datos verídicos con que se cuenta hoy en día demuestran la plena y total responsabilidad judía.


Como ejemplos incontrovertibles pueden señalarse dos movimientos de este tipo:


A.) Alemania en 1918 es teatro de una revolución comunista dirigida por los judíos. La República de los Consejos de Munich era judía, como, lo prueban sus jefes Liebknecht, Rosa Luxemburgo, Kurt Eisner y otros muchos.

A la caída del imperio, los judíos se apoderaron del país y el gobierno alemán queda dominado por los judíos: Haase (ministro de estado) y Landsberg, apareciendo con ellos Kautski, Kohn y Herzfeld.
El ministro de Hacienda, también judío, tiene como ayudante al judío Bernstein y el del Interior, Preuss, también judío, busca la colaboración de su hermano de raza el doctor Freund quien lo auxilia en sus labores. Kurt Eisner, presidente de la República Bávara de los Consejos, fue el jefe de la revolución bolchevique de Munich.

“Once hombrecillos hicieron la revolución –decía Kurt Eisner en la embriaguez del triunfo a su colega el ministro Auer-. Es muy justo conservar el recuerdo imperecedero de estos hombrecillos, que son los judíos: Max Löwenberg, el doctor Kurt Rosenfeld, Gaspar Wollheim, Max Rotschild, Carlos Arnold, Kranold, Rosenhek, Birnbaum, Reis y Kaisser.

Los diez, con Kurt Eisner van Israelovitch, estaban al frente del `tribunal revolucionario de Alemania ́. Los once son francmasones y pertenecían a la logia secreta número 11, que tenía su asiento en Munich, Briennerstrasse 51” (9).

“El primer gabinete de Alemania en 1918 estaba compuesto por los judíos:
1.- Preuss, ministro de Gobernación.
2.- Freund, ministro de Gobernación.
3.- Landsberg, Hacienda.
4.- Karl Kautski, Hacienda.
5.- Schiffer, Hacienda.
6.- Eduard Bernstein, secretario del Tesoro del Estado
7.- Fritz Max Cohen, jefe del servicio oficial de informaciones. (Este judío era antes
corresponsal del diario judío “Frankfurter Zeitung”).


“El segundo gobierno `socialista ́ alemán de 1918 estaba integrado por los judíos:
1.- Hirsch, ministro de Gobernación.
2.- Rosenfeld, ministro de Gracia y Justicia.
3.- Futran, Enseñanza.
4.- Arndt, Enseñanza.
5.- Simón, secretario de Hacienda.
6.- Kastenberg, director del negociado de las Colonias.
7.- Stathgen, ministro de Fomento.
8.- Meyer-Gerhardt, director del Negociado de las Colonias.
9.- Wurm, secretario de Alimentación.
10.- Merz, Weil, Katzenstein, Löwenberg, Fränkel, Schlesinger, Israelowitz, Selingsohn, Laubenheim, etc., ocupaban altos cargos en los ministerios.


“Entre los otros judíos que controlaban los sectores vitales del estado alemán, derrotado por la intervención americana en la guerra, se encontraban en 1918 y más tarde:

1.- Kohen, presidente del Comité de los Soldados y los Obreros Alemanes (similar al soviético de los Soldados y Obreros de Moscú, el mismo año).
2.- Ernst, presidente de la Policía de Berlín.
3.- Sinzheimer, presidente de la Policía de Frankfurt.
4.- Lewy, presidente de la Policía de Hessen.
5.- Kurt Eisner, presidente del Estado de Baviera.
6.- Jaffe, ministro de Hacienda del Estado de Baviera.
7.- Brentano, ministro de Industria, Comercio y Tráfico.
8.- Talheimer, ministro de Würtenberg.
9.- Heimann, otro ministro de estado de Würtenberg.
10.- Fulda, Gobierno de Hessen.
11.- Theodor Wolf, redactor jefe del periódico `Berliner Tangenblatt ́.
12.- Gwinwer, director del `Deutsche Bank ́ “. (10)

El pueblo de Estados Unidos fue engañado por su presidente francmasón Wilson y jamás pensó que su intervención en la Primera Guerra Mundial iba a tener por resultado entregar a Alemania al dominio de los judíos.



B).- Hungría en 1919
: el 20 de marzo de 1919, el judío Bela Kun (Cohn), se apodera de Hungría y proclama la República Soviética Húngara a la que sumerge a partir de ese momento en un horripilante mar de sangre.

“Con él (Bela Kun), 26 comisarios componían el nuevo gobierno y de éstos, 18 eran israelitas. Proporción inaudita, si se tiene en cuenta que en Hungría había un millón y medio
de israelitas sobre 22 millones de habitantes.
Los 18 comisarios tenían en sus manos la dirección efectiva del poder, y los ocho comisarios cristianos no podían hacer nada” (11).
“Más del 90% de los miembros del gobierno y de los hombres de confianza de Bela Kun fueron también judíos.

He aquí la lista de los miembros del gobierno de Bela Kun:

1.- Bela Kun, secretario general del Gobierno, judío.
2.- Sandor Gabai, presidente `oficial ́ del Gobierno, usado por los judíos como pantalla; húngaro.
3.- Peter Agoston, lugarteniente del secretario general; judío.
4.- Dr. E. Landler, comisario del pueblo para Asuntos Interiores; judío.
5.- Bela Vago, lugarteniente de Landler; judío apellidado Weiss.
6.- E. Hamburger, comisario para la Agricultura; judío.
7.- Vantus, lugarteniente de Hamburger; judío.
8.- Czismadia, lugarteniente de Hamburger; judío.
9.- Nyisztor, lugarteniente de Hamburger; húngaro.
10.- Varga, comisario para los Asuntos Financieros; judío llamado Weichselbaum.
11.- Szkely, lugarteniente de Varga; judío llamado Schlesinger.
12.- Kunfi, comisario para la Educación; judío llamado Kunstater.
13.- Lukacs, lugarteniente de Kunfi; judío llamado en realidad Löwinger, hijo del director general de una casa bancaria de Budapest.
14.- D. Bokanyi, comisario para el Trabajo; húngaro.
15.- Fiedler, lugarteniente de Bokanyi; judío.
16.- Jozsef Pogany, comisario para la Guerra; judío llamado en realidad Schwartz.
17.- Szanto, lugarteniente de Pogany; judío llamado Schreiber.
18.- Tibor Szamuelly, lugarteniente de Pogany; judío llamado Samuel.
19.- Matyas Rakosi, comisario para el Comercio; judío llamado en realidad Matthew Roth Rosenkranz. Dictador comunista en la actualidad.
20.- Ronai, comisario para la `Justicia ́.
21.- Ladai, lugarteniente de Ronai; judío.
22.- Erdelyi, comisario para el Abastecimiento; judío llamado Eisenstein.
23.- Vilmos Boehm, comisario para la Socialización; judío.
24.- Hevesi, lugarteniente de Boehm; judío llamado Honig.
25.- Dovsak, segundo lugarteniente de Boehm; judío.
26.- Oszkar Jaszai, comisario para las Nacionalidades; judío de nombre Jakubovits.
27.- Otto Korvin, comisario para la Investigación Política; judío llamado Klein.
28.- Kerekes, fiscal del Estado; judío llamado Krauss.
29.- Biro, jefe de la Policía Política; judío llamado Blau.
30.- Seider, ayudante de Biro; judío.
31.- Oszkar Faber, comisario para la Liquidación de los Bienes de la Iglesia; judío.
32.- J. Czerni, comandante de la banda terrorista conocida con el nombre de “Los jóvenes de Lenin”; húngaro.
33.- Illés, comisario superior de Policía; judío.
34.- Szabados, comisario superior de Policía; judío llamado Singer.
35.- Kalmar, comisario superior de Policía; judío alemán.
36.- Szabó, comisario superior de Policía; judío ruteno llamado en realidad Schwarz.
37.- Vince, comisario popular de la ciudad de Budapest; judío llamado en realidad Weinstein.
38.- M. Krauss, comisario popular de Budapest; judío.
39.- A. Dienes, comisario popular de Budapest; judío.
40.- Lengyel, presidente del Banco Austro-Húngaro; judío llamado Levkovits.
41.- Laszlo, presidente del Tribunal Revolucionario Comunista; judío llamado en realidad Löwy” (12)

En este gobierno que ocupó temporalmente Hungría, sobresalen por sus innumerables crímenes y depredaciones, además del mismo Bela Kun, que recorría el país en un lujoso coche –con su eficiente secretaria judía R. S. Salkind, alias Semliachkay-, y una gran horca instalada en el vehículo a manera de distintivo; y el jefe de la checa húngara, el judío Szamuelly, que viajaba por Hungría en su tren particular sembrando el terror y la muerte, según lo describe un testigo de la época:

Aquel tren de la muerte atravesaba rugiendo la negrura de las noches húngaras; donde se detenía había hombres colgados de los árboles y sangre que corría por el suelo.
A lo largo de la vía, se veían cadáveres desnudos u mutilados. Szamuelly, dicta sus sentencias en aquel tren, y nadie que se vea obligado a subir a él podrá contar nunca lo que vio
”.
Szamuelly vive en él constantemente. Una treintena de terroristas escogidos velan por su seguridad. Verdugos seleccionados le acompañan. El tren está compuesto de dos coches-salón, de dos coches de primera clase, que ocupan los terroristas, y de dos coches de tercera para las víctimas. Allí se perpetran las ejecuciones. La tarima de estos coches está manchada de sangre. Los cadáveres son arrojados por las ventanillas, mientras Szamuelly, cómodamente sentado en el despacho coquetón de su departamento tapizado de damasco rosa y adornado con lunas biseladas, con un gesto de la mano decide la vida o la muerte” (13).


El periódico italiano “La Divina parola” (La Divina Palabra) del 25 de abril de 1920, resalta cómo en Hungría: “...durante la reacción antibolchevique contra el israelita Bela Kun, fueron encontrados cadáveres de frailes amontonados confusamente en unos subterráneos. Los diplomáticos extranjeros llamados por el pueblo para constatarlo con sus propios ojos, han atestiguado que vieron muchos cadáveres de religiosos y religiosas que tenían clavado en el corazón el crucifijo que solían llevar sobre el pecho”.




LA CABEZA DEL COMUNISMO
Hoy ya no cabe la menor duda de que la teoría marxista (comunista) es obra judía, como lo es también toda acción encaminada a poner en práctica esta doctrina y los millones de asesinatos cometidos
.


Los directores y organizadores de cualquier movimiento comunista anterior al establecimiento definitivo del bolchevismo en Rusia fueron judíos en su casi totalidad, como también la gran mayoría de los dirigentes materiales de las revoluciones a que dieron origen.
Pero en Rusia, primer país en donde triunfó definitivamente el bolchevismo y que ha sido el centro motor de la comunización mundial, la paternidad judía del sistema, de la organización y de la práctica soviética no deja tampoco lugar a error.


De acuerdo con los datos incontrastables, plenamente demostrados y aceptados por todos los escritores imparciales que han tratado este tema, la obra comunista de los hebreos en la nación de los zares, queda tan patente, que sería vano empeño negarles este ominosos triunfo en exclusiva.
Basta con recordar los nombres de los que formaron los gobiernos y los principales organismos directivos en la Unión Soviética para saber a qué atenerse, ante la clara y rotunda demostración de los hechos.



I. MIEMBROS DEL PRIMER GOBIERNO COMUNISTA DE MOSCÚ (1918) (Consejo de “Comisarios del Pueblo”)

1.- Ilich Ulin (Vladimir Ilich Ulianov o Nicolás Lenin), presidente del Soviet Supremo; judío en la línea materna. Su madre se llamaba Blank, judía de origen alemán.
2.- Lew Davidovich Bronstein (León Trotsky), comisario del Ejército Rojo y de la Marina; judío.
3.- Iosiph David Vissarionovich Djugashvili-Kochba (José Vissarionovich Stalin), comisario de las Nacionalidades; descendiente de judíos georgianos.
4.- Chicherin, comisario para los Asuntos Exteriores; ruso.
5.- Apfelbaum (Grigore Zinoviev), comisario para los Asuntos Interiores; judío.
6.- Kohen (Volodarsky), comisario de la Prensa y Propaganda; judío.
7.- Samuel Kaufman, comisario para los Terrenos del Estado; judío.
8.- Steinberg, comisario de Justicia; judío.
9.- Schmidt, comisario de la Prensa y Propaganda; judío.
10.- Ethel Knigkisen (Lilianan), comisaria del Abastecimiento; judía.
11.- Pfenistein, comisario para el Acomodo de los refugiados; judío.
12.- Schlichter (Vostanolenin), comisario para los Encuartelamientos (traspasos de casas particulares a los rojos); judío.
13.- Lurie (Larin), presidente del Soviet Económico Superior; judío.
14.- Kukor (Kukorsky), comisario de la Economía; judío.
15.- Spitzberg, comisario de la Economía; judío.
16.- Urisky (Radomilsky), comisario para las `Elecciones ́; judío.
17.- Lunacharsky, comisario de Enseñanza Pública; ruso.
18.- Simasko, comisario para la Higiene; judío.
19.- Protzian, comisario para la Agricultura; armenio (14).

En el apéndice existente al final se insertan las interesantes e ilustrativas listas de los funcionarios judíos de todos los cuerpos gubernativos de la Unión Soviética, del Partido Comunista, del Ejército Rojo, de la Policía Secreta, sindicatos, etc.

De un total de 502 cargos de primer rango en la organización y dirección de la Revolución comunista de Rusia y en la dirección del Estado soviético durante sus primeros años de existencia, nada menos que 459 puestos han sido ocupados por judíos, mientras que solamente 43 de estos cargos, por cristianos de diversos orígenes.
¿Quiénes son los que han hecho realmente esta horrorosa revolución? ¿Los cristianos?”.


“Otra estadística, publicada al parecer por el periódico contrarrevolucionario ruso “Le Ruse Nationaliste”, después del triunfo de los judeo-comunistas en Rusia, indica que de un número de 554 dirigentes comunistas de primer orden, en diversos cargos, han sido:
Judíos 447
Lituanos 43
Rusos 30
Armenios 13
Alemanes 12
Finlandeses 3
Polacos 2
Georgianos 2
Checos 1
Húngaros 1” (15)


Durante la Segunda Guerra Mundial y posteriormente hasta nuestros día, la pandilla judaica que gobierna la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas sigue siendo muy numerosa, pues sus nombres están encabezados por el mismo Stalin, que durante algún tiempo se ha considerado como georgiano de pura cepa y se ha venido a descubrir que es de raza judía, porque Djugashvili, que es un apellido, significa “hijo de Djou” y Djou es una pequeña isla de Persia hacia donde emigraron muchos judíos “marranos” portugueses exiliados, que posteriormente pasaron a Georgia.

Actualmente está totalmente comprobado que Stalin tenía sangre judía, aunque él jamás haya confirmado o desmentido los rumores que comenzaban a correr al respecto (16).




TESTIMONIOS JUDÍOS
Los mismos judíos –no obstante su hermetismo acostumbrado e incluso a pesar de sus tácticas de engaño y ocultamiento con que han logrado permanecer generalmente en la oscuridad
para no revelar su plan comunista de conquista mundial- han sufrido algunos momentos de debilidad, llevados por el optimismo o el excesivo júbilo ante la contemplación de sus éxitos, que han provocado en determinadas ocasiones algunas declaraciones indiscretas, sumamente ilustrativas.

Kadmi-Cohen, prestigiado escritor judío, señalaba:
En lo concerniente a los judíos, su papel en el socialismo mundial es tan importante que
no puede pasar en silencio. ¿No basta recordar los nombres de los grandes revolucionarios judíos de los siglos XIX y XX, como los Carlos Marx, Lasalle, Kurt Eisner, Bala Kun, Trotsky y León Blum, para que aparezcan así los nombres de los teóricos del socialismo moderno
?”.


¡Qué confirmación brillante no encuentran las tendencias de los judíos en el comunismo fuera de la colaboración material en organizaciones de partidos, en la aversión profunda que un gran judío y gran poeta, Enrique Heine, sentía por el derecho romano! Y las causas subjetivas, las causas pasionales de la rebelión de Rabbi Aquiba y BarKochba del año 70 y 132 después de Jesucristo contra la paz romana y el derecho romano, comprendidas y sentidas subjetiva y pasionalmente por un judío del siglo XIX que aparentemente no había conservado ningún lazo con su raza”.

Y los revolucionarios judíos y los comunistas que atacan el principio de la propiedad privada, cuyo monumento más sólido en el Código de derecho Civil de Justiniano, de Ulpiano, etc...., no hacen sino lo que sus antepasados, que resistían a Vespasiano y a Tito.

En realidad, son los `muertos que hablan ́
” (34).


El blasfemo escritor judío, Alfredo Nossig, nos dice: “El socialismo y el mosaísmo de ninguna manera se oponen; sino, por el contrario, entre las ideas fundamentales de ambas doctrinas hay una conformidad sorprendente. No debe desviarse más el nacionalismo judío del socialismo, como de un peligro que amenaza su ideal, que el socialismo judío, del mosaísmo, pues ambos ideales paralelos se han de realizar en el mismo camino” (35).


Del examen de los hechos resulta de modo irrefutable que no sólo los judíos modernos han cooperado de una manera decisiva a la creación del socialismo; sus propios padres ya eran los fundadores del mosaísmo...La semilla del mosaísmo obró a través de los siglos en cuanto a doctrina y a ley de un modo consciente para unos e inconsciente para otros”.


El movimiento socialista moderno es para la mayoría obra de judíos; los judíos fueron los que imprimieron en él la marca de su cerebro; igualmente fueron judíos los que tuvieron parte preponderante en la dirección de las primeras repúblicas socialistas...”.


El socialismo mundial actual, forma el primer estado del cumplimiento del mosaísmo, el principio de la realización del estado futuro del mundo anunciado por los profetas” (36).


En su libro, “Integrales Judentum”, ratifica esta idea del socialismo como doctrina judía, cuando escribe lo siguiente:
Si los pueblos quieren progresar de veras deben despojarse del temor medieval de los judíos y de los prejuicios reaccionarios que tienen contra ellos; deben reconocer lo que son en realidad: los precursores más sinceros del desarrollo de la humanidad. Hoy exige la salvación del judaísmo que reconozcamos el programa del socialismo abiertamente a la faz del mundo. Y la salvación de la humanidad en los siglos venideros depende de la victoria de ese programa” (37).


La razón de esta postura revolucionaria judía está claramente explicada por el conocido escritor judío E. Eberlin, en la siguiente cita:
Cuanto más radical es la revolución, tanta más libertad e igualdad para los judíos resulta de ella. Toda corriente de progreso no deja de consolidar la posición de los judíos. Del mismo modo, todo retroceso y toda reacción los alcanza en primer lugar. A menudo basta una simple orientación en las derechas para exponer a los judíos al boicoteo...Bajo este aspecto, el judío es el manómetro de la caldera social”.

“Como entidad, la nación judía no puede colocarse al lado de la reacción, porque la reacción, es decir, la vuelta al pasado, significa para los judíos la continuación de las condiciones anormales de su existencia
” (38).


El connotado judío Jacob de Haas en “The Maccabean”, nos dice claramente que:
La revolución rusa es una revolución del judaísmo. Ella significa un cambio en la historia del pueblo judío. Digamos francamente que era una revolución judaica, porque los judíos eran los revolucionarios más activos de Rusia”.


En el periódico judeo-francés, titulado: “Le Peuple Juif”, del 16 de febrero de 1919, se lee lo siguiente: “La revolución rusa que estamos viendo, será obra exclusivamente de nuestras manos”.


Por su parte Ricardo Jorge, que prologa un libro del famoso escritor judío Samuel Schwarz, dice lo siguiente:

Si de las cumbres de la ciencia pura descendemos a la arena en que se entrechocan las pasiones y los intereses de los hombres, surge ante nosotros el oráculo de la nueva religión socio-política, el judío Karl Marx, el caudillo doctrinario de la guerra sin cuartel del proletariado, que encuentra en la cabeza y en el brazo de Lenin, la realización de sus credos, inspiradores del estado soviético, que amenaza subvertir los fundamentos de las instituciones tradicionales de la sociedad ” (39).


Asimismo, otro judío, Hans Gohen, en “Die Politische Idee”, afirma que: “El socialismo de Marx es el fin de nuestras aspiraciones”.


En el No. 12 del periódico “El Comunista”, publicado en Karkoff con fecha 12 de abril de 1919, el judío M. Cohen, escribía:

Sin exageración puede asegurarse que la gran revolución social de Rusia se llevó a cabo por medio de los judíos...Cierto es que en las filas del ejército rojo hay soldados que no son judíos, en cuanto toca a los soldados rasos, pero en los comités y en la organización soviet, como los comisarios, los judíos llevan con valor a las masas de proletariados rusos ante la victoria”. (40)


Al frente de los revolucionarios rusos iban los alumnos de la Escuela Rabínica de Lidia...Triunfó el judaísmo sobre la espada y el fuego...mandando con nuestros hermano Marx, que es el encargado de cumplir con lo que han mandado nuestros profetas, elaborando el plan conveniente por medio de las reivindicaciones del proletariado.
Todas estas frases aparecen en el periódico judío “Haijnt” de Varsovia del 3 de agosto de 1928” (41).


El “Mundo Judío” del 10 de enero de 1929, expresaba esta blasfema opinión:
El hecho del bolchevismo mismo, y que tantos judíos son bolcheviques, y que el ideal del bolchevismo está sobre muchos puntos de acuerdo con el más sublime ideal del judaísmo, del que una parte formó la base de las mejores enseñanzas del Cristianismo, todo eso tiene gran significación, que examinará cuidadosamente el judío reflexivo” (42).


Para no extendernos demasiado, citaremos por último las referencias que hace orgullosamente el israelita Paul Sokolowski, en su obra titulada “Die Versandung Europeas”, en las que se vanagloria del papel preponderante que jugaban los judíos en la revolución rusa, dando detalles de las claves que usaban para comunicarse entre ellos, incluso por medio de la prensa, sin llamar la atención de las autoridades y de cómo repartían la propaganda comunista que elaboraban por medio de los niños judíos, a los que entrenaban cuidadosamente en sus colonias para estos menesteres (43).


Este odio infernal judeo- comunista, principalmente manifestado hacia la civilización cristiana, no es meramente gratuito, sino que tiene sus causas muy hondas, que pueden apreciarse con claridad en este párrafo del “Sepher-ha- Zohar”, libro sagrado del judaísmo moderno, que se transcribe y que representa el sentir de todos los judíos:

Jeshu (Jesús) Nazareno, que ha apartado al mundo de la fe del Santo, que bendito sea, será juzgado eternamente en esperma hirviente; su cuerpo es reconstituido todos los viernes por la tarde, y al amanecer del sábado es arrojado en la esperma hirviente.
El infierno se consumirá, pero su castigo y sus tormentos no acabarán nunca. Jeshu y Mahoma son esos huesos impuros de la carroña de que dice la Escritura: `Los arrojaréis a los perros ́.

Son la suciedad de perro que mancha, y por haber seducido a los hombres, los han arrojado al infierno, de donde no saldrán jamás
” ( 44 ).




NOTAS:
[1] León de Poncins, Las fuerzas secretas de la revolución: Francmasonería – Judaísmo. Madrid: Ediciones Fax, 1932, p. 161.
[2] S. P. Melgunov, La terreur rouge en Russie: de 1918 a 1923 (El terror rojo en Rusia). Payot, 1927.
[3] Latsis, “El terror rojo” del 19 de noviembre de 1918.
[4] S. P. Melgunov, obra citada, p. 161.
[5] León de Poncins, obra citada, pp. 164- 165.
[6] S. P. Melgunov, obra citada, p. 104.
[7] Traian Romanescu, La gran conspiración judía. 3a ed. México, D.F. 1961. p. 272.
[8] Datos tomados de Traian Romanescu, obra citada, pp. 19-23.
[9] Monseñor Jouin, Le péril judéo- maçonnique (El peligro judeo-masónico). (5 vols. 1919-1927). Vol. I, p. 161.
[10] Traian Romanescu, obra citada, pp. 259-260.
[11] J. J. Tharaud, Causerie sur Israël. Marcelle Lesage, 1926. p. 27.
[12] Traian Romanescu, obra citada, pp. 203-205.
[13] Cécile de Tormay, Le livre proscrit (El libro proscrito). Plon Nourrit, 1919. p. 204.
[14] Traian Romanescu, obra citada, p. 143.
[15] Traian Romanescu, obra citada, p. 161.
[16] Bernard Hutton, revista francesa “Constellation”, marzo de 1962, no. 167. p. 202.
[17] Traian Romanescu, obra citada, pp. 174-176.
[18] Traian Romanescu, obra citada, pp. 176-178.
[19] Duque de la Victoria, Israel manda. México: Editora Latino Americana, S.A., 1955. pp. 287-8.
[20] Traian Romanescu, obra citada, pp. 206-207.
[21] Traian Romanescu, obra citada, pp. 210.
[22] Traian Romanescu, obra citada, p. 213.
[23] Traian Romanescu, obra citada, pp. 187-193.
[24] Traian Romanescu, obra citada, pp. 200-201.
[25] Werner Sombart, Les juifs et la vie économique (Los judíos y la vida económica). Payot, 1923. pp. 277, 286, 291.
[26] Salluste, Les origines secrètes du bolchevisme: Henri Heine el Karl Marx (Los orígenes secretos del bolchevismo: Enrique Heine y Carlos Marx). París: Jules Tallandier, 1929, p. 23.
[27] Esteban J. Malanni, Comunismo y judaísmo. Buenos Aires: Editorial La Mazorca, 1944. pp. 54-55.
[28] Esteban J. Malanni, obra citada, pp. 56-57.
[29] Duque de la Victoria, obra citada, pp. 312-313.
[30] Duque de la Victoria, obra citada, pp. 318-319.
[31] Esteban J. Malanni, obra citada, pp. 58-60.
[32] Esteban J. Malanni, obra citada, pp. 62-63.
[33] Esteban J. Malanni, obra citada, p. 63.
[34] Kadmi-Cohen, Nomades; essai sur l ́âme juive (Nómadas; ensayo sobre el alma judía). F. Alcan, 1929, p. 86.
[35] “Westfällschen Merkur”, diario de Münster, no. 405 de 6 de octubre de 1926.
[36] Alfred Nossig, Integrales Judentum (El judaísmo integral). París: L. Chailley. pp. 68, 71, 74.
[37] Alfred Nossig, obra citada, p. 79.
[38] Elie Eberlin, Les juifs d ́aujourd ́hui (Los judíos de hoy). París, 1928, p. 201.
[39] Ricardo Jorge, Pró Israel, prólogo a la obra de Samuel Schwarz Os cristiãos- novos em Portugal no século XX. Lisboa, 1925, p. XI.
[40] Citado por Nesta H. Webster en World Revolution; The Plot Against Civilization (La revolución mundial; Complot contra la civilización), 2a ed. Constable & Co., 1922.
[41] Alfonso Castro, El problema judío. México, D. F.: Editorial Actualidad, 1939. pp. 152-153.
[42] “The Ideals of Bolshevism”, “Jewish World” del 10 de enero de 1929, no. 2912.
[43] Alfonso Castro, obra citada, p. 153.
[44] Sepher-Ha-Zohar, II, tr. Jean de Pauly. París: Ernest Leroux, 1907, p. 88.
 
Volver
Arriba