Ayer fui a cobrar un cheque a un banco X. Me dispuse a esperar tranquilamente el momento en que fuera mi turno de pasar a la caja, cuando de repente llega una señora cargando una guagua y el guardia la hace pasar a la caja más cercana.
La zorra, ni un problema.
El tema es que al rato veo que llega la distinguida señora y ex ministra de educación Mariana Aylwin. No saca su número como el resto de los mortales y se instala a esperar que la atiendan.
En eso llega otra señora con guagua, y el guardia la hace pasar a la caja más cercana nuevamente.
Sin embargo, el mismo cajero le levanta la mano y le señala que espere.
Desde los incómodos asientos surge la figura de la señora Aylwin y pasa a la caja donde debió haber pasado la señora embarazada, y si no pasaba ella, debió haber pasado el número que correspondía que pasara.
La señora Aylwin se tomó varios minutos para realizar su transacción, y a la señora con la guagua no le quedó otra que esperar que se desocupara otra caja (cosa que no ocurrió, así que tuvo que esperar que se desocupara la misma donde estaba esperando).
Una vez finalizada su operación, salió raudamente del lugar, muy campante y sonriente la chuchesumadre, como si en ningún momento hubiera visto a la señora con guagua y más encima pasándose por la raja a todos los otros pobres diablos (yo incluido) que estábamos esperando hacía varios minutos por nuestro turno.
ASÍ QUE DESDE AQUÍ TE DIGO, MARIANA AYLWIN Y LA CONCHETUMADRE, PROCEDE A ACARICIARME EL TAJO DE LA CORNETA CON EL FRENILLO DE LA LENGUA, VIEJA CULIÁ ABUSADORA DE MIERDA, HIJA DEL GRAN PERRO TRAIDOR DE LA NACIÓN, BOSTA CONCHETUMARE, FEA CULIÁ, HEDIONDA CULIÁ.
Eso, no me creo un blog porque nadie lo va a leer
reclamar en voz baja desde la fila
