Homicidios resueltos por fantasmas
Elva Zona Heaster
El 23 de enero de 1897, Elva Zona Heaster de Lewisburg, Virginia Occidental, apareció muerta en las escaleras de su casa donde vivía con su marido. Su cuerpo fue descubierto por un vecino, un niño de unos 11 años que habitualmente ayudaba en las tareas de Elva.
Su hija solo tenía 23 años en el momento de su muerte. Sin embargo, Mary Jane Heaster no pudo soportar ver como el cuerpo de su joven hija Elva yacía sin vida. Esto ocurrió a finales de enero de 1897, Elva Zona Heaster fue enterrada en el cementerio local cerca de Greenbrier, Virginia Occidental. Para Mary Jane la muerte de su hija llegó demasiado pronto, pero también misteriosamente.
El médico forense declaró que la causa de la muerte fue por complicaciones en el parto. Pero Zona, como prefería que la llamaran, no se encontraba dando a luz cuando ella murió. De hecho, la mujer ni siquiera estaba embarazada. Mary Jane estaba segura de habían asesinado a su hija. Ella deseaba hablar con el espíritu de Zona para que pudiera explicar lo que realmente ocurrió ese trágico día. Y así fue, Zona habló desde su tumba, revelando no sólo cómo murió, además su testimonio desde el más allá sirvió para conocer a su asesino.
Apenas dos años antes de su muerte, Zona dio a luz a un hijo fuera del matrimonio, un acontecimiento realmente escandaloso a finales de 1800. El padre, quienquiera que fuese, no quiso casarse con Zona, así que la joven estaba en la necesidad de tener un esposo. En 1896, Zona conoció casualmente a Erasmus Stribbling Trout Shue (conocido como Edward). Él era un hombre en busca de una nueva vida trabajando como un herrero. Todo fue bastante rápido, Edward y Zona comenzaron un noviazgo.
Mary Jane, madre de Zona no estaba del todo de acuerdo con el noviazgo de su hija. Como madre protectora, había algo que no le gustaba de Edward. Él era prácticamente un desconocido, después de todo Mary Jane no confiaba en él. Sin embargo, pese a las protestas de su madre, Zona y Edward se casaron el 26 de octubre de 1896.
El 23 de enero de 1897, tres meses después de la boda entre Zona y Edward, un niño afroamericano de 11 años de edad llamado Andy Jones entró en la casa del matrimonio y encontró a Zona tendida en el suelo. Había sido enviado allí por Edward para preguntar a Zona si necesitaba algo del mercado. El chico se quedó un momento mirando a Zona, ya que no sabía qué hacer en ese momento. Su cuerpo estaba tendido recto con las piernas juntas. Uno de sus brazos estaba a su lado y la otra apoyada en su cuerpo. Tenía la cabeza inclinada hacia un lado.
Cuando Andy se dio cuenta de que estaba muerta el pánico se apoderó de él. Rápidamente, Andy salió de la casa de Zona y corrió a casa de su madre. Llamaron al médico local, el Dr. George W. Knapp. Él tardo aproximadamente una hora en llegar a la residencia de Zona, y en ese momento Edward ya había tomado el cuerpo sin vida de Zona y la llevó a una habitación del segundo piso. Cuando el Dr. Knapp entró en la habitación, él se sorprendió al ver que Edward había vestido a Zona con su mejor traje, un hermoso vestido con un cuello alto y duro. Edward también había cubierto su joven rostro con un velo.
Obviamente, Zona estaba muerta. Pero, ¿cómo? El Dr. Knapp trató de examinar el cuerpo para determinar la causa de la muerte, pero no pudo encontrar nada fuera de lo común que explicará la muerte de lo que parecía ser una mujer joven y sana.
Pero el Dr. Knapp observó una ligera decoloración en el lado derecho de la mejilla y el cuello. El médico quiso examinar más afondo las marcas, pero Edward protestó con tanta vehemencia que el Dr. Knapp se vio obligado a terminar el examen, concluyendo que la joven había muerto por problemas en el parto, obviando por completo las extrañas marcas en el cuello que no había podido examinar.
La revelación del fantasma de Zona
Mary Jane no se podía explicar cómo pudo ocurrir ese trágico final, aunque siempre desconfió de Edward. Pero sus sospechas se profundizaron en el velatorio de Zona. Edward estaba actuando de manera extraña; no como el típico marido de luto. Algunos de los vecinos que asistieron a la vigilia también le notaron cierto nerviosismo. En un momento parecía desconsolado y al rato muy agitado y nervioso. Pero sobre todo Edward no permitía que nadie se acercara a ella.
Al final Zona fue enterrada. A pesar de todo lo extraño que rodeaba la muerte de su hija, Mary Jane no tenía ninguna prueba de que Edward fuese el culpable de la muerte de Zona. Pero a partir de aquí las cosas cambiaron para Mary Jane, fue testigo de algunos fenómenos inexplicables.
Mary Jane cogió una sábana blanca del ataúd de Zona antes de que fuera sellado. Pensó que Edward debería tener ese recuerdo, pero él se negó a aceptarlo. Mary Jane se quedó con la sabana como un recuerdo de Zona, sin embargo, se dio cuenta que tenía un extraño olor indefinible. Ella llenó un recipiente con agua para lavar la sabana. Cuando sumergió la sabana, el agua se volvió de color rojo, como si fuera sangre. Intentó limpiar la sabana diversa veces, pero la mancha de color rojo no desparecía. Para Mary Jane estaba claro, era una señal de Zona.
A partir de ese momento, Mary Jane rezaba todos los días y pedía al espíritu de Zona que le revelara las circunstancias de su muerte. Durante dos semanas Mary Jane le rezaba al espíritu de Zona… hasta que sus plegarias fueron contestadas. Mary Jane afirmó que el espíritu de Zona se le apareció en cuatro ocasiones noches. Durante estas visitas espectrales nocturnas, Zona le contó a su madre cómo había muerto.
Según Zona, Edward era cruel y abusaba de ella. El día de su muerte, la violencia de Edward había ido demasiado lejos. Edward perdió el control cuando Zona le dijo que no tenía carne para la cena. Enfureció de tal manera que atacó a Zona salvajemente rompiéndole el cuello. Para probar lo que estaba relatando, el fantasma volvió lentamente la cabeza para enseñar a Mary Jane las marcas en su cuello.
![](http://www.mundoesotericoparanormal.com/wp-content/uploads/2014/04/casa-elva-zona-heaster.jpeg)
Casa de Elva Zona Heaster en Lewisburg, Virginia Occidental.
Las pruebas
El fantasma de la Zona confirmó las peores sospechas de su madre. Todo encajaba: el extraño comportamiento de Edward y la forma en que trató de proteger el cuello de su esposa muerta en el momento de la autopista y en el velatorio. Había asesinado a la pobre mujer. Mary Jane llevó su historia a John Alfred Preston, el fiscal local. Preston escuchó pacientemente, pero con escepticismo, la historia de la señora Heaster sobre el fantasma delator.
El fiscal Preston ordenó que se exhumara el cuerpo de Zona para una autopsia. Edward protestó por el procedimiento judicial, pero no tenía poder para detenerlo. Él comenzó a mostrar signos de gran tensión. Dijo públicamente que él sabía que iba a ser detenido por el crimen, pero que
“no iban a ser capaces de demostrar que el fuera el asesino”.
Las evidencias
La autopsia reveló que, tal y como había dijo el fantasma, que Zona había sido estrangulada violentamente. Edward fue arrestado bajo la acusación de asesinato. Y a partir de este momento salió a la luz los verdaderos orígenes de Edward, un psicópata y maltratador que había estado varias veces en la cárcel, era el verdadero mal. Pero lo más sorprendente, es que él estaba seguro de que no iba a ser condenado por la muerte de Zona. ¿Qué evidencias le incriminarían?
El juicio: la justicia del fantasma de Zona
Era finales de junio, y el juicio de Edward dio comienzo ante un jurado popular. Aunque la realidad es que no había testigos ni tampoco pruebas. Además el tribunal dictaminó que el enjuiciamiento de testimonio del fantasma era inadmisible. Pero entonces el abogado defensor de Edward cometió un grave error que cambió el destino del juicio. Llamó a Mary Jane Heaster al estrado. En un intento, para mostrar públicamente que la mujer estaba desequilibrada sacó a relucir el asunto del fantasma de Zona.
Sentada en frente del jurado, Mary Jane contó la historia de cómo el fantasma de Zona se le apareció y acusó a Edward de su propio asesinato. Y pasó lo que nunca antes había ocurrido, el jurado creyó la versión de Mary Jane y dictaron un veredicto de culpabilidad por el cargo de asesinato.Edward fue sentenciado a cadena perpetua. Murió el 13 de marzo de 1900 en la penitenciaría Moundsville, Virginia Occidental.
La sorprendente historia ocurrió realmente, convirtiéndose así en un caso paranormal que sacudió los cimientos de la justica norteamericana. Y acabamos resumiendo un acontecimiento único en la historia:
Según el médico forense, Elva Zona Heaster murió de causas naturales en 1897. Su espíritu se apareció a su madre para describir cómo fue asesinada por su esposo Edward. La autopsia en el cuerpo exhumado verificó la historia de la aparición fantasmal. Edward, fue declarado culpable de asesinato y condenado a cadena perpetua en la prisión estatal. Es el único caso en que el testimonio de un fantasma ayudó a condenar a un asesino.
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Teresita Basa
Teresita Basa era una de las enfermeras más queridas del hospital Edgewater en Chicago. La mujer había nacido en la Filipinas en 1929. A sus 48 años ya había logrado convertirse en la jefa del departamento de terapia respiratoria, una verdadera historia de éxito y del sueño americano. Tristemente, en Febrero de 1977 un terrible incendio arrasó con su departamento y los bomberos hallaron el cuerpo parcialmente carbonizado de una mujer. La porción superior del cadáver era irreconocible, había sido colocado bajo una cama.
El único detalle notable era el cuchillo enterrado en el pecho justo en el corazón. La autopsia demostró que el cuerpo perteneció en vida a Teresita Basa, además de haber sido violada murió de cuatro salvajes puñaladas. Hubieron varios sospechosos sin embargo la policía no pudo encontrar al asesino de la enfermera.
Apenas transcurridos unos meses una noche una mujer llamada Remedios Chua, esposa del Dr. Told Chua, y compañera de trabajo de Teresita en el hospital pareció dar los primeros pasos en el esclarecimiento de este espantoso crimen.
Estando en el baño de su casa, la señora Remedios comenzó a experimentar una especie de trance.
Al verla su marido le preguntó qué ocurría. No obstante, la voz que le respondió no era la de su esposa.
La mujer en evidente estado de posesión, comenzó a decir que ella era Teresita Basa, que había sido asesinada, y que quería que supieran quién era su asesino.
En primer momento el Dr. Told Chua no creyó en la situación, pues le parecía inverosímil que a su esposa la estuviese poseyendo el espíritu, sobre todo el espíritu de una colega, de la que no habían sido especialmente tan cercanos en vida.
Sin embargo las posesiones siguieron, y en cada una de ellas el alma de Teresita Basa parecía dar más y más datos sobre quién puso fin a su existencia.
El Dr. Told Chua decidió acudir a la Policía, sin sospechar que esa decisión daría un vuelco de 180 grados a la investigación.
Una mañana, los detectives Stachula y Lee Epplen recibieron la extraña llamada de un médico que aseguraba que su esposa entraba en estados de trance, en los cuales canalizaba al espíritu de Teresita Basa, quien al parecer estaba decidida a resolver su asesinato.
Los detectives tampoco creyeron la historia, sin embargo accedieron a escuchar las grabaciones que los doctores habían hecho de los mensajes transmitidos por Teresita, durante las posesiones a Remedios.
En ellas Teresita Basa decía que su asesino era un joven llamado Allan Showery, quien había ido a su apartamento a instalar un equipo de televisión, y que había robado valiosas joyas, que el padre de Teresita le había traído a su madre desde Francia, y que al ser descubierto, la mató.
Incluso, el espíritu que decía ser la mismísima Teresita afirmaba que Showery le había regalado el collar de perlas de su madre a su amante.
Allan Showery, principal sospechoso del crimen, según el testimonio del espíritu que poseía a Remedios Chua, y quien afirmaba corresponder a Teresita Basa
CASO RESUELTO
Decidieron comenzar la búsqueda. Investigaron las llamadas de Teresita, y efectivamente encontraron una hecha por ella, desde el hospital, a Allan Showery el día del homicidio.
Resolvieron visitar a Showery. Al llegar a su apartamento, encontraron las joyas. Allan Showery se declaró culpable de inmediato.
Incluso, la Policía logró recuperar el collar de perlas, el cual tal como decía el espíritu de Basa se encontraba en poder de la compañera sentimental de Showery.
Al día de hoy, la Policía de Chicago no se explica de dónde pudieron obtener tanta información los esposos Chua.