La historia de Narumi y Nicolás comenzó a fines del 2014, cuando Zepeda decidió realizar un curso de intercambio en una casa de estudios japonesa, en Tsukuba. En octubre de ese año, conoció a la joven, fecha en que iniciaron una relación amorosa, la cual se mantuvo hasta 2016, cuando habrían terminado producto de los celos del chileno.
En detalle, en 2015, Nicolás debió volver a Chile tras terminar su intercambio. En paralelo, ella, se inscribió en la universidad de Besançon, en Francia, para estudiar lingüística aplicada. De acuerdo con los psicólogos de la policía local, Zepeda se volvió "violento, celópata y obsesivo", llegando al punto de solicitarle borrar sus redes sociales y exigirle "no salir con nadie".
Previo a terminar la relación, Zepeda habría subido un video, que luego él mismo borró, donde habla de una serie condiciones y amenazas que Narumi debía seguir en caso de querer continuar su vínculo amoroso, registro que será utilizado como prueba contra el chileno en el proceso judicial.
"Recientemente, Narumi no solo hizo cosas malas, que le están costando seguir algunas condiciones, con el fin de mantener esta relación. Si Narumi sigue estas condiciones, por dos semanas desde ahora, dejaré las condiciones sin ningún efecto. Así que si hasta el 21 de septiembre ella cumple todo, yo voy a dejarla, porque yo no quiero vivir así, tampoco quiero que ella viva así", se escucha en el registro.
A eso se suma que se encontraron 981 correos electrónicos enviados por Nicolás Zepeda en un plazo de 40 días, lo que coincide con una visita que hizo a Europa "por razones laborales" y donde, según su relato, se habría encontrado con ella. Sin embargo, acorde con la acusación, el chileno habría decidido viajar a Francia tras enterarse que Narumi mantenía una nueva relación.
CRONOLOGÍA DE LA DESAPARICIÓN
Dos semanas antes de la última vez que Narumi fue vista con vida, el chileno había arrendado un auto con GPS incorporado, donde quedó registrado todo el movimiento que hizo en el viejo continente: del aeropuerto de Lyon, viajó hasta Besançon. Luego volvió a Dijon y en un supermercado compró un bidón de 5 litros con combustible para estufas, un detergente con cloro y fósforos. Al día siguiente, recorrió una zona de bosques en el sector de Jura.
Luego, se quedó en una pieza en un hotel de Ornans, ciudad distante a 25 kilómetros de Besanzón. La noche del 4 de diciembre de 2016 se juntó con Narumi a cenar en el restaurante del hotel. A las 10 de la noche conducen nuevamente hasta el campus universitario y estacionó su vehículo en la residencia de la joven. De allí no se movió hasta la madrugada del 6 de diciembre.
A eso se suma que, las cámaras de la residencia muestran a Zepeda abandonando el establecimiento por la puerta trasera. Frente a ello, en su declaración voluntaria, el chileno argumentó que abandonó el lugar por la puerta de emergencia porque se le había "caído" su celular entre los arbustos.
Si bien Zepeda reconocer haber pasado la noche del 4 al 5 de diciembre junto a Narumi, ha negado en reiteradas ocasiones haber participado en la desaparición y muerte de la joven de origen japonesa. No obstante, varios estudiantes escucharon "gritos de terror" y un ruido ensordecedor "como si alguien golpeara".
Sin embargo, nadie avisó a la policía y, según lo declarado por Zepeda, los ruidos se deberían a que ambos intimaron. En los días siguientes, los familiares de Narumi Kurosaki recibieron mensajes a través de sus cuentas en las redes sociales considerados a veces incoherentes, los cuales los investigadores de la policía judicial de Besanzón los atribuyeron posteriormente al acusado.
No fue hasta el 13 de diciembre cuando un funcionario de la Universidad de Franche-Comté declaró la desaparición de la estudiante. Para ese entonces, Nicolás Zepeda ya había regresado a Chile, tras pasar varios días en España con un primo.
de sepukkuardo
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