Recojo tres preguntas que me parecen están contenidas en el post inicial de peñi y esbozo una respuesta a cada una de ellas.
¿Cómo combatir ideológicamente al neoliberalismo?.
El así llamado neoliberalismo es tanto una doctrina política como una doctrina económica(o una amalgama de teorías económicas). Así pues, un primer paso en la lucha contra éste es la critica teórica de dichas doctrinas, un negocio evidentemente académico y por lo tanto elitista, y sin embargo crucial en el combate político del fundamentalismo de mercado(otra denominación en uso para el neoliberalismo). En un Estado moderno cada política a implementar debe justificarse racionalmente y en particular aduciendo evidencia técnico-científica de su eficiencia en lo que respecta a los fines propuestos. El neoliberalismo cuenta hoy en día con la hegemonía ideológica para presentarse como “la” argumentación científica capaz de justificar las políticas económicas que tienden al favorecer al gran capital en desmedro del grueso de la población, a favorecer a unos pocos a costa de muchos. Esos pocos la utilizan como coartada para promover sus intereses haciéndolos pasar por intereses generales(“favorezcamos la empresa, de este modo nos favorecemos todos”).
En la medida en que las propuestas neoliberales sean criticadas, mostrando los errores en que incurren(cuestión que por lo demás se viene haciendo desde hace tiempo en el concierto académico mundial) dichos grupos, y sus extensiones políticas(udi rn) ya no contarán con legitimaciones seudocientíficas para colocar sus intereses por sobre los demás, y este vacío de legitimidad puede ser aprovechado para dar un golpe de timón a la política general de crecimiento económico ha desarrollar.
Por otro lado, el neoliberalismo ha filtrado las esferas cotidianas de la comprensión del mundo, decantado de las esferas especializadas en dónde se desarrolló, lo cual ha reforzado su legitimidad a nivel social. Todos hemos oído(incluso en este mismo foro) a gente que no sabe economía decir “lo que hay que hacer es favorecer las inversiones, de este modo se favorece el empleo y el crecimiento” lo cual viene a ser una versión hipersimplificada de la teoría de la oferta(una de esas teorías económicas que forman el corpus del neoliberalismo), teoría que desde luego es acertada en ciertos niveles pero que no es posible de aplicar de manera fundamentalista como quiere el neoliberalismo, en economía lo que vale es la observación atenta del desarrollo empírico del sistema económico y no la adhesión dogmática a modelos abstracto de desarrollo.
Esa legitimidad social con que cuenta el neoliberalismo, que se expresa en la adhesión ciudadana a determinados partidos políticos, o a la implementación de determinadas políticas económicas, también se ve afectada por la crítica académica pues del mismo modo en que la doctrina neoliberal se filtra desde las esferas intelectuales dicha crítica se desliza hacia el mundo cotidiano reorganizando la comprensión del mundo de los involucrados. La labor periodística de difusión de nuevas ideas es fundamental aquí, ella debería generar un perpetuo estado de efervescencia intelectual y político entre los ciudadanos, mantenerlos informados correctamente sobre las cuestiones de interés público y reforzar la labor de vigilancia de la sociedad sobre su gobierno a través de una opinión pública informada y activa, como debe acontecer en toda democracia sana.
¿Cuál es el sujeto político activo en esta lucha?
Con toda seguridad no existe un sujeto político privilegiado como el que durante mucho tiempo fue aceptado por la izquierda, me refiero a la clase de los “trabajadores” o dicho como slogan, “el pueblo”. La vasta amalgama de asociaciones voluntarias provistas por la sociedad civil y destinadas a polemizar en torno a temas sociales de interés público, los movimientos sociales quiero decir, son los llamados a presionar la estructura política en pos de cambios sociales profundos. Esta es un tesis de aceptación general hoy en día(en las ciencia sociales quiero decir), asumiendo que los partidos políticos cumplen una función conservadora más que nada. Pero para que los MS sean propositivos deben ser movimientos ilustrados, informados, de modo tal de evitar incurrir en absurdos utopismos, aunque la imagen utópica en sí sea sana y tenga una importante función social, y deberían alimentarse de ese periodismo al que aludí más arriba, ese periodismo culto que es necesario en una democracia vasta que cumple la imprescindible labor de ilustración de sus ciudadanos(pues es evidente que no todos tienen los medios ni están capacitados para acceder a la literatura especializadas en las diversas áreas, economía, sociología, política etc.)
¿Que proyecto alternativo se propone?
Terminado el siglo XX está claro que toda transformación radical de la sociedad se paga con un alto precio en sufrimiento humano, en sangre derramada que ensucia los objetivos buscados y degrada el proceso en su totalidad. Por eso cualquier proyecto positivo de sociedad debe enmarcarse en un prudente reformismo al interior de la democracia representativa, única forma de democracia posible en nuestras sociedades complejas, en un lento proceso de prueba y error, razonando cada paso y juzgándolo según sus méritos, los dogmatismos de cualquier especie deben pertenecer al pasado.
La experiencia social más exitosa del siglo pasado, exitosas en cuanto a sus grados de bienestar material generalizado, amplia libertad individual, convivencia social pacífica, etc, fue, como es sabido, la de las socialdemocracias europeas. En ellas se hizo convivir de manera armónica y eficiente principios socialistas de justicia con libertad de mercado de modo tal que se generaron formas de sociedad de las cuales un gran personaje intelectual del siglo XX pudo decir que se pusieron a la altura de los ideales ilustrados del siglo XVIII(los principios generales que gobiernan nuestra modernidad, por si alguien no sabe).
Hacia esa experiencia es hacia la cual deberíamos volvernos, en un intento de perfeccionarla, separando la paja del trigo, adaptándola y haciéndola más eficiente en todo sentido. Desde luego no faltará quien diga que el welfare state se halla en crisis hoy en día, cuestión cierta, pero esa crisis no supone tanto una fase terminal como una readecuación a las condiciones de un mundo globalizado y con una estructura económica y política diferente a la de sus años de formación y gloria(fines de los 40 hasta principios de los 70).
¿Qué elementos contiene dicho welfare state?. En primer lugar, y de manera fundamental, un amplio pacto social que permitió acercar a las clases en pos de un objetivo común, la paz social(los motivos contingentes de ese pacto son harina de otro costal), el sentimiento de tener un destino común y la obligación de trabajar colectivamente en pos de él; el papel del Estado, en algunos welfare state europeos el estado llegó a controlar el 50% del pib nacional y gravó con altísimos impuestos la renta de las personas, esto le permitió crear una vasta y eficiente red de protección social que hicieron realidad todos esos derechos sociales de los que se habla: derecho a la educación, a la salud, a pensiones dignas, etc.; libre mercado, a pesar del rol del Estado la economía de los ws siguió siendo de libre mercado con todas las ventajas en cuanto a eficiencia y crecimiento que eso implica y los efectivos márgenes de libertad que ello supone.
Estos factores fundamentales creo que deben ser considerados en cualquier proyecto de país con ganas de superar el pobre tipo de sociedad que hoy tenemos, una sociedad con desigualdades tremendas y más irritantes aún si uno las confronta con el discurso triunfalista de la Concertación.
Y junto con la reestructuración interna debe darse una política de real integración latinoamericana, aunque sin duda es más dificultosa de lo que ha sido la integración europea, que nuevamente se transforma en nuestro modelo, debido a los diferentes grados de desarrollo de los países de la región. Esto a la vez que puede ser provechoso genera un ambiente de concordia regional necesario para una buena convivencia. Chile no puede seguir dándole la espalda a Latinoamérica creyéndose “diferente” al resto de la región. “Mas vale tener amigos que ser rico” reza el refrán, y no tenemos nada asegurado(piensen en Uruguay que durante décadas tuvo unos índices de vida similares a los países europeos y que hoy se halla en completa decadencia, o en la misma Argentina, alguna vez la potencia económica de la región, hoy una nación con profundas crisis de todo tipo)
Y esa seria mi contribución por ahoritas.
Nota: cuando en el contexto de la crítica al neoliberalismo se habla de “empresa” se da por entendido que nos referimos a la “gran empresa” y no a aquellas que entran en las categoría de pymes, que corresponden a otra realidad.