Tiene más existencia que los recuckblicanos que se de buena fuente que están por disolverse
Esa wea de partido funciona como Herbalife.
Históricamente, en Chile jamás funcionaron los movimientos políticos ‘con apellido’ (y por extensión, los partidos conformados en torno a un hombre (a diferencia del
peronismo argentino, por caso). Es cosa de ver cuánto perduraron en nuestro país, el
balmacedismo, el
alessandrismo o el
ibañismo tras el termino de esos gobiernos. Por excepción, hablar de
allendismo y
pinochetismo obedece a dinámicas muy diferentes; que versan sobre movimientos muy transversales y azuzados por lo radical de sus seguidores (más allá de la militancia activa y fuerte adhesión)
¿A qué viene esto? El Partido Republicano se formó por, para y en torno a José Antonio Kast; quien cayó en descrédito al ser una candidatura polémica, vanalizada por la caricatura de la
zanja y el - poco menos - despojar de derechos a medio mundo; todo ello, cuestión que capitalizó la izquierda. Lo mismo aplica a Franco Parisi, quien vende la imagen de un partido supuestamente libre de caudillismos y autónomo en sus decisiones, pero que adolece de los mismos patrones de la vieja política (Ej. Decisiones en bloque, liderazgo vertical, etc.) y el perjuicio contra el líder: Un tipo que no se atreve a pisar territorio chileno por las deudas de pensión alimenticia y la mentalidad - vista de afuera - del partido como un producto de marketing tipo
Herbalife (con culto ciego al líder y buscar resultados a toda costa)
Si Kast y Parisi caen como figuras, sus respectivas plataformas llamadas
partidos se van a la basura; dejando a sus militantes como huérfanos en búsqueda de otra tienda que los acoja.