Los problemas de Garces son tres;
Una que nunca perteneció a la mafia llamada colegio de entrenadores.
Dos que tiene pasaporte chileno algo imperdonable para un weón que quiere ser franco y directo en sus juicios (si fuera argentino, sería Dios del fútbol, de la valentía y la transparencia), algo que te juega en contra en este país y te forma una mala imagen como profesional.
Tres, los jugadores chilenos son demasiados cabrones para sistemas de disciplina rígidos, junto a que los dirigentes son demasiado resultadistas y amateur, para imponer disciplina se necesita respaldo de la directiva y para ser profesional se necesitan que al menos te pasen ropa de trabajo decente, recursos suficientes como buses y hoteles dignos para viajar y concentrarse, o el logro supremo, que te paguen el sueldo....
Los resultados sea Garces un multicampeon o un ganador de nada no demuestra nada ni le da más valor a su critica, porque hay weones que no ganan por meses, incluso años, y pega no les falta, hay otros que mandan al descenso a equipo que toman y ahí siguen entrenando, todo esto en una gran mafia, la mafia del fútbol
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Ahora en criticas más amplías, no se habla de fútbol, es evidente todo se enfoca en la estadística y en la chimuchina.
Está lleno de weones mala leche que atacan a la persona y no al argumento, por supuesto, acá te censuran por todo y los mismos entrenadores parecen que comparten un pacto de silencio, mientras que en argentina o en europa todos los partidos se analizan por horas y horas, y nadie se siente con nadie porque se percibe enmierdado o menoscabado, otra cultura de sentir y aprender de fútbol
discerniendo y discrepando .
INAF
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