BAPHOMET: EL DIOS DE LA LUZ
Repasar la figura del dios de la Luz (Baphomet, Lucifer, Iblis, Prometeo…) y su historia sirven para descubrir su condición de dios de la Luz y de la iniciación. Sin él, de hecho, la iniciación no puede ser culminada. Él es quien entrega el conocimiento, libera de dogmas y eleva a los altares de la iniciación completa.
EL DIOS DE LA LUZ EN LA HISTORIA
Existe un dios de la Luz, denominado Baphomet, Lucifer, Iblis, Prometeo…, que aparece a lo largo de los tiempos entre los Templarios, los rosacruces, los Illuminati y la masonería, portando la Luz y la iniciación.
Así, los Templarios medievales y actuales tuvieron y tienen como dios de la Luz a Baphomet, la “cabeza parlante”. Y ese dios de la Luz fue quien los guió en su grandiosa empresa medieval.
Las enseñanzas más ocultas de la Orden Illuminati dicen que, según la historia mitológica de los Illuminati, Adam Weishaupt, hacia 1774, entró en contacto con el místico danés Kolmer, el cual había viajado por Egipto, Medio Oriente y Oriente y recibido la tradición esotérica. Gracias a ello, Weishaupt pudo contactar con una “cabeza parlante”, Baphomet, para después fundar los Illuminati de Baviera por orden de la misma. Como fundador de la Orden Illuminati yo también recibí revelado por Baphomet el Liber Zión en los años 1999 y 2000, un texto de vital importancia para los Illuminati. El Liber Zión proclama el inicio de la Nueva Era de Zión, era de igualdad, libertad, amor, ligada al final de los esclavismos religiosos, políticos y económicos.
Los rosacruces, por demás, parten de un personaje mítico, Christian Rosenkreutz, y de una serie de obras de principios del siglo XVII: Fama Fraternitatis , Confessio Fraternitatis y Boda alquímica de Christian Rosenkreutz . Estas obras y el citado personaje provocaron la aparición de las primeras órdenes rosacruces en el siglo XVIII, la Rosacruz del Oro y la Rosacruz del Antiguo Sistema, y el nacimiento posterior de otras dos ramas rosacruces inspiradas en éstas: la Golden Dawn y Thelema. Pues bien, algunas de esas órdenes y ramas no sólo conocieron al dios de la Luz, Baphomet o Lucifer, sino que, en ciertos casos, le rindieron culto. El iniciado inglés Aleister Crowley (1875-1947), el fundador de Thelema, escogió el nombre iniciático de Baphomet, recibió revelado el Liber Legis por parte de una entidad próxima al dios de la Luz (Aiwass) y editó la revista Lucifer , siendo su lema libertario “Haz lo que quieras. Eso debe ser la totalidad de la Ley”.
Finalmente, la masonería moderna, que tiene su origen en la Gran Logia de Londres (1717) y en las Constituciones de Anderson (1723), igualmente incorporó e incorpora en sus rituales y enseñanzas, aunque cada vez menos, al dios de la Luz bajo los nombres de Iblis, Baphomet, Lucifer... Ese dios aparece en grados del Rito de Memphis-Misraïm, heredado por la Societas OTO, y del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, del cual la Orden Illuminati recoge varios grados.
Así, por ejemplo, el general Albert Pike (1809-1891), uno de los dirigentes masónicos (Rito Escocés, jurisdicción Sur) de la masonería de los Estados Unidos y autor de uno de los tratados masónicos más célebres , Morals and Dogma of the Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry , dio suma importancia al dios de la Luz en su versión de Lucifer. En su célebre Morals and Dogma escribió: “LUCIFER, ¡El Portador de la Luz! ¡Extraño y misterioso nombre, dado al Espíritu de las Tinieblas! ¡Lucifer, el Hijo de la mañana! ¿Él es quien lleva la Luz, y con sus resplandores intolerables ciega a las Almas débiles, sensuales o egoístas? ¡No lo dudéis, porque las Tradiciones están llenas de Revelaciones e Inspiraciones divinas, y la Inspiración no es de una Edad, ni de un credo. Platón y Filón también estaban inspirados”. Y, en otro punto, Pike redondeó lo dicho al reconocer a Lucifer como “el instrumento de la Libertad y la voluntad libre”, retomando un mensaje de libertad e igualdad del dios de la Luz ya presente en otras órdenes de la Tradición Occidental.
En resumen, se puede decir que existe un dios de la Luz, denominado Baphomet, Lucifer, Iblis, Prometeo…, que aparece entre los Templarios, los Illuminati, los rosacruces y la masonería, portando la Luz y la iniciación, y también ofreciendo libertad e igualdad.
BAPHOMET
La figura de Baphomet ha estado sujeta en repetidas ocasiones ha interpretaciones poco rigurosas. El fallecido Montague Summers, presunto experto en demonología y brujería, derivaba la palabra del término griego Baph Metis , bautismo de Luz. La ocultista Madeline Montalban, fundadora de la Orden de la Estrella de la Mañana, defendía la hipótesis de que el nombre se derivaba de la exótica palabra Bfmaat , que significaba “el Abridor de la Puerta”. Y el ocultista francés Eliphas Lévi aseguraba en sus obras que el secreto de tan misterioso nombre se descubría al invertir sus letras. No seré yo quien entre en la polémica. Para mí, la apreciación más correcta es que Baphomet significa bautismo de Luz y Sabiduría.
En cualquier caso, siguiendo el excelente dibujo que realizó Eliphas Lévi, encontramos los símbolos que demuestran que Baphomet es, sin duda, el dios de la Luz y la iniciación.
Lévi dibujó a Baphomet con cabeza de cabra, rasgos andróginos y símbolos iniciáticos, sentado sobre un cubo. Entre los cuernos de la entidad dibujó un pentragrama y una antorcha. En su cuerpo añadió unos pechos femeninos y un falo con forma de vara de Hermes, un brazo masculino y otro femenino y una mano hacia arriba y otra mano hacia abajo, señalando una luna creciente y otra menguante. Cada brazo tenía una palabra en latín: solve y coagula .
Repasemos los símbolos citados desde la simbología. La piedra bruta simboliza al masón en estado bruto, el Aprendiz. El cubo de seis caras (cuadrados) simboliza al masón en estado elevado, el Compañero. El cuadrado, que se relaciona con el cubo, es el símbolo del mundo y de la naturaleza. En él encontramos el nombre de dios en hebreo, YHVH, los cuatro elementos, las cuatro estaciones. Tenemos, pues, a un Baphomet sentado sobre el mundo, el dios de la Creación.
La antorcha simboliza la Luz divina y es llevada por aquél que porta la Luz a la Humanidad. Baphomet es, por tanto, según la simbología, el dios que porta la Luz. ¿No concuerda esta explicación con la condición de dios de la iniciación de Baphomet?
El pentagrama o estrella de cinco puntas ha sido utilizado desde los albores de la humanidad. Los pitagóricos lo denominaban Pentalfa y algunos iniciados lo vinculan a Sirio, el primer dios que, tal vez, conoció la humanidad. Kenneth Grant, jefe de la OTO inglesa y último discípulo de Aleister Crowley, apuntaba que “para los egipcios Sirio fue expresado por el jeroglífico de los dientes y la serpiente, siendo ella la madre primordial que parió a los siete planetas conocidos como los determinadotes del tiempo”. Se podría añadir que Sirio está representada también por el perro y es la “estrella de la mañana”, la estrella que da origen a la Creación... Baphomet, por todo ello, se presenta con un símbolo ligado al primer dios, a la Luz Primordial.
El estado derecho del pentagrama simboliza el triunfo del espíritu sobre la materia; el estado inverso, por contra, simboliza lo contrario. El pentagrama de Baphomet aparece en su estado derecho, porque su figura es divina e iniciática, no material como es el caso de Satanás. De hecho, las sectas satánicas actuales utilizan el pentagrama en inversión.
El resto de simbología de Baphomet, sin embargo, debe observarse desde el hermetismo y sus 7 principios herméticos. Los símbolos de Baphomet se muestran ligados a los 7 principios herméticos. Eso prueba una vez más que éste es el dios del conocimiento, la Luz y la iniciación.
El hermetismo invita a descubrir todos los misterios del Universo y Baphomet posee su ciencia desvelada en símbolos.
Veamos la relación entre los 7 principios herméticos y Baphomet.
1. PRINCIPIO DE MENTALISMO.
Las palabras solve y coagula de Baphomet, en alusión a la facilidad para disolver y crear, simbolizan el “todo es mente, el Universo es mental”.
2. PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA.
Una mano hacia arriba y otra mano hacia abajo de Baphomet simbolizan el “como es arriba, es abajo”.
3. PRINCIPIO DE VIBRACIÓN.
Las citadas manos y la vara de Hermes en vibración simbolizan el “nada está inmóvil, todo vibra”.
4. PRINCIPIO DE POLARIDAD.
Las dos direcciones de las manos, la luna negra y la luna blanca, los pechos femeninos y el falo masculino de Baphomet, simbolizan el “todo es doble”.
5. PRINCIPIO DE RITMO.
Las fases lunares representadas por las dos lunas simbolizan el “todo fluye y refluye, avanza y retrocede, sube y baja”.
6. PRINCIPIO DE CAUSA Y EFECTO.
Las palabras solve y coagula de Baphomet simbolizan el “toda causa provoca un efecto y todo efecto parte de una causa”.
7. PRINCIPIO DE GENERACIÓN.
Los pechos femeninos y el falo masculino, los dos tipos de brazo de Baphomet, simbolizan el “todo es masculino y femenino”.
Cuando el iniciado culmina la iniciación, mediante vías tradicionales de iniciación, se transforma en el andrógino divino, en el andrógino alquímico, en el propio dios, descubriendo que puede transformar su realidad y toda la realidad que lo envuelve. Es entonces cuando ha superado todas las fases de la alquimia y la última fase Obra al Rojo. Se puede decir que es entonces cuando, gracias a Baphomet y a una ruta iniciática unida a él, ha descubierto su poder real. Y es que sin Baphomet la iniciación no puede ser completada, porque falta conocimiento, Luz y una ruta iniciática que exalta al hombre a su condición de dios.
Por todos estos motivos, los iniciados de alto grado que hemos experimentado esa fase alquímica, la Obra al Rojo, tenemos el deber de exaltar la figura del dios de la Luz, en el proceso iniciático, abandonando cualquier duda al respecto. Recordemos a Pike y sus célebres frases sobre Lucifer; a Crowley y su Himno a Pan , el poema que mejor describe la iniciación en pocas líneas; o a Adam Weishaupt.