CHILLÁN.- Hasta el Parque Monumental de Chillán Viejo llegó este viernes el Presidente Sebastián Piñera para conmemorar el 232° aniversario del natalicio de Bernardo O'Higgins.
Pero lo que se había concebido como una celebración terminó con confusos incidentes, debido a las fuertes de medidas de seguridad que se implementaron a dos cuadras del recinto y una "salida de libreto" protagonizada por el propio Mandatario.
Los problemas se iniciaron luego que Carabineros impidiera el paso a todas las personas que querían presenciar el desfile cívico-militar en honor al prócer.
Según Radio Cooperativa, en principio ni siquiera se le permitió el acceso al obispo Carlos Pellegrin, por lo que un grupo de concejales comenzó a protestar y decidió retirarse del parque. Pero antes de eso uno de ellos fue detenido por un altercado verbal con la policía.
El superintendente de Bomberos de Chillán tampoco pudo ingresar al acto, por lo que los voluntarios se restaron del tradicional desfile e hicieron sonar su sirena durante más de cuatro minutos, aunque después justificarían esto diciendo que se les quedó "pegada" a raíz de "un problema técnico".
La comedia de equivocaciones no terminó allí, ya que cuando finalizó la presentación de las fuerzas militares, el Presidente se levantó de su asiento y la banda dejó de tocar, provocando el desconcierto de las organizaciones cívicas que esperaban su turno en el desfile.
El Mandatario cruzó la calzada para saludar al público que tenía al frente, movilizando tras él a su comitiva y a toda la prensa que cubría la actividad, que creyó que tras ello partiría hacia su próximo destino.
El hecho causó fuerte molestia al alcalde Felipe Aylwin, quien se retiró afirmando que lo ocurrido era "bochornoso", al igual que los parlamentarios Hugo Gutiérrez (PC) y Mariano Ruiz-Esquide (DC).
"Lo que ha habido es un infinito desorden. El Presidente abandonó la tribuna, la gente pensó que se había terminado", declaró el senador DC, quien aseguró que esto "nunca había sucedido".
Luego de unos diez minutos de incertidumbre, Piñera volvió a su ubicación y se dio paso al desfile ciudadano, que duró menos tiempo que en otros años.
Uno de los testigos de lo sucedido fue el ministro de Defensa, Jaime Ravinet, quien al finalizar la ceremonia destacó los aspectos positivos de ésta, aunque reconoció que el Jefe de Estado se salió de protocolo.
"Efectivamente el Presidente, en su afán de responder al cariño de la gente y mientras terminaba el acto, cruzó a saludarla y pasó varios minutos besando y abrazando a la gente. Y después volvimos y el acto terminó normalmente", aseguró más tarde a Emol.
"Pero el lío no lo armó él. Efectivamente se salió de libreto, porque él es así, pero él no causó ningún alboroto. El alcalde se puso nervioso y declaró una serie de cosas que provocaron confusión", agregó.