Mr Whitehand
Pendej@
- Registrado
- 2009/04/05
- Mensajes
- 2.769
- Sexo
La verdad es que con todo esto que ha pasado se ha redoblado mi desdén y desprecio hacia la izquierda ideológica y los valores que promulgan. Realmente no hay ley ni Dios en esta gente infectada con este cáncer filosófico-político. Prostituyen todos los valores por la causa y la camadería partidista. Son capaces de mirar para el lado ante el más horendo de los crímenes de sus compañeros y no tienen reparos en exacerbar los errores de los del bando contrario aún si no hay evidencia: no tienen miedo de enjuiciar a un inocente porque el fin justifica los medios. La naturaleza de sus dogmas son el conflicto y el igualitarismo a toda costa: el fin del individuo ante la presión de la masa. Un desequilibrio horrible entre los pùblico y lo privado.
La derecha tendrá que hacer conseciones culturales y valóricas si quiere rescatar a toda esta gente de las garras populistas y demagogas de la izquierda que reconoce sus causas como carne para el batallón en el fondo y se muestra hermanable. El odio hacia el homosexual, la inmigración a todo evento, en vez de incluirlos en un plan neutral legislativo que demanden cuestiones básicas de mutuo respeto ciudadano y de un procedimiento regulado y por ende ordenado le hacen la guerra sin cuartel irracionalmente. Lo importante es el énfasis en la seguridad y en la economía, porque en eso no hay izquierda que no sea un desastre.
Hay mucha cosas que culturalmente podrá hacer la religión (más avanzada) para evitar este terreno fértil para la disidencia violenta a la hora de manifestar el malestar general o las injusticias y la corrupción, pero la religión en este mundo está tan atrasada que hacer algo con las piezas en su actual estado no implica una solución mágica como la quieren hacer creer siempre los comunistas. Su técnica es bien repetida pero al aparecer sigue siendo efectiva porque es simple: divide y vencerás, crea caos y ofrécete como solución.
La derecha tendrá que hacer conseciones culturales y valóricas si quiere rescatar a toda esta gente de las garras populistas y demagogas de la izquierda que reconoce sus causas como carne para el batallón en el fondo y se muestra hermanable. El odio hacia el homosexual, la inmigración a todo evento, en vez de incluirlos en un plan neutral legislativo que demanden cuestiones básicas de mutuo respeto ciudadano y de un procedimiento regulado y por ende ordenado le hacen la guerra sin cuartel irracionalmente. Lo importante es el énfasis en la seguridad y en la economía, porque en eso no hay izquierda que no sea un desastre.
Hay mucha cosas que culturalmente podrá hacer la religión (más avanzada) para evitar este terreno fértil para la disidencia violenta a la hora de manifestar el malestar general o las injusticias y la corrupción, pero la religión en este mundo está tan atrasada que hacer algo con las piezas en su actual estado no implica una solución mágica como la quieren hacer creer siempre los comunistas. Su técnica es bien repetida pero al aparecer sigue siendo efectiva porque es simple: divide y vencerás, crea caos y ofrécete como solución.