Respecto a la convicción democrática del PC, no estoy muy legitimado para hablar por ellos porque no milito en dicho partido. Sin embargo, podríamos discutir que entendemos por democracia, cual es el tipo de democracia que plantea el proyecto comunista, y si hoy en día podemos hablar de verdadera democracia en Chile. Dejo las cosas planteadas, porque la discusión central aquí es otra. (sin perjuicio de que el PC chileno generalmente ha sido de los cauces democráticos, ya sea desde sus inicios con los movimientos obreros de comienzos del S. XX, cuando fueron los que más apoyaron a Allende y el régimen institucional vigente, ya sea ahora que como tienen 3 diputados les empezó a gustar la “democracia” binominal .
Por algo la lista de las juventudes del PC y el PS perdieron en la elección de la FECH, en parte fue un voto de castigo al PC que aliándose con la concertación esta-tacitamente- alabando la pseudo-democracia (protegida)actual, y a la vez alabando el legado oscuro de una concertación complaciente con el orden heredado de Pinochet. Lamentablemente cuando las cosas le empezaban a salir bien al PC y estaba entrando a ser más relevante politico-electoralmente, justo se empezó a criticar cada vez mas la complacencia de la concertación con el sistema heredado. (aunque cualquiera es general después de la batalla)
Estimado, se equivoca. La constitución política de la república chilena de 1980 desde su nacimiento es ilegitima y anti-democrática, desde su origen este texto esta legitimado por la doctrina jurídica de Carl Schmidtt, que sustento la legitimidad del poder constituyente de Hitler.
Y adivine quien se basó en la doctrina de ese sujeto para legitimar la dictadura, si señor, el “homenajeado” del que estamos hablando. Además de que admiraba a Franco.
Primero un repaso a la visión de Guzman del golpe de estado del 73:
Respecto a esto, cito el libro: La República en Chile: Teoría y Práctica Del Constitucionalismo Republicano.
(
http://books.google....epage&q&f=false)
"Al iniciar su colaboración con la Junta Militar, Guzmán tiene solo 27 años. En su pensamiento están grabados los textos que guían sus estudios de derecho público. Los autores de esos textos tienen, sin excepción, familiaridad con la obra de
Schmitt[sup]64[/sup]. No es un accidente, por tanto, que Guzmán conociera
La teoría de la constitución de Schmitt[sup]65[/sup], De hecho,
la concepción schmittiana del Poder constituyente le permite construir el régimen de Pinochet como una dictadura absoluta y no meramente comisaria. (nota mía: dictadura comisaria= desea defender el sistema constitucional, dictadura absoluta= desea establecer un sistema constitucional en el futuro). Como dictador soberano o absoluto, Pinochet asume el
pouvoir constituant, elimina la totalidad del orden constitucional existente y genera una nueva constitución. Al igual que Schmitt, Guzmán piensa que, comparada con la constitución absoluta, la constitución positiva es un documento precario y provisional. Una revolución puede transcender los límites del orden legal sin sobrepasar los límites de lo jurídico (
Recht). Por sobre y más allá del sistema constitucional positivo existe la legitimidad superior que otorga el Poder constituyente.
Sobre la base de esta legitimidad superior, Guzmán conduce la revolución que destruye la Constitución chilena de 1925.
Dieter Blumenwitz sostiene que el golpe militar no puede ser interpretado como una revolución, sino simplemente como una restauración del orden constitucional violado por el gobierno de Allende. Esta restauración se legitima por una apelación al derecho de resistencia. "Desde sus etapas iniciales el nuevo gobierno intentó restaurar el orden institucional violado por la acción revolucionaria [de Allende]. Esto significó rescatar los principios que definían el orden institucional y que habían sido violados por el gobierno en contra del cual se ejerció el derecho de resistencia" (Blumenwitz, 1992: 218;cf. Blumenwitz, 1980: Blumenwitz, 1981 ;Álvarez, 1995: 261-71). Lo que Blumenwitz no considera es el hecho de que el gobierno militar destruyó la Constitución del 25 y sustituyó el Poder constituyente específico sobre el que se asentaba -el Poder constituyente del pueblo-. Esto significa que el objetivo era la destrucción o supresión, y no la restauración, de la Constitución entonces efectiva, y de los principios democráticos que la definían. Esto significa también que la Junta Militar chilena no puede concebirse como una dictadura comisaria que suspendió temporalmente la Constitución, en parte o en su totalidad. La Junta Militar chilena fue un auténtico caso de dictadura absoluta que generó una nueva constitución en lugar de la que se había destruido (cf. Cristi 1998: 63-70). No existe evidencia que sugiera que esto es lo que Pinochct y las fuerzas armadas hayan intentado originalmente. Es claro que Pinochet simplemente adoptó la propuesta de Guzmán. Esta propuesta se incubó originalmente a mediados de los 60 en su colaboración con el movimiento Fiduciay maduró a la sombra de los juristas franquistas inspirados en Schmitt. La destrucción de la Constitución del 25 y la promulgación de una nueva, por tanto, es algo que propuso originalmente y llevó a cabo Guzmán. Pinochet.
Hasta el 11 de septiembre del 73, el sujeto legímito de la soberanía es
el pueblo chileno. A partir de ese momento la soberanía queda en manos del gobierno proto-monarquicio de Pinochet."
(pp 193)
"Traer a colación a Kelsen, como hace Atria en este respecto, es incorrecto, pues Kelsen explícitamente rechaza las nociones de soberanía y de Poder constituyente. Su argumento es
puramente jurídico y. en directa oposición a Schmitt. excluye lo político. En cambio, traer a colación el argumento político de Hohbes. o el argu mentó hobbesiano de Schmitt, es pertinente en el contexto chileno de 1073. Lo es porque Guzmán,a mi parecer actor principal en esa escena, adopta una postura schmittiana, y apela a lo político cuando introduce en la discusión el lema del Poder constituyente. Hay buenas razones para pensar que,antes del 11 de septiembre, la dirección del grueso de la oposición política, en conjunción con sectores del mando militar, fundaba su acción política en la defensa de la Constitución del 25 (supuestamente violada por el gobierno de Allende)
.
También hay buenas razones para pensar que Guzmán tenía puesta la mira en algo muy distinto. Observaba cómo el gobierno de Allende había encontrado en la Constitución del 25 un marco jurídico adecuado para introducir democráticamente el socialismo en Chile, como también había observado con anterioridad (en sus escritos para Fiduría, por ejemplo) cómo el gobierno de Freí había implementado democráticamente una reforma agraria bajo el alero de esa misma Constitución, hay buenas razones para creer que cuando Jaime Guzmán. eje decisivo de la campaña de oposición gremialista contra el gobierno de Allende, se refería a fines de los años 60 a la necesidad de instaurar una "nueva institucionalidad",aspiraba ya en ese entoncesa la destrucción de la Constitución democrática del 25 y la promulgación de una nueva de corte corporativista."
(pp194)
Conclusión personal:
La discusión del poder constituyente es algo notoriamente contingente, éste será una de los puntos a discutir en la próxima elección. Buena parte de los cambios que quiere el movimiento estudiantil (cambios que son aprobados por la mayoría de la población) pasan por modificar la constitución, algunas leyes orgánicas y de quórum calificado. Y ese es el candado que puso este enano maldito para que no pudiéramos volver por la vía legal a como las cosas eran antes. Y el problema es que a nosotros siempre se nos exigirá lograr los cambios por la vía institucional, incluso cuando los medios institucionales están distorsionados por una sobrerrepresentación de una minoría (el partido que fundó este caballero)., y por una constitución impuesta a la fuerza, al modo nazi.
Creo que no vale la pena seguir insistiendo el porque no se debe homenajear a este personaje nefasto en nuestra historia. Homenajearlo es alabar toda esta mierda que nos tienen hasta el cuello. Alabarlo es precisamente estar de acuerdo con que una minoría moldee a su propio antojo el destino de la mayoría, es alabar que un pueblo conciente no sea el depositario de la soberanía, que no pueda autodeterminarse. En fin.
Eso es algo que yo también le critico al PC chileno, las condolencias a Kim_Jong-il por ejemplo.
No soy partidario de separar vida y obra cuando los actos se contradicen con el fondo de la obra, con sus valores o ideas,(http://www.antronio....0#entry19069753),
En ese sentido, avalar el asesinato injusto de miles de chilenos, que merecían un juicio justo bajo las normas del debido proceso, es totalmente contradictorio con el hecho de redactar una constitución, ya que ésta desde su nacimiento se concibió como una forma de limitar el poder del monarca (/el gobierno) frente a las personas.
En ese sentido, hay una contradicción esencial entre medios y fines.
Admiro a los cabros que lo hicieron, porque cuando uno hace algo así, sabe que la mano del castigo va a llegar dura, pero aún así, la conciencia es más fuerte que las consecuencias del acto. Faltan valientes me parece. Como tambien faltaron cuando había que defender DDHH en los tiempos difíciles.
Me parece que a nadie en su sano juicio le puede gustar la idea de que se despoje a la nación, como soberana, del poder de autodeterminarse, dándose sus propia constitución y sus leyes. Al menos en Alemania la tienen clara, pero como son un pueblo decente, ellos si recuerdan la historia, y la enseñan en buenos colegios. Acá se hace lo contrario, se borran los hechos pasados, y lo que se deja se tergiversa (se cambia dictadura por régimen militar). Y para que hablar de la educación acá, digo para no ponernos más tristes aún. Evidentemente la democracia tiene sus desventajas ( como toda obra o instrumento humano, es imperfecta), pero me parece que al que le guste lo contrario es un nazi (por ejemplo, en Hitler se manifestaba el volkgeist)
La convivencia social sana se da en un ambiente de mutuo respeto. Homenajear a probablemente la persona que tuvo mayor injerencia y responsabilidad de la situación de mierda en que estamos, entre otras cosas en Chile, con la educación, es una falta de respeto a un pueblo que se ha venido expresando hace años. Que las cosas se tranquen por la vía legal es gran parte por culpa del binominal, otro regalito que nos dejó el homenajeado
Saludos estimado.