Hace algún tiempo, durante una de las tantas huelgas de estibadores, me toco llevar un abogado de una naviera a Los Andes, para conversar con los camioneros. La cosa es que al llegar a la ciudad precordillerana, me encontre con varios especimenes de raza negra. Todos gordos y con cara de mono, y las mujeres tan o mas anchas de espaldas que las mismas chilenas.
De regreso al puerto, aproveche de llevar a algunos estudiantes universitarios. Pero para mi desgracia quedo vacante el asiento de copiloto, hasta que al salir de Los Andes me para una marrana de etnia negroide. Cuando se sentó, aplasto la palanca de cambios con su culo grasiento. Así que amablemente le solicite que hiriera el enroque con una de las pasajeras de atrás.
Luego, a la altura de Panquehüe empece a sentir un olor fétido a baño público y a transpiración, por lo que me vi obligado a tirar un buen chorro de desodorante ambiental.
Cuando ya llevavamos como una hora de recorrido, empezo a llover, lo que me obligo a cerrar las ventanas del taxi. Esto al rato causo que el hedor dentro del auto fuera nauseabundo, y para mas desgracia una de las estudiantes no aguanto mas y termino vomitando manchando a la gorila color chocapic.
Toda esta desagradable citación me obligo a para el auto en Quillota y salir un rato al exterior. Las tres niñas se fueron y tomaron un Dino a Valparaiso, mientras que la negra cara de mono me acompaño el resto del viaje.
Como hibamos solos la semi-humana me pidió que pusiera música, le pregunte que estilo le gustaba, me dijo que algo de cumbia o regueton. Le explique que en Chile solo al la hez de la sociedad le gustaba esa música. Así que de picado le puse una opera de Richard Wagner.
Cuando llegamos a Valparaiso y se bajo la negra cerda y fea, tuve que llevar el lada a que lo limpiaran con ácido para sacar el olor a mierda colombiana.
Luego de relatar esta vivencia, les pregunto a vuestras mercedes que carajo le encuentran a estas trogloditas. Siendo que la gran mayoria de las que se ven en Chile, aparte de ser narcotraficantes o meretrices, son obesas mórbidas, color suciedad y cara de mono, y fétidas a culo con transpiración.
Debatan
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