Primero: Boté weás inservibles de la casa. Un día abrí mi closet buscando alguna weá vi una caja con puras weás que dejé de usar o que dejaron de funcionar, además de papeles, cajas de cosas que ya no tengo o no sirven sus cajas, etc. Así que agarré una bolsa de basura y boté un sin fin de weás inútiles que habían en mi pieza, además de ordenar todas las weás que llevaban caleta de tiempo desordenadas
Segundo: No tener que ir a cumpleaños de familiares. Con el paso del tiempo los cumpleaños familiares se han ido convirtiendo en una weá enferma de latera, más aún después de lo que pasó el último cumpleaños familiar. El año pasado me titulé de la carrera, y mi ceremonia de titulación fue a fin de año, justo una semana antes del cumpleaños de una tía. Cuando fue el último cumpleaños, no me felicitaron ni me preguntaron que tal estuvo la ceremonia, o sea no es que yo quiera ser el centro de atención pero puta es un acontecimiento importante por ultimo algún gesto pero no, cuento corto me comí la torta, comí unas cuantas weás que habían en la mesa y me fui antes de que terminara el cumpleaños sin despedirme de niun reculiao, ahí fue cuando pensé en no ir más a ningún cumpleaños familiar pero la pandemia me vino como anillo al dedo
Puta no se me ocurre que weá más contar, pero esas dos cosas positivas fueron las que me dejó la pandemia