Hace ya un tiempo que la carretera al pueblo de La Tirana, y particularmente la zona de Humberstone y Pozo Almonte, viene siendo escenario de extraños hechos.
Según una cantidad numerosa de personas, se puede ver con regularidad a un funcionario de Gendarmería haciendo dedo, para desaparecer apenas el vehículo en cuestión se detiene. También se ha confirmado que en varias oportunidades algunos conductores han llevado a un subteniente de la institución, que luego desaparece súbitamente del asiento.
Pero el hecho que vino a despejar las dudas de los incrédulos, y que hoy atemoriza a todos aquellas personas de la ciudad que habitualmente efectúan el trayecto mencionado, es la historia que confirma uno de los compañeros de trabajo del fallecido, el teniente de Gendarmería, Luis Ibáñez.
El funcionario cuenta que hace cuatro meses una mujer de unos veinticinco años llegó a las dependencias de Gendarmería a buscar al subteniente Robinson Collao Tapia, a quien sólo unos días atrás había subido al auto en la carretera, y con el cual habían fijado una cita para almorzar. Ibáñez le dijo que Collao había fallecido el año 2003, pero la mujer exigió ver una fotografía del funcionario. Cuando comprobó que la cara de la imagen era la misma de quien había subido a su auto en el camino, la mujer entró en pánico y se quebró en el mismo lugar.
HECHO VIOLENTO
Efectivamente, todos los datos apoyan la hipótesis que las apariciones observadas en la carretera, corresponden al subteniente de Gendarmería Robinson Collao Tapia, muerto el 20 de julio año 2003.
Collao Tapia, que en esa época contaba con sólo 23 años de edad, viajaba por la carretera A-16, a 40 kilómetros al oriente de Iquique, a eso de las nueve de la mañana rumbo a Pozo Almonte para ver a sus padres porque estaba de franco. Sin embargo, una temeraria maniobra le hizo impactar frontalmente con un bus de la empresa San Luis, falleciendo instantáneamente debido a las graves lesiones en su cabeza y cuello.