Terremoto en Turquía y Siria: las críticas al gobierno turco por su respuesta al terremoto, que ya deja más de 11.000 muertos
Hay una crerciente ira en Turquía por lo que se percibe como una falta de preparación por parte del gobierno para lidiar con las consecuencias de una serie de devastadores terremotos que afectaron a ese país y su vecino Siria, el lunes.
El gobierno está en la mira, tanto desde la perspectiva política como la del pueblo por la
titubeante respuesta y pobre preparación ante el desastre.
La cifra de muertos por el devastador terremoto que sacudió a Turquía y Siria el lunes se elevó a más de 11.200, según los últimos informes.
El más reciente reporte en Turquía coloca el número de muertes por encima de 8.500 en ese país, con la perspectiva de que las fatalidades seguirán aumentando.
Es difícil conseguir registros exactos de Siria, pero las muertes confirmadas hasta el momento ascienden a 2.662.
Las nuevas cifras surgen en medio de las crecientes
críticas públicas al gobierno turco, señalado por responder muy lentamente para llevar asistencia a las zonas afectadas por la tragedia.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, declaró que hubo problemas con la respuesta inicial, pero que ahora los operativos se llevan a cabo normalmente.
"Inicialmente hubo problemas en los aeropuertos y las carreteras, pero hoy las cosas se están volviendo más fáciles y mañana serán más fáciles aún", declaró Erdogan, quien viaja este miércoles al sur del país para visitar la zona del desastre.
"Hemos movilizado todos nuestros recursos", añadió. "El Estado está haciendo su trabajo".
Los daños en las carreteras han hecho más difícil el desplazamiento de asistencia a las áreas rurales y los sobrevivientes han tenido que soportar las frías temperaturas sin refugio.
"Sobrevivimos al terremoto, pero aquí moriremos de hambre o frío", declaró una persona de 64 años en Antakya, en la provincia de Hatay.
La Medialuna Roja de Turquía señaló que está haciendo todo lo que puede, llevando comida, tiendas y mantas.
En algunas de las regiones más afectadas, las familias se quejaron de que la
lentitud de los esfuerzos de rescate significa que no han recibido ayuda para retirar los escombros en busca de sus parientes.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, reconoce que hubo problemas con la respuesta inicial a la tragedia, pero afirma que ahora los operativos de rescate se han normalizado. "Es imposible prepararse para un desastre así", dijo Erdogan en su visita a la zona afectada.
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