Puta a mi nunca me ha pasado, pero ya que están contando historias bonitas, contaré la mía, que no es tan terrible, pero no deja de ser.
Un día me comí una gordita porteña tirada a punky, bien linda de cara, pero que no vivía en las mejores condiciones posibles que digamos. Corría el año 2009 y yo había terminado con mi ex polola y me di un tiempo libre para que Bobby tirará unas canitas al aire. Como estoy más cercano al Kalule Meléndez que a Brad Pitt, era mucha paja salir a conquistar con buenos resultados y tuve que echar mano a antiguos contactos de msn e irme a la segura y apareció la susodicha.
Cuando fui a su casa decidido a mandarme un gambazo, llegué a una casa en bastante malas condiciones y al poco andar, mientras tomabamos algo piola y escuchábamos punk-rock rancio, veo que en las vigas del "techo" andaba un animalito gris y de cola larga. El webeo de echar al curioso amiguito me dejó la tula como acordeón, así que comencé a beber junto a mi compañera de noche, hasta quedar ebrio, olvidar al ratón y encontrarla rica.
Tomamos y traté de curarme hasta que su voluptuoso cuerpo se viera igual al de Maura Rivera, aunque todo resultaba inoficioso. Así que cerré los ojos y me entregué al robusto y macizo placer.
Después de un par de cacheteos con la señorita, me dice que iría al "baño". No se cual sería la razón, pero su baño estaba malo, la tasa del baño estaba quebrada, así que pescó un tarro de pintura grande, de plástico, que estaba en la esquina de su "pieza" (y que yo ya había divisado anteriormente sin darle importancia) y se lo llevó al "pasillo". Empecé a revisar mi celu, cuando de repente comencé a escuchar bombazos tremendos y sonidos como de partida de motoneta antigua. Pensé que el ratón andaba en moto o que estabamos en año nuevo y no me había dado cuenta. No quería aceptar la realidad, sin embargo, la realidad me llegó como una bocanada de gas mostaza, debido a la falta de puertas y a lo contundente que, seguramente, fue el almuerzo de mi amiga de gran estanque.
Me paré, fui al pasillo a paso lento... y conchadesumadre, la veo cagando arriba del tarro en el pasillo, porque la mina no se dio ni la paja de irse al living por lo menos. Lo peor es que la vi sin el ropaje disimulador que tenía al momento de servírmela a oscuras, cagando y con un aroma infernal. Al verme aparecer como Carlos Pinto por la puerta (no había humo como en la presentación de Mea Culpa, pero había gas) me miró con cara de compungida, me di media vuelta y le dije "ohhh chucha, disculpa, no sabía en lo que estabas", como para hacerla creer que antes había pasado piola y que no cagaba tan hediondo.
Así que mientras me reponía, ya que hasta la curadera se me había pasado, pesqué mis weás, me vestí y la esperé pa despedirme como caballero. Mientras llevó sus fecas afuera y las botó no se donde chucha, al llegar me vio vestido y me preguntó adonde iba. Le dije que me iba pa la casa porque la verdad me sentía incomodo por las condiciones sanitarias de su casa, que no me lo tomara a mal y bla bla bla.
Obviamente, nunca más la volví a ver.
Al culiao nunca más lo vi con los mismos ojos, sobre todo porque el no tomaba estaba sobrio.
Todos los orcos dan experiencia
