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URGENTE: Asesinan a tres carabineros en emboscada en Cañete

viejo conchetumare
ahueonao culiao
mongolico conchetumare
imbecil reculiao
:wub: yo también amo mucho a todos mis seguidores, sin ellos no estaría en este lugar de privilegio.
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Fijarse en un adjetivo porque le dije esquizofrenico … Solamente el enfermo de imberbe :lol3:
Te faltó decir "Le dijimos" porque veo que tú eres el debilucho que siempre escribe desde la mayoría :rofl:
 
Eso no anula el odio que los octubristas le tienen a los pacos, por eso bautizaron al perro de esa manera, además lo que se critica es el cinismo de qliaos como Cariola y todos los que se quieren desmarcar del símbolo :cafe3:
Mongolico reconchetumadre. El perro matapacos fue bautizado asi por los secundarios en las marchas del 2011 porque era un perro callejero que acompañaba a los pendejos de un liceo a las marchas, le ladraba a los pacos y defendia a los pendejos de los pacos cuando estos les pegaban.
 
Ah no si era un perro que mataba pacos de verdad :qloco:
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este es el perro?
 
Mongolico reconchetumadre. El perro matapacos fue bautizado asi por los secundarios en las marchas del 2011 porque era un perro callejero que acompañaba a los pendejos de un liceo a las marchas, le ladraba a los pacos y defendia a los pendejos de los pacos.
Entonces eso significa que aman a los pacos y que Cariola y todo su séquito de enfermos qliaos también, problema solucionado :clapclap:

Estúpido conchetumare :santa:
 
Putin tiene dos brazos en Latinoamérica; Caracas y La Habana :sisi3:.

Recuerden que días antes del estallido social andaba una comitiva chilena en Rusia, curiosamente el líder de la primera línea y frente amplio (Jadue y Bea Sánchez) y toda esta gente tipo "Podemos" que hace todo lo posible para hacer de la anomia la norma y así desestabilizar el país. Toda esa gente termina millonaria, curiosamente, deben pagar bien desde Europa del Este :sisi3:.

A todo esto, Bracitos Cortos siempre se mostró cercano a Hillary Clinton. Eso explica la indiferencia desde la Casa Blanca, que en ese momento estaba Trump, (reconocido perro faldero de Putin y la FSB).
Ojo también con los chinos. Nunca se habla de los servicios secretos chinos es como si no existieran, y esa es justamente su mayor fortaleza, y sus operaciones son de alcance global.
 
No es la dinámica del tema pero por cultura general para "fachiturros chupafusiles" que no conocen ni la propia historia de la nación Chilena, solo repiten como loros......les dejo esta cartita del Huacho O”Higgins, padre de la PATRIA.....dejo esta carta a la "Nacion Mapuche".

El Director Supremo de la naciente República de Chile, Bernardo O”Higgins, reconocía a través de una documento público y oficial, con fecha 13 de marzo de 1819, la soberanía e independencia de los pueblos australes al sur del Bio Bio y asumía un trato de aliados entre Estados, sí, tal cual, entre Estados: “Araucanos, cuncos, huilliches y todas las tribus indígenas australes; ya no os habla un Presidente que siendo sólo un siervo del rey de España afectaba sobre vosotros una superioridad ilimitada: os habla el jefe de un pueblo libre y soberano, que reconoce vuestra independencia, y está pronto a ratificar este reconocimiento público y solemne, firmando al mismo tiempo la gran Carta de nuestra alianza para presentarla al mundo como el muro inexpugnable de la libertad de nuestros Estados”.

El documento señalado estuvo sin conocerse por más de 190 años y recién en el año 2010 fue difundido por algunos medios, haciendo referencia a la Gaceta Ministerial, Tomo XII (2 de enero – 15 de julio de 1819), Archivos de Bernardo O”Higgins como Director Supremo, en cuyo índice se indica: “Nº 83, 13 de marzo de 1819: Proclama del Director Supremo a nuestros hermanos los habitantes de la frontera del Sur”.

Sin embargo, el acto oficial de O”Higgins no fue exclusivo en el periodo de independencia en los llamados “Padres de la Patria”, a pesar de las disputas y conflictos entre sus corrientes. La Junta Provisional de José Miguel Carrera, el 30 de septiembre de 1812, durante una celebración en la plaza de Armas de Santiago, instaló el primer escudo de Chile con la imagen de una pareja Mapuche (Araucanos como le llaman en la época), como una forma de reconocimiento y a su vez como acto de independencia frente a la corona española. Asimismo, es sabido también de la alianza de Manuel Rodríguez con diversas familias Mapuche que se sumaron a la lucha contra la corona española.

Se estima que la alusión de O”Higgins a reconocer la independencia y pronto a ratificar ese reconocimiento público y solemne, se habría consolidado en el periodo del Presidente Ramón Freire, suscrito en el año 1825 en el denominado “Tratado de Tapihue”, suscrito por el Estado chileno y diversas representaciones del Pueblo Mapuche, donde reconocía la jurisdicción autónoma y soberana del Bio Bio al Sur, involucrando a su vez a los territorios de los pueblos australes.

Estos reconocimientos fueron violados por la llamada “Pacificación de la Araucanía”, que en Argentina de manera simultánea se denominó “Campañas del desierto”, que consistieron en una invasión y masacre bélica a los territorios indígenas y su población en el sur, conculcando una serie de derechos humanos que persisten hasta el día de hoy con fases de despojos, racismo y colonialismo.

A continuación, se comparte el documento carta de Bernardo O”Higgins Riquelme, como director Supremo del Estado de Chile, firmada el 13 de marzo de 1819:

«El Supremo Director del Estado a nuestros hermanos los habitantes de la frontera del Sud.

Chile acaba de arrojar de su territorio a sus enemigos después de nueve años de una guerra obstinada y sangrienta. Sus fuerzas marítimas y terrestres, sus recursos y el orden regular que sigue la causa americana en todo el continente, forman un magnífico cuadro, en que mira afianzada su Independencia.

Las valientes tribus de Arauco, y demás indígenas de la parte meridional, prodigaron su sangre por más de tres centurias defendiendo su libertad contra el mismo enemigo que hoy es nuestro. ¿Quién no creería que estos pueblos fuesen nuestros aliados en la lid a que nos obligó el enemigo común? Sin embargo, siendo idénticos nuestros derechos, disgustados por ciertos accidentes inevitables en guerra de revolución, se dejaron seducir de los jefes españoles. Esos guerreros, émulos de los antiguos espartanos en su entusiasmo por la independencia, combatieron encarnizadamente contra nuestras armas, unidos al ejército real, sin más fruto que el de retardar algo nuestras empresas y ver correr arroyos de sangre de los descendientes de Caupolicán, Tucapel, Colocolo, Galvarino, Lautaro y demás héroes, que con proezas brillantes inmortalizaron su fama.

¿Cuál habría sido el fruto de esta alianza en el caso de sojuzgar los españoles a Chile? Seguramente el de la pronta esclavitud de sus aliados. Los españoles jamás olvidaron el interés que tenían en extenderse hasta los confines del territorio austral. Sus preciosas producciones, su incomparable ferocidad, y su situación local, han excitado siempre su ambición y codicia. Con este objeto han mantenido continua guerra contra sus habitantes, suspendiéndola sólo cuando han visto que no hay fuerza capaz de sujetar a unos pueblos que han jurado ser libres a costa de todo sacrificio. Pero no han desistido de sus designios, pues en los tiempos que suspendieron las armas fomentaron la guerra intestina, para que destruyéndose mutuamente los naturales, les quedase franco el paso a sus proyectos. Entre tanto el comercio no era sino un criminal monopolio; la perfidia, el fraude, el robo y en fin todos los vicios daban impulso a sus relaciones políticas y comerciales.

Pueblos del Sud, decidme si en esto hay alguna exageración; y si por el contrario apenas os presento un lisonjero bosquejo de la conducta española, convendreis precisamente en que dominando España a Chile, se hubiera extendido sobres vuestros países como una plaga desoladora, concluyendo con imponeros su yugo de fierro que acaso jamás podríais sacudir.

En el discurso de la guerra pensé muchas veces hablaros sobre esto, y me detuve porque conocí que estabais muy prevenidos a cerrar los oídos a la voz de la verdad.Ahora que no hay un motivo de consideración hacia vosotros, ni menos a los españoles, creo me escucharéis persuadidos de que sólo me mueve el objeto santo de vuestro bien particular y del común del hemisferio chileno.

Nosotros hemos jurado y comprado con nuestra sangre esa Independencia, que habéis sabido conservar al mismo precio. Siendo idéntica nuestra causa, no conocemos en la tierra otro enemigo de ella que el español. No hay ni puede haber una razón que nos haga enemigos, cuando sobre estos principios incontestables de mutua conveniencia política, descendemos todos de unos mismos Padres, habitamos bajo de un clima; y las producciones de nuestro territorio, nuestros hábitos y nuestras necesidades respectivas no invitan a vivir en la más inalterable buena armonía y fraternidad.

El sistema liberal nos obliga a corregir los antiguos abusos del Gobierno español, cuya conducta antipolítica diseminó entre vosotros la desconfianza. Todo motivo de queja desaparecerá si restablecemos los vínculos de la amistad y unión a que nos convida la naturaleza. Yo os ofrezco como Supremo magistrado del pueblo chileno que de acuerdo con vosotros se formarán los pactos de nuestra alianza, de modo que sean indisolubles nuestra amistad y relaciones sociales. Las base sólidas de la buen fe deben cimentarlas, y su exacta observancia producirá la felicidad y seguridad de todos nuestros pueblos. Se impondrá penas severas a los infractores, que se ejecutarán a vista de la parte ofendida, para que el ejemplo reprima a los díscolos.

Nuestras Escuelas estarán abiertas para los jóvenes vuestros que voluntariamente quieran venir a educarse en ellas, siendo de cuenta de nuestro Erario todo costo. De este modo se propagarán la civilización y luces que hacen a los hombres sociales, francos y virtuosos, conociendo el enlace que hay entre los derechos del individuo y los de la sociedad; y que para conservarlos en su territorio es preciso respetar los de los pueblos circunvecinos. De este conocimiento nacerá la confianza para que nuestros comerciantes entren a vuestro territorio sin temor de extorsión alguna, y que vosotros hagáis lo mismo en el nuestro, bajo la salvaguardia del derecho de gentes que observaremos religiosamente.

Me lleno de complacencia al considerar hago estas proposiciones a unos hombres que aman su independencia como el mejor don del Cielo; que poseen un talento capaz de discernir las benéficas intenciones del pueblo chileno; y que aceptándolas, desmentirán el errado concepto de los europeos sobre su trato y costumbres.

Araucanos, cunchos, huilliches y todas las tribus indígenas australes: ya no os habla un Presidente que siendo sólo un siervo del rey de España afectaba sobre vosotros una superioridad ilimitada; os habla el jefe de un pueblo libre y soberano, que reconoce vuestra independencia, y está a punto a ratificar este reconocimiento por un acto público y solemne, firmando al mismo tiempo la gran Carta de nuestra alianza para presentarla al mundo como el muro inexpugnable de la libertad de nuestros Estados. Contestadme por el conducto del Gobernador Intendente de Concepción a quien he encargado trate este interesante negocio, y me avise de nuestra disposición para dar principio a las negociaciones. Entre tanto aceptad la consideración y afecto sincero con que desea ser vuestro verdadero amigo.»

Bernardo O’Higgins R.

SANTIAGO, Sábado 13 de Marzo de 1819″.

1. Los mapuches nunca fueron una nación en el sentido moderno, solo podría considerarse una "etnia". Eran tribus desconectadas entre sí, guerreaban entre ellos y ni siquiera reconocían a un líder común, excepto en caso de guerra contra un enemigo común en donde sí podían organizarse.
2. Estas tribus eran nómadas, no tenían asimilado el concepto de propiedad, por eso no se asentaban fijamente en un territorio con la finalidad de hacerlo suyo.
3. La gran mayoría de las fuerzas mapuches colaboraron con el régimen español,, y no con el chileno en la guerra de la independencia.
4. No existe ningún antecedente jurídico en donde el Chile moderno, reconociera jurídicamente a la "nación mapuche" como un igual. De hecho, las constituciones del país, consideraban siempre como territorio chileno desde el despoblado de Atacama hasta cabo de hornos.
5. El único antecedente jurídico similar a eso, se podría mencionar el parlamento de Tapihue del año 1825. En este acuerdo sin embargo, los mapuches son considerados "ciudadanos chilenos", y su territorio habitado se considera parte integrante del territorio chileno (por lo tanto, no le sirve a la causa mapuche), y además, nunca ese acuerdo fue ratificado por el Congreso de Chile, por lo que carecía de validez jurídica de todos modos.
6. Existía un limite de hecho en el sur del Bio-Bio, pero, sin embargo, ese limite de hecho se dejo sin efecto motivado principalmente por la aventura de Orelie Antoine de Tounens, que se consideró Rey de La Araucania e intento apoderarse de toda esa zona en 1861., por lo que desde ese año, de manos de Cornelio de Saavedra, se comenzó con la ocupación efectiva de ese territorio.
7. Antes de eso, como se dijo, no existían "titulos de propiedad" de mapuches. Sin embargo, posteriormente a la ocupación de la Araucania, el Estado de Chile le reconoció a los mapuches reservas territoriales, con titulos efectivos de propiedad (títulos de merced). Dichos títulos, se fueron reduciendo principalmente en atención a que los mismos mapuches transfirieron dichos títulos.
8. Por consiguiente, no existen antecedentes jurídicos-históricos para reconocer a la nación mapuche. Sin embargo, si es que reconocemos que dicha nación efectivamente existió, ésta desapareció por la invasión militar de Chile sobre esa supuesta nación, tal como lo hizo Chile con territorios de Bolivia y de Perú, por lo que en ese sentido, tampoco hay mucho que alegar, pues simplemente se ejerció e impuso la acción de la fuerza militar que finalmente es la que siempre prevalece.
 
Última edición:
No es la dinámica del tema pero por cultura general para "fachiturros chupafusiles" que no conocen ni la propia historia de la nación Chilena, solo repiten como loros......les dejo esta cartita del Huacho O”Higgins, padre de la PATRIA.....dejo esta carta a la "Nacion Mapuche".

El Director Supremo de la naciente República de Chile, Bernardo O”Higgins, reconocía a través de una documento público y oficial, con fecha 13 de marzo de 1819, la soberanía e independencia de los pueblos australes al sur del Bio Bio y asumía un trato de aliados entre Estados, sí, tal cual, entre Estados: “Araucanos, cuncos, huilliches y todas las tribus indígenas australes; ya no os habla un Presidente que siendo sólo un siervo del rey de España afectaba sobre vosotros una superioridad ilimitada: os habla el jefe de un pueblo libre y soberano, que reconoce vuestra independencia, y está pronto a ratificar este reconocimiento público y solemne, firmando al mismo tiempo la gran Carta de nuestra alianza para presentarla al mundo como el muro inexpugnable de la libertad de nuestros Estados”.

El documento señalado estuvo sin conocerse por más de 190 años y recién en el año 2010 fue difundido por algunos medios, haciendo referencia a la Gaceta Ministerial, Tomo XII (2 de enero – 15 de julio de 1819), Archivos de Bernardo O”Higgins como Director Supremo, en cuyo índice se indica: “Nº 83, 13 de marzo de 1819: Proclama del Director Supremo a nuestros hermanos los habitantes de la frontera del Sur”.

Sin embargo, el acto oficial de O”Higgins no fue exclusivo en el periodo de independencia en los llamados “Padres de la Patria”, a pesar de las disputas y conflictos entre sus corrientes. La Junta Provisional de José Miguel Carrera, el 30 de septiembre de 1812, durante una celebración en la plaza de Armas de Santiago, instaló el primer escudo de Chile con la imagen de una pareja Mapuche (Araucanos como le llaman en la época), como una forma de reconocimiento y a su vez como acto de independencia frente a la corona española. Asimismo, es sabido también de la alianza de Manuel Rodríguez con diversas familias Mapuche que se sumaron a la lucha contra la corona española.

Se estima que la alusión de O”Higgins a reconocer la independencia y pronto a ratificar ese reconocimiento público y solemne, se habría consolidado en el periodo del Presidente Ramón Freire, suscrito en el año 1825 en el denominado “Tratado de Tapihue”, suscrito por el Estado chileno y diversas representaciones del Pueblo Mapuche, donde reconocía la jurisdicción autónoma y soberana del Bio Bio al Sur, involucrando a su vez a los territorios de los pueblos australes.

Estos reconocimientos fueron violados por la llamada “Pacificación de la Araucanía”, que en Argentina de manera simultánea se denominó “Campañas del desierto”, que consistieron en una invasión y masacre bélica a los territorios indígenas y su población en el sur, conculcando una serie de derechos humanos que persisten hasta el día de hoy con fases de despojos, racismo y colonialismo.

A continuación, se comparte el documento carta de Bernardo O”Higgins Riquelme, como director Supremo del Estado de Chile, firmada el 13 de marzo de 1819:

«El Supremo Director del Estado a nuestros hermanos los habitantes de la frontera del Sud.

Chile acaba de arrojar de su territorio a sus enemigos después de nueve años de una guerra obstinada y sangrienta. Sus fuerzas marítimas y terrestres, sus recursos y el orden regular que sigue la causa americana en todo el continente, forman un magnífico cuadro, en que mira afianzada su Independencia.

Las valientes tribus de Arauco, y demás indígenas de la parte meridional, prodigaron su sangre por más de tres centurias defendiendo su libertad contra el mismo enemigo que hoy es nuestro. ¿Quién no creería que estos pueblos fuesen nuestros aliados en la lid a que nos obligó el enemigo común? Sin embargo, siendo idénticos nuestros derechos, disgustados por ciertos accidentes inevitables en guerra de revolución, se dejaron seducir de los jefes españoles. Esos guerreros, émulos de los antiguos espartanos en su entusiasmo por la independencia, combatieron encarnizadamente contra nuestras armas, unidos al ejército real, sin más fruto que el de retardar algo nuestras empresas y ver correr arroyos de sangre de los descendientes de Caupolicán, Tucapel, Colocolo, Galvarino, Lautaro y demás héroes, que con proezas brillantes inmortalizaron su fama.

¿Cuál habría sido el fruto de esta alianza en el caso de sojuzgar los españoles a Chile? Seguramente el de la pronta esclavitud de sus aliados. Los españoles jamás olvidaron el interés que tenían en extenderse hasta los confines del territorio austral. Sus preciosas producciones, su incomparable ferocidad, y su situación local, han excitado siempre su ambición y codicia. Con este objeto han mantenido continua guerra contra sus habitantes, suspendiéndola sólo cuando han visto que no hay fuerza capaz de sujetar a unos pueblos que han jurado ser libres a costa de todo sacrificio. Pero no han desistido de sus designios, pues en los tiempos que suspendieron las armas fomentaron la guerra intestina, para que destruyéndose mutuamente los naturales, les quedase franco el paso a sus proyectos. Entre tanto el comercio no era sino un criminal monopolio; la perfidia, el fraude, el robo y en fin todos los vicios daban impulso a sus relaciones políticas y comerciales.

Pueblos del Sud, decidme si en esto hay alguna exageración; y si por el contrario apenas os presento un lisonjero bosquejo de la conducta española, convendreis precisamente en que dominando España a Chile, se hubiera extendido sobres vuestros países como una plaga desoladora, concluyendo con imponeros su yugo de fierro que acaso jamás podríais sacudir.

En el discurso de la guerra pensé muchas veces hablaros sobre esto, y me detuve porque conocí que estabais muy prevenidos a cerrar los oídos a la voz de la verdad.Ahora que no hay un motivo de consideración hacia vosotros, ni menos a los españoles, creo me escucharéis persuadidos de que sólo me mueve el objeto santo de vuestro bien particular y del común del hemisferio chileno.

Nosotros hemos jurado y comprado con nuestra sangre esa Independencia, que habéis sabido conservar al mismo precio. Siendo idéntica nuestra causa, no conocemos en la tierra otro enemigo de ella que el español. No hay ni puede haber una razón que nos haga enemigos, cuando sobre estos principios incontestables de mutua conveniencia política, descendemos todos de unos mismos Padres, habitamos bajo de un clima; y las producciones de nuestro territorio, nuestros hábitos y nuestras necesidades respectivas no invitan a vivir en la más inalterable buena armonía y fraternidad.

El sistema liberal nos obliga a corregir los antiguos abusos del Gobierno español, cuya conducta antipolítica diseminó entre vosotros la desconfianza. Todo motivo de queja desaparecerá si restablecemos los vínculos de la amistad y unión a que nos convida la naturaleza. Yo os ofrezco como Supremo magistrado del pueblo chileno que de acuerdo con vosotros se formarán los pactos de nuestra alianza, de modo que sean indisolubles nuestra amistad y relaciones sociales. Las base sólidas de la buen fe deben cimentarlas, y su exacta observancia producirá la felicidad y seguridad de todos nuestros pueblos. Se impondrá penas severas a los infractores, que se ejecutarán a vista de la parte ofendida, para que el ejemplo reprima a los díscolos.

Nuestras Escuelas estarán abiertas para los jóvenes vuestros que voluntariamente quieran venir a educarse en ellas, siendo de cuenta de nuestro Erario todo costo. De este modo se propagarán la civilización y luces que hacen a los hombres sociales, francos y virtuosos, conociendo el enlace que hay entre los derechos del individuo y los de la sociedad; y que para conservarlos en su territorio es preciso respetar los de los pueblos circunvecinos. De este conocimiento nacerá la confianza para que nuestros comerciantes entren a vuestro territorio sin temor de extorsión alguna, y que vosotros hagáis lo mismo en el nuestro, bajo la salvaguardia del derecho de gentes que observaremos religiosamente.

Me lleno de complacencia al considerar hago estas proposiciones a unos hombres que aman su independencia como el mejor don del Cielo; que poseen un talento capaz de discernir las benéficas intenciones del pueblo chileno; y que aceptándolas, desmentirán el errado concepto de los europeos sobre su trato y costumbres.

Araucanos, cunchos, huilliches y todas las tribus indígenas australes: ya no os habla un Presidente que siendo sólo un siervo del rey de España afectaba sobre vosotros una superioridad ilimitada; os habla el jefe de un pueblo libre y soberano, que reconoce vuestra independencia, y está a punto a ratificar este reconocimiento por un acto público y solemne, firmando al mismo tiempo la gran Carta de nuestra alianza para presentarla al mundo como el muro inexpugnable de la libertad de nuestros Estados. Contestadme por el conducto del Gobernador Intendente de Concepción a quien he encargado trate este interesante negocio, y me avise de nuestra disposición para dar principio a las negociaciones. Entre tanto aceptad la consideración y afecto sincero con que desea ser vuestro verdadero amigo.»

Bernardo O’Higgins R.

SANTIAGO, Sábado 13 de Marzo de 1819″.
Me paso por la raja al guacho...Mil veces Carrera. AUN TEMOS PATRIA CIUDADANOS.
 
No pasará nada

Será olvidado así como el acto de intrusión venezolana en el caso ojeda.


Y lo otro, antes solo se detenían a quemar uno que otro pelagato, ahora a los pacos, en cualquier momento llegan los ataques a lugares públicos.
 

Eso era bueno del chile gris de los 90-00 hasta los rostros de tv se alineaban con el sentido común y el discurso bajaba a toda la sociedad chilena.

Hoy con todo ese 30% de ninis, pendejos q nunca han cotizado, zurdos de mierda, u de chile, mujeres y toda la tropa de aweonaos que votan boric y se tragan los panfletos estamos cagaos.
 
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