Según teólogos hay dos formas de ver a Dios:
1. Dios como causa.
2. Dios como sentido.
El que erradamente cree en Dios como causa, lógicamente tiene sus cuestionamientos cuando pasan cosas malas. Acá es donde típico se escuchan las preguntas de "¿Dónde está Dios cuando más lo necesito? ¿Por qué Dios permite que ocurran cosas malas?".
Quien cree en Dios como sentido está consciente de que pueden ocurrir muchas cosas en la vida, que tiene mucha injerencia el libre albedrío y de que todos los actos tienen trascendencia o sentido. Como dice Antonio Bentué, teólogo PUC, "Dios es fundamento trascendente del sentido. Dios se revela en el crucificado, no resuelve el problema del mal. Dios no salva de la muerte, Dios salva en la muerte. Dios no salva del cáncer terminal, Dios salva en el cáncer terminal". Respecto del crucificado, Bentué dice que acá se demuestra que Dios no resuelve el problema del mal sino que se lo hace suyo, es solidario en el dolor. Todo lo que pasa tienen un sentido y detrás de ese acto que pude ser terrible está Dios para convertirlo en un acto que nos dé salvación.