Según los gringos a momento de negociarse la venta de los F-16 nuevos, así era la cosa, pero Chile puso como condición el que los AMRAAM estuvieran disponibles para su compra, aunque no se entregaran de inmediato sino que después de que el Senado gringo lo autorizara (cosa que finalmente así fue: podemos comprar AMRAAM's).
Hay que hacer notar que a los gringos les interesaba mucho vendernos sus plataformas, pues significaría más trabajo en una época de cesantía local, y por otro lado, se ganaría a un cliente para armamentos, lo que también se reflejaría en su nivel de empleo en el sector.
Esto tuvo dos ventajas inesperadas: uno, hizo que se nos ofreciera, a modo de compensación por la molestia y la incertidumbre, una versión muy avanzada y mejorada del radar de a bordo para los F-16 (de hecho, sólo los gringos tienen un mejor radar que nosotros, y los nuestros son infinitamente superiores a los de muchos otros países, y al nivel de los mejores al alcance de las fuerzas aéreas de países desarollados), y dos, el que, ya que los gringos podrían no vendernos el AMRAAM AIM-120B Hughes, los israelitos nos ofrecieron el Derby, que es un AMRAAM mucho más barato, sin restricciones de venta y con sólo un poco menos de alcance que el Hughes (60 kms. contra 80 del Hughes).
Hay que tener en cuenta que Perú tiene los AMRAAM rusos R-77 Vympel, que tienen un alcance (la versión que opera Perú) de 90 kms., pero con la salvedad de que para el alcance más grande, el blanco no debe estar maniobrando (o sea, debe seguir un curso fijo) y volar a gran altura, situaciones que no son tan usuales en un combate con aviones ligeros de caza, sino más bien contra bombarderos pesados.
El AMRAAM Hughes y el Derby, por el contrario, son más livianos pero tienen menos alcance, lo que se compensa con una mejor tecnología de detección y capacidad de seguir un blanco aunque maniobre.
Por lo mismo, desequilibrio real al darnos AMRAAMS no iba a existir.
