Deschain
Plast@
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Hay un punto que es bueno señalar respecto que los perdedores siguen "normales" después de la mansa cagaíta que vivieron, la escena del baño, etc... en el libro uno de los puntos que se refuerzan mucho es el hecho que los niños son capaces de vivir situaciones extraordinarias o de gran estres, y en un rato volver a la "normalidad" de su niñez (jugar, estudiar, etc), y que son mucho más capaces que los mayores de aceptar situaciones extraordinarias como parte de sus vidas (tienes la peor pesadilla de tu vida y en media hora estás jugando... se te muere un familiar y a las 2 horas andas cagao de la risa).
Esto de hecho los hace ser la comida para It, porque al ser sus límites menos rígidos, es mucho más amplio el abanico de sustos (esto último no me acuerdo si es textual del libro, pero creo aparecía cuando It estaba en el rito de Chud con Bill el Tartaja).
A esto, sumar que teóricamente It tenía en una suerte de "embrujo" a Derry, y que cuando consiguen mandarlo a dormir, ese velo comienza a caer, y los jóvenes comienzan a olvidar (de hecho en la escena final hubo un par de comentarios al respecto)... a tal nivel que en el libro de adultos no recuerdan nada hasta que Mike los llama. Sobre eso, es normal que no estén cagaos de miedo después de mandar al payaso a dormir, porque sería el equivalente a despertar de una pesadilla (siempre según el libro).
La superación o bloqueo del trauma en relación a situaciones sobrenaturales es un tema recurrente en la obra de King. Los niños no son exclusivos de este mecanismo. En Insomnia el anciano pero rejuvenecido Ralph Roberts, lo comienza a padecer después de terminado el conflicto, Para que hablar de Roland y cia. Pero según en palabras de King (y de Hanlon) cuando te propusiste enfrentar una fuerza maligna, oscura y poderosa y contra toda probabilidad ganaste, el universo te devuelve la mano, primero olvidando el trauma vivido, y segundo garantizandote un buen destino, que es lo que ocurre por ejemplo con Jack Sawyer, el protagonista de El Talismán (quien en su continuación, La Casa Negra, no podía recordar con claridad los eventos del primer libro) o con los últimos años de vida de Ralph Roberts o con la bienaventuranza de los Perdedores, a excepción de Mike Hanlon, quien nunca abandona Derry y permanece alerta ante el eventual retorno de Eso.