Hola Maestruli ¡¡¡
Efectivamente; la muñeca sigue conmigo y desde que entro a mi vida las cosas no han vuelto a ser como antes y justamente, el cambio de rutina me tiene un poquito estresado.
Antiguamente, disfrutaba de mi soltería atendiendo varios asuntos y el más importante, después del trabajo, es el entrenamiento. Estos días se ha empeñado en acompañarme por las tardes al gimnasio y al principio me pareció buena idea, eso si, le advertí que cuando entreno entro en modo cavernícola y me pongo algo bruto y me desentiendo del mundo.
Los que entrenan, deben saber que es muy difícil prestarle atención a los fierros, cuando tienes a la nena encima tuyo, con cara de aburrida, mirando la hora a cada rato y poniendo cara de pescado cada vez que las amigas coquetas me piden ayuda.
Inclusive antes de ayer, tuvimos lo que sería nuestra primera "pelea", ya que camino a casa, me sugirió seguir entrenando en la casa con ella, idea que compartí siempre y cuando fuera los fines de semana, ya que es muy difícil concentrarte en la casa cuando tienes mil cosas que hacer en tu cueva, además mi chica, claramente no es fanática del ejercicio, odia todo lo que tenga que ver con pesas y le rehúye como
@Sombras al trabajo.
Esto la molesto un poco y por extensión a su papá, se amacho durante todo el camino y no me hablo hasta que llegamos, incluso anoche; me siguió al gym y ya tarde, cuando estaba por terminar mi press banca y algo molesta me dice:
- Oye Mystery, estoy aburrida y no me prestas atención, quiero saber una cosa:
¿las pesas o yo?-.
Con total naturalidad por supuesto, antes de dejar la barra en el soporte y agotando el último esfuerzo, le contesto un poco irritado:
- !!! Déjame terminar la ultima repetición ¡¡¡-.
Esta respuesta claramente no le gusto y hecha un basilisco se fue a los baños siseando quien sabe que cosas mientras yo, me sentí una mierda porque no había terminado bien la rutina y además el amor de mi vida quizás pensaba que ya no me importa.
Si bien la nena tiene su vida aparte y conoce mis prioridades, se empeña en arrastrarme a su realidad, a la cual accedo sin problemas, pero cuando es mi turno, todo se convierte en alboroto. Incluso el fin de semana me llevo a su "carrete" y debo confesar que me aburrí como si bailara con mi hermana, pero no se lo hice saber, incluso hice alarde de tan extraordinaria y épica experiencia, pero cuando yo soy quien propone, las cosas se ponen espesas.
La otra cosa que me tiene un poco alerta es que justamente anoche, cuando los ánimos se calmaron, en medio de nuestra habitual sesión de amor, tal vez por la emoción del momento, ¿quien sabe?, cuando estaba sobre mi, me mira con ojos de cachorro y apretando mis manos me dice:
- Mystery....¿Quieres casarte conmigo?-.
Me hice el wueón y para no quedar de indeciso le grite en un tono porno:
- Si baby... siiiii -.
Pero se lo dije medio en broma XD, aprovechando también que estaba a punto de eyacular
Hoy al desayuno me miraba medio rara, como diciendo "¿ya poh, te decidiste?.... así que hábilmente cambien el tema y de seguro por la tarde ella querrá un consenso........
Espero meditarlo bien y posiblemente, gracias a alguno de sus consejos pueda tener mayor claridad ante esto.
Atento a las sugerencias,
les saluda:
Mystery
