Queridos amigos, agradezco francamente vuestra sabiduría, sus opiniones ha sido la brújula que ha guiado de este velero hasta buen puerto y creo que es justo que les ilustre que tal me fue ayer.
Como les advertía, la nena desde hace un tiempo insiste en seguirme a todos lados, en actividades entretenidas y otras que para ella no lo son tanto y es ahí, donde se pone odiosa y caprichosa, situación que por supuesto nunca antes experimente con ella, porque claro, apenas llevamos unas semanas juntos.
Para coronar esa linda jornada, además me propone matrimonio y luego revela que era una prueba, lo que la hizo descender dramáticamente de su pedestal, incluso me hizo cuestionar su estabilidad emocional. Como todos sugirieron, era urgente hablar con esta nenuca y así lo hice
Llegue a casa y la primera idea que concebí fue buscar a la mozuela y hablar con ella, me di varias vueltas en el interior, pero no la pillaba, un pensamiento ataco mis sentidos y rápidamente salí corriendo hacia los sauces esperando no verla colgada, pero afortunadamente no fue así, ella estaba recostada en la hamaca, acompañada de mis perros, se notaba algo triste y su nariz roja me indicaba que a no ser por una alergia, quizás habría estado llorando, tal vez de rabia o pena. No tuve el valor y no quise preguntarlo.
Ella al verme llegar se hizo un ovillo, se gira de costado, recogiendo sus piernas y al tiempo que me da la espalda, tapándose la cara me pregunta: ¿cómo has estado?. En este tipo de situaciones creo que las palabras sobran y haciéndome un espacio entre la lona, la cargue firmemente entre mis brazos y cuando ya la tenía como un bebe recién nacido, pase mi pulgar por sus mejillas, secando un espeso rastro de lagrimas que confirmaban mis sospechas. Ella un poco más compuesta, solo me mira y en sus ojos podía vislumbrar una sombra de pena y arrepentimiento, este brillo me hizo temblar de emoción, pero como hombre decidido, lo deje pasar y con una radiante sonrisa, mirándola como hipnotizado solo le pude comentar:
-A mí también me da pena, ya había contratado varias nudistas para mi despedida de soltero-.
Se lo dije riendo, para que captara la intensión del comentario, pero ella en respuesta, me dio un fuerte puñetazo en el pecho, al tiempo que de forma explosiva estalló en llanto. Esto me dejo confundido, yo solo esperaba un golpecito tierno, acompañado de un “lo siento”, pero sus lágrimas me quemaban como ácido. De inmediato un pensamiento me ataco mi y levantando la cabeza, miro al cielo y le pregunto a Dios:
-¿Qué he hecho mal?-.
Y la respuesta apareció al instante:
-Nada-.
Con esa evidencia, entendí que tendría que llevar la voz cantante, me debía comportar como hombre maduro y hacerle frente a las mañas de mi princesa.
Decidí que lo mejor que podía hacer en ese momento era dejar que se desahogara y que llorara lo suficiente para que me prestara atención. Esto se prolongo cerca de una hora y cuando comenzó con las típicas exhalaciones buscando aire a su llanterio, no quise hacerle ninguna broma, ya no era el momento, solo la cargue con fuerza e incorporándola nuevamente, le ayude para que se sentara en paralelo, aliviando tal vez de su sufrimiento. Al ver su cara, solo podía fijarme en sus enormes ojos, por primera vez note un brillo extraño, lo sentí como cargado de resentimiento, tenía una mirada acusadora, como queriendo expresar que por mi culpa, ella sufría, ¿pero por qué?, debía averiguarlo ahora mismo… Le pregunte sin rodeos:
-Tengo la sensación que estas sufriendo porque las cosas no están saliendo como tú querías, presiento que te sientes frustrada porque no estoy las 24 Hrs contigo y desearías que así lo fuera, ¿me equivoco?-.
Ella me miraba con rabia, al tiempo que lagrimas intermitentes brotaban de sus ojos. Al principio solo se me quedo mirando y me hacia caras raras, ahora que recuerdo, parecidas a Enchantress de Suicide Squad. Al notar que no reaccionaba, tome la palabra y me hice la misma pregunta y se la respondí:
-Al momento que te conocí, supe que estaba ante una persona especial y jamás pensé que tan rápidamente formaras parte de mi vida. No ha pasado ni un mes y te tengo a mi lado, decidí pasar mi vida contigo, te amo como nunca pensé amar a alguien y tengo la certeza de que eres mi alma gemela, la que por muchos años estuve buscando y ahora, míranos, estamos aquí, somos un equipo y sin embargo nos estamos torturando por cosas insignificantes, que me hacen dudar y solo piénsalo, ¿que un simple capricho te hace llorar?, quizás que cosas harás, cuando de seguro nos pasen cosas más terribles. Yo te escogí a ti como mi compañera de vida, pero siento, que más que compañera, te asemejas a mi sobrina chica que hace lo mismo que tu, cuando no le presto demasiada atención y eso me entristece. Tu eres mi fortaleza y si fallas, lo hago también yo-.
Esto al parecer la hizo reaccionar y de manera pausada y lenta, me expuso la situación.
-¿Sabes Mystery?. Cuando te conocí me maravillaste con tu humor e ingenio, además de tu luminosa personalidad, jamás se me paso por la cabeza acostarme contigo, pero fue la energía que irradiábamos, que se siente tan bien, la que me hizo desearte cada vez más. Luego de eso, me sentía vacía cuando tú no estabas a mi lado y de a poco te transformaste en una adicción que con el paso de los días se convirtió amor puro, como el que nunca pensé poder llegar a experimentar. He disfrutado tanto contigo y lo que nos espera a fututo es tan intenso que rezo todos los días para que el universo me de fuerzas para soportarlo y más, para estar contigo lo suficiente antes de que parta de este mundo. Estoy bien consiente de todos los papelones que te he hecho pasar y créeme que no lo hice de adrede, es que cuando me faltas a veces mis deseos invaden i cerebro y no pienso en otra cosa más que estar a tu lado y el hecho de no tenerte me hace hacer cosas tontas, ¿ya sabes de que hablo?-.
Esta revelación me encanto, así que puse cara de ¿Qué más? Y seguí escuchándola con atención.
-Si bien me comentaste que te gustaba entrenar por las tardes y me advertiste que me iba a aburrir, no te hice caso y asumiendo las consecuencias igual fui y me porte como una pendeja. Te debo reconocer que me dan celos cuando te veo rodeado de tantas mujeres regias y yo, mírame, me cuesta moverme y me tortura la idea de que podrías estar feliz con cualquiera de ellas, pero tienes que arrastrar “a la lisiada”, ese pensamiento que de seguro comparten tus amigas me aterra. Reconozco que te sigo por ahí por celos, porque sé que en poco tiempo más seré solo un lastre y tú te mereces lo mejor y siento que yo no te puedo dar eso. Lo del casamiento, se que fue una estupidez, siempre he fantaseado con esa idea y esa noche sentí que ese era el momento correcto, pero me arrepiento, estoy seguro que pensaste que con esa petición te estaba amarando a mí y de paso satisfacerla uno de mis deseos, por eso, tontamente te dije que era un prueba, pero en el fondo así lo deseo. Sé que después de eso, mi imagen cayó al suelo y acepto que sea así, porque por mucho que lo intente aún siento que soy una niña y necesito aprender de mis errores. En mi casa siempre me trataron con pinzas y mi mamá y mis pocas amigas siempre me han tratado distintas a las demás. Te pido perdón por todo, te juro que cuando te vi sentí tanta pena, por mí y también por ti, sentí vergüenza de mi por todo lo que te he hecho pasar y también sentí rabia, porque cada vez que deseo estar contigo tu tienes otro plan, que si bien, me invitas, en el fondo me aburren y por celos me siento obligada a hacerlo. Se bien que ni siquiera empezamos a pololear y ya vivimos juntos, no sé si eso sea bueno o malo, pero lo estamos haciendo y de a poco debemos acomodarnos si queremos estar por siempre juntos-.
Sus palabras me emocionaron, era lo que esperaba escuchar y me dejo una enorme satisfacción saber que mi nena no estaba loca, más bien confundida al lidiar con situaciones nuevas, donde simplemente el instinto femenino tomo el control.
Fue a raíz de lo anterior, que decidí ayudar a mi nena y ser más flexible con mis actividades. Desde hoy entrenare en mi hora de almuerzo y las tardes se las dedicare a ella, en la medida que el tiempo así lo requiera, además le sugerí que cuando yo no estuviera, pues que usara su tiempo para visitar a las amigas, familia y que en el fondo siguiera haciendo su vida normal como antes de conocerme, ya que ella pensaba que al vivir conmigo, tenía que quedarse ahí como una china de campo a la espera del marido, pero son otros tiempos, somos seres independientes, sin embargo de todo lo anterior desprendí la idea de que necesito dedicarle un poco más de tiempo y cuidados, no por tratarse de una personas con necesidades diferentes, si no porque mi corazón así lo quiere.
Una vez más…. Agradezco a todos sus consejos y espero me corrijan si deje fuera algo.
Les quiere:
Mystery