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Constanza Piccoli lanza video en campaña contra el acoso callejero : "No, no te estoy provocando"

Esta columna de una mina disidente del feminazismo está bastante acertada




"Sobre la figura sexualizada de la mujer y la omisión del feminismo hegemónico de las disposiciones biológicas"
Uno de los principales problemas del feminismo hegemónico contemporáneo de la Argentina y de Estados Unidos es su absoluta desconsideración de la biología en la explicación de diversos fenómenos que hacen a las diferencias de todo tipo entre hombres y mujeres. La biología no es un destino. Somos el resultado de la conjunción de biología y cultura, pero tratar de explicar todo a partir de la cultura es como tratar de explicar todo mediante la biología. Llevo leído un 60% del extenso blog "Economía Femini(s)ta", donde escriben diversas autoras, y la palabra biología apareció una sola vez, y en forma poco significativa. Lo mismo ocurre en la mayoría de los artículos y videos de la corriente hegemónica del feminismo vernáculo. En el libro de Mercedes D´Alessandro "Economía Feminista" (pág 17) aparece la frase "Las relaciones de género -que son construcciones sociales-..." Se aducirá que sexo y género son cosas diferentes, que lo primero alude a lo biológico y lo segundo no, pero lo cierto es que si hablamos de relaciones entre hombres y mujeres, decir que se trata de "construcciones sociales" implica ignorar muchas de las disposiciones que contribuyen fuertemente a explicar (sin agotar estas explicaciones) desde diferencias vocacionales hasta preferencias, estrategias de cortejo, sexualización de la figura humana, etc. El cerebro humano es resultado de miles y miles de años de evolución en la que las estrategias adaptativas de hombres y mujeres tuvieron significativas diferencias, pero en los últimos cinco minutos, que son los que corresponden a la civilización, resulta que las únicas diferencias que permanecerían son las genitales, junto a un par más.
La idea de que las relaciones entre hombres y mujeres pretenden ser enteramente explicables mediante la cultura probablemente se vincule con el hecho de que la mayor parte de las feministas provienen del ámbito de las ciencias sociales, donde no se estudia biología. ¿Es posible comprender la conducta humana prescindiendo de la biología? Decididamente no, así como no es posible comprenderla prescindiendo de la cultura.
Uno de los reclamos feministas clásicos es el de la "cosificación" del cuerpo femenino. El concepto es claro en Marx cuando hace referencia a la clase obrera, pero vago en el feminismo. La mera exhibición del cuerpo femenino a menudo es criticada por estas feministas con los siguientes argumentos: (1) Se exhibe mucho más el cuerpo femenino que el masculino, se hacen más comentarios sobre la belleza femenina que sobre la masculina, se venden más productos de belleza -ropa, maquillaje- femeninos que masculinos, la publicidad muestra a más mujeres ligadas a la belleza que a cualidades intelectuales. (2) "No se exponen otros atributos de las mujeres" (como me respondió "Economía Feminista" en Twitter.
Dudo que en los medios de difusión argentinos se haya logrado la igualdad de derechos. Parece haber más conductores de programas hombres mediando debates entre mujeres que la versión opuesta. Sería necesario realizar un estudio no sesgado y objetivo, pero en la rápida (y provisoria para grandes conclusiones) vista que hice de todos los canales de TV ayer de la mañana a la noche, incluyendo la publicidad, aparecieron muchísimas mujeres como panelistas, conductoras y entrevistadas exponiendo sus ideas. La publicidad, en efecto, muestra más productos de belleza femeninos y cuerpos -en su mayoría no semi-desnudos- de mujer. (Ampliaré este estudio y compartiré los resultados. No confío en los realizados por grupos feministas, dada la imprecisión de sus categorías epistemológicas, por ejemplo la de micromachismo, a la que me referiré en otra ocasión. (Sobre este concepto, ver el paper "Microaggressions: Strong Claims, Inadequate Evidence", de Scott O. Lilienfeld)
La sexualización del cuerpo femenino es un universal humano, y es común a los primates, que encuentran que la cola de la hembra es el área más erótica. A diferencia de lo que dice el blog "Economía Femini (s) ta", no ha sido distinto en otras épocas. Aún cuando el varón también se haya adornado, siempre ha sido la figura física de la mujer la más erotizada. Incluso entre los musulmanes, el chador expresa la alta valoración erótica del cuerpo femenino. Entre muchos pájaros como el pavo real, es exactamente al revés: cuanto mayor es el tamaño de las plumas coloridas del macho, mayor es el atractivo que ejerce en las hembras. Es lo que desvelaba a Darwin, ya que el pavo real también era más blanco de los predadores en virtud de esas extraordinarias plumas. Hoy sabemos que pese a esto, como se reproducía más, el rasgo se acentuaba en las generaciones siguientes.
El equivalente de la sexualización de la hembra entre los primates, es la preponderancia del valor del "estatus" entre los machos. En los primates es la fuerza física (y su cuerpo es más grande), entre los humanos eso se convirtió en dinero, nivel cultural, condiciones de liderazgo, y también en altura física y edad. Son estereotipos, sí, que reflejan disposiciones biológicas. Si los hombres fetichizaron la belleza de la mujer, las mujeres fetichizaron el estatus del hombre, ya que incluso las que adquieren un estatus superior, no desean en promedio a un hombre de un estatus inferior a ellas (ver estudios experimentales de John Townsend).
La cultura ha cambiado y puede cambiar muchas cosas. Dudo que las cambie todas. La selección sexual moldeó las características sexuales secundarias de los homínidos por millones de años. No es imposible que, en lo atinente a la valoración de la figura sexual femenina por sobre la masculina, sigamos siendo como somos en tanto y en cuanto permanezcamos homínidos. La preponderancia de la belleza femenina sobre la masculina no es producto del patriarcado sino de nuestra condición humana.
Apreciemos la belleza femenina como parte de las innúmeras bellezas del mundo, así como los atributos intelectuales de las mujeres, pero no exijamos que cada mujer que muestra su cuerpo se vea obligada a deleitarnos con un discurso. Escribo en los medios hace 40 años y por suerte nunca me obligaron a ilustrar una nota mostrando el culo.
 
Esta columna de una mina disidente del feminazismo está bastante acertada




"Sobre la figura sexualizada de la mujer y la omisión del feminismo hegemónico de las disposiciones biológicas"
Uno de los principales problemas del feminismo hegemónico contemporáneo de la Argentina y de Estados Unidos es su absoluta desconsideración de la biología en la explicación de diversos fenómenos que hacen a las diferencias de todo tipo entre hombres y mujeres. La biología no es un destino. Somos el resultado de la conjunción de biología y cultura, pero tratar de explicar todo a partir de la cultura es como tratar de explicar todo mediante la biología. Llevo leído un 60% del extenso blog "Economía Femini(s)ta", donde escriben diversas autoras, y la palabra biología apareció una sola vez, y en forma poco significativa. Lo mismo ocurre en la mayoría de los artículos y videos de la corriente hegemónica del feminismo vernáculo. En el libro de Mercedes D´Alessandro "Economía Feminista" (pág 17) aparece la frase "Las relaciones de género -que son construcciones sociales-..." Se aducirá que sexo y género son cosas diferentes, que lo primero alude a lo biológico y lo segundo no, pero lo cierto es que si hablamos de relaciones entre hombres y mujeres, decir que se trata de "construcciones sociales" implica ignorar muchas de las disposiciones que contribuyen fuertemente a explicar (sin agotar estas explicaciones) desde diferencias vocacionales hasta preferencias, estrategias de cortejo, sexualización de la figura humana, etc. El cerebro humano es resultado de miles y miles de años de evolución en la que las estrategias adaptativas de hombres y mujeres tuvieron significativas diferencias, pero en los últimos cinco minutos, que son los que corresponden a la civilización, resulta que las únicas diferencias que permanecerían son las genitales, junto a un par más.
La idea de que las relaciones entre hombres y mujeres pretenden ser enteramente explicables mediante la cultura probablemente se vincule con el hecho de que la mayor parte de las feministas provienen del ámbito de las ciencias sociales, donde no se estudia biología. ¿Es posible comprender la conducta humana prescindiendo de la biología? Decididamente no, así como no es posible comprenderla prescindiendo de la cultura.
Uno de los reclamos feministas clásicos es el de la "cosificación" del cuerpo femenino. El concepto es claro en Marx cuando hace referencia a la clase obrera, pero vago en el feminismo. La mera exhibición del cuerpo femenino a menudo es criticada por estas feministas con los siguientes argumentos: (1) Se exhibe mucho más el cuerpo femenino que el masculino, se hacen más comentarios sobre la belleza femenina que sobre la masculina, se venden más productos de belleza -ropa, maquillaje- femeninos que masculinos, la publicidad muestra a más mujeres ligadas a la belleza que a cualidades intelectuales. (2) "No se exponen otros atributos de las mujeres" (como me respondió "Economía Feminista" en Twitter.
Dudo que en los medios de difusión argentinos se haya logrado la igualdad de derechos. Parece haber más conductores de programas hombres mediando debates entre mujeres que la versión opuesta. Sería necesario realizar un estudio no sesgado y objetivo, pero en la rápida (y provisoria para grandes conclusiones) vista que hice de todos los canales de TV ayer de la mañana a la noche, incluyendo la publicidad, aparecieron muchísimas mujeres como panelistas, conductoras y entrevistadas exponiendo sus ideas. La publicidad, en efecto, muestra más productos de belleza femeninos y cuerpos -en su mayoría no semi-desnudos- de mujer. (Ampliaré este estudio y compartiré los resultados. No confío en los realizados por grupos feministas, dada la imprecisión de sus categorías epistemológicas, por ejemplo la de micromachismo, a la que me referiré en otra ocasión. (Sobre este concepto, ver el paper "Microaggressions: Strong Claims, Inadequate Evidence", de Scott O. Lilienfeld)
La sexualización del cuerpo femenino es un universal humano, y es común a los primates, que encuentran que la cola de la hembra es el área más erótica. A diferencia de lo que dice el blog "Economía Femini (s) ta", no ha sido distinto en otras épocas. Aún cuando el varón también se haya adornado, siempre ha sido la figura física de la mujer la más erotizada. Incluso entre los musulmanes, el chador expresa la alta valoración erótica del cuerpo femenino. Entre muchos pájaros como el pavo real, es exactamente al revés: cuanto mayor es el tamaño de las plumas coloridas del macho, mayor es el atractivo que ejerce en las hembras. Es lo que desvelaba a Darwin, ya que el pavo real también era más blanco de los predadores en virtud de esas extraordinarias plumas. Hoy sabemos que pese a esto, como se reproducía más, el rasgo se acentuaba en las generaciones siguientes.
El equivalente de la sexualización de la hembra entre los primates, es la preponderancia del valor del "estatus" entre los machos. En los primates es la fuerza física (y su cuerpo es más grande), entre los humanos eso se convirtió en dinero, nivel cultural, condiciones de liderazgo, y también en altura física y edad. Son estereotipos, sí, que reflejan disposiciones biológicas. Si los hombres fetichizaron la belleza de la mujer, las mujeres fetichizaron el estatus del hombre, ya que incluso las que adquieren un estatus superior, no desean en promedio a un hombre de un estatus inferior a ellas (ver estudios experimentales de John Townsend).
La cultura ha cambiado y puede cambiar muchas cosas. Dudo que las cambie todas. La selección sexual moldeó las características sexuales secundarias de los homínidos por millones de años. No es imposible que, en lo atinente a la valoración de la figura sexual femenina por sobre la masculina, sigamos siendo como somos en tanto y en cuanto permanezcamos homínidos. La preponderancia de la belleza femenina sobre la masculina no es producto del patriarcado sino de nuestra condición humana.
Apreciemos la belleza femenina como parte de las innúmeras bellezas del mundo, así como los atributos intelectuales de las mujeres, pero no exijamos que cada mujer que muestra su cuerpo se vea obligada a deleitarnos con un discurso. Escribo en los medios hace 40 años y por suerte nunca me obligaron a ilustrar una nota mostrando el culo.

No te pongay latero poh weon, la wea estaba agarrando vuelo con videos de culos :tecito:
 
Y pensar que mauriziano anduvo estucando ahí :nonono:

Tampoco es tan raro; si como a toda maraca, las lucas son tremendamente sexis y te convierten en un Brad Pritt para ellas( y Mauriziano tiene harta plata el CTM)....
 
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