Mi personaje favorito es Gon.
A mí me atrae la inocencia. Observar cómo una personalidad inocente se desenvuelve en un mundo enmarañado en hábitos, opiniones y éticas de las más diversas, y cómo esta realidad lo afecta en sus acciones y evolución me cautiva. Sé es un cliché en el shonen, sin embargo hay una diferencia entre el tratamiento del desarrollo de esta inocencia a la idea misma. Como lo dije en otro post en este foro, para mí es importante la originalidad de dicho tratamiento más allá que la idea se haya visto hasta el cansancio o no. Recuerdo que hace años, me topé con un capítulo de la torre de los engaños. No es que me haya llamado inmediatamente la atención Gon para continuar eviendo el capítulo sino que fueron otras cosas, por ejemplo cuando juego sicológico entre Leorio y la mujer (no recuerdo su nombre), sobre todo en el "juego de manos". Me pareció atractivo que un autor notase la profundidad de un juego aparentemente simple y lo ocupara como elemento de tensión en su obra. También me fijé en otros datos (como cuando Kurapica explica que estadísticamente la gente, cuando está perdida, tiende a ir hacia un sentido) Recuerdo que nunca pude determinar el si el dato era efectivo en nuestro "mundo", pero me daba lo mismo a la larga: si había un estudio de nuestro mundo que llegaba a los mismos resultados, significaba que el autor era una persona de amplios conocimientos y poco usuales intereses, y si no, que el autor era alguien con la capacidad de crear un historial de conocimiento propio del mundo que nos relata. Ambas posibilidades fascinantes. Pero Gon, en qué momento entra Gon a captar mi atención. Pues lo hace justo cuando Killua mata a Jones, el asesino. Aparentemente Gon no tiene problemas con compartir con un asesino que no se ha redimido del todo, ni tampoco lo reprocha moralmente. Tampoco tiene problemas para fijar su atención en Killua pese a su pasado. Aquí comprendí que habían dos posibilidades: que el mundo de Hunter X Hunter no tenía un sentido moral como el que conocemos o que Gon no tuviese un sentido moral normal. Me incliné claramente por la segunda porque si hay un ordenamiento ético general, pero diferente en algunos aspectos como en el de la valorización de la vida y la muerte. Kurapica, por ejemplo, es una persona con un sentido moral definido y de principios claros, Leorio también, hasta en Killua se puede ver un pronunciado sentido moral si excluimos su pasado y su etiqueta de ex asesino. Esto me llevó a pensar que más allá del acto moralmente incorrecto, los individuos se preocupan más de comprender el contexto del susodicho pudiendo incluso pasarlo por parte e incluirlo en el cause de la normalidad. Esto se nota mucho más en Gon. Gon no tiene referentes absolutos del bien y del mal, sino que se van configurando en su mente directa a medida que él se acomoda a las circustancias. Cada circunstancia puede tener un bien y un mal determinado. ¿Recuerdan cuando Gon le arrebata la placa a Hisoka? ¿Cuál era su estrategia? Disfrazar su ataque en el ataque mortal de Hisoka. En el fondo sacrificó un ser humano (a quien Hisoka mató en ese momento) para tener suceso en su meta. Nada le importó la vida humana en ese momento sino que lo único importante era llevar a cabo lo que tenía planeado y en lo que había enfocado sus esfuerzos. Para el eso era lo "bueno". ¿Hay algún otro protagonista de shonen que tenga esta dinámica? Además es precisamente esta particularudad de Gon que le sirve mara moverse en el mundo y salvarse de múltiples situaciones que lo hubiesen llevado irremediablemente a la muerte.