Devenir
Pajer@
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Esa estrategia política de los movimientos de izquierdas de transformarlo todo en una constante lucha de clases, guerra de víctimas, con eternos oprimidos y opresores (en este caso, de ciclistas versus automovilistas) es bien desagradable y tóxica.
Activistas culiaos viscerales (ciclistas radicales, faministas radicales, ecologistas radicales, veganos radicales y un largo etcétera) son lo más odioso y contraproducente a su causa que puede existir.
Ahora manipular cualquier cosa "identitaria" e interpretarlo desde los postulados marxistas está de moda y se aplica a cualquier cosa llegando a niveles delirantes y enfermizos.
Resulta que ahora es motivo de odio y de lucha a morir, ser mujer, maricón, amante de los videos de gatos, ciclista, marihuanero, vegano, ecologista, amante de la coca-cola, fanáticos de la papiroflexia, en fin, absolutamente todo se pretende interpretarlo desde el odio irreconciliable y la óptica marxista de la "lucha de clases" cuya aplicación ha llegado a niveles totalmente absurdos, sacando lo peor de los sub-humanos que caen en la trampa que se transforman en fanáticos acéfalos de una causa cualquiera.
Qué wea más cansina por la chucha.
Ahora bien, andar en bici, en la capital al menos, y en la calle, en general es bien suicida. La cultura vial es pésima y no solo de parte de los ciclistas sino que de todos (automovilistas, peatones, ciclistas y toda la fauna sub-humana sin cultura vial, que exige respeto y privilegios para sí mismos pero carece totalmente de respeto por los demás)
(Aun así, al menos en otros países de sudacalandia la incultura vial es mucho peor )
El problema aquí es cultural. Honestamente, es la raja andar en bici en europa, te puedes meter donde sea respetando las reglas y descubrir la ciudad en bici es realmente exquisito. Estamos a años luz de lograr eso y, de hecho, con activistas fanáticos acéfalos nunca lo vamos a lograr, porque el respeto es un camino de dos vías y, justamente, no se logra mediante la violencia y el fanatismo, sino que desde la cordura y la civilidad, cosa que les falta a todos estos activistas culiaos que terminan arruinando totalmente la causa que pretenden defender, transformandolo todo en una bolsa de gatos destinada a producir más fracaso, más odio y más frustración (justo lo que quieren los marxistas, jaja cayeron en la trampa del odio, que está destinada a ir in crescendo y a hacer tu vida y la del resto, miserable)
Pero resulta que el respeto al ciclista es solo un ámbito más de practicar el respeto al otro, y todos estos activistas de-lo-que-sea hacen exactamente lo contrario de lo que hay que hacer para vivir en una sociedad en la que nos respetemos mutuamente. Piden respeto y tolerancia y son lo más irrespetuosos e intolerantes que puede existir.
El respeto es un camino de dos vías e intentar imponerlo por la fuerza y por el fanatismo ciego solo te deja como un desequilibrado mental frente a los ojos del resto, lo que solo causará rechazo e invitará al resto a ignorarte y pasarse tu causa/pataleta por la raja. Lamentable, porque sería bonito vivir en un mundo con mejor cultura vial, pero como siempre, wea que toca la izquierda, wea que la envenena y la pudre.
Activistas culiaos viscerales (ciclistas radicales, faministas radicales, ecologistas radicales, veganos radicales y un largo etcétera) son lo más odioso y contraproducente a su causa que puede existir.
Ahora manipular cualquier cosa "identitaria" e interpretarlo desde los postulados marxistas está de moda y se aplica a cualquier cosa llegando a niveles delirantes y enfermizos.
Resulta que ahora es motivo de odio y de lucha a morir, ser mujer, maricón, amante de los videos de gatos, ciclista, marihuanero, vegano, ecologista, amante de la coca-cola, fanáticos de la papiroflexia, en fin, absolutamente todo se pretende interpretarlo desde el odio irreconciliable y la óptica marxista de la "lucha de clases" cuya aplicación ha llegado a niveles totalmente absurdos, sacando lo peor de los sub-humanos que caen en la trampa que se transforman en fanáticos acéfalos de una causa cualquiera.
Qué wea más cansina por la chucha.
Ahora bien, andar en bici, en la capital al menos, y en la calle, en general es bien suicida. La cultura vial es pésima y no solo de parte de los ciclistas sino que de todos (automovilistas, peatones, ciclistas y toda la fauna sub-humana sin cultura vial, que exige respeto y privilegios para sí mismos pero carece totalmente de respeto por los demás)
(Aun así, al menos en otros países de sudacalandia la incultura vial es mucho peor )
El problema aquí es cultural. Honestamente, es la raja andar en bici en europa, te puedes meter donde sea respetando las reglas y descubrir la ciudad en bici es realmente exquisito. Estamos a años luz de lograr eso y, de hecho, con activistas fanáticos acéfalos nunca lo vamos a lograr, porque el respeto es un camino de dos vías y, justamente, no se logra mediante la violencia y el fanatismo, sino que desde la cordura y la civilidad, cosa que les falta a todos estos activistas culiaos que terminan arruinando totalmente la causa que pretenden defender, transformandolo todo en una bolsa de gatos destinada a producir más fracaso, más odio y más frustración (justo lo que quieren los marxistas, jaja cayeron en la trampa del odio, que está destinada a ir in crescendo y a hacer tu vida y la del resto, miserable)
Pero resulta que el respeto al ciclista es solo un ámbito más de practicar el respeto al otro, y todos estos activistas de-lo-que-sea hacen exactamente lo contrario de lo que hay que hacer para vivir en una sociedad en la que nos respetemos mutuamente. Piden respeto y tolerancia y son lo más irrespetuosos e intolerantes que puede existir.
El respeto es un camino de dos vías e intentar imponerlo por la fuerza y por el fanatismo ciego solo te deja como un desequilibrado mental frente a los ojos del resto, lo que solo causará rechazo e invitará al resto a ignorarte y pasarse tu causa/pataleta por la raja. Lamentable, porque sería bonito vivir en un mundo con mejor cultura vial, pero como siempre, wea que toca la izquierda, wea que la envenena y la pudre.