Confieso que...
Hace dos semanas presencié como el padre de mi compadre se descompensaba por el alza de azúcar, provocando un coma diabético. Durante el proceso vimos con mi amigo cómo su padre empezó a convulsionar, delirar, vomitar, etc. Fue una experiencia horripilante, ni al peor de mis enemigos se la deseo. Si no fuese por un lapso leve de tranquilidad, hubiera terminado con una crisis de pánico al ver semejante espectáculo dantesco. Llamamos a la ambulancia y no tardaron en llegar para llevárselo.
Al día siguiente, los doctores informaron a la mujer (madre de mi amigo) que posiblemente él moriría en las 12 horas restantes, ya que su gravedad estaba en un nivel crítico. Todos nos fuimos abajo con semejante noticia, pero yo y mi compadre nos negamos a creer en su deceso; si había un 1% de revertir la situación, entonces la batalla no estaba perdida. Asimismo, durante su descompensación, una cantidad de vómito cayó en sus pulmones, causando neumonía, lo cual empeoró el panorama completamente.
Pasaron los días y su estado de salud no mejoraba, pero tampoco empeoraba; los doctores recalcaron que su gravedad seguía latente, pero estaba un tanto estable (aunque implícitamente dieron a entender que no había ilusión de mejora). Durante estos 14 días, la familia de mi compadre vivió días difíciles y, por supuesto, yo también sufría internamente. Después de todo, tenemos un sentimiento reciproco como familia, a pesar de no tener vínculos sanguíneos.
Sin embargo, hoy comenzaron las buenas noticias; el padre de mi compadre comenzó a tener buena reacción a los medicamentos, así como también empezó a despertar levemente, mostrando buen recibimiento a las instrucciones de los enfermeros a cargo de su mejoramiento. Según las palabras de la madre de mi amigo, el especialista y su equipo fueron enfáticos en comentar que ellos no se explican cómo aquel hombre sigue vivo, ya que cuando lo ingresaron a urgencia estaba "MUERTO", ninguna muestra de signo vital; tuvieron que reanimarlo a duras penas en los últimos momentos (unos segundos más y hubiera estirado la pata para siempre)
Se podría decir que los milagros existen, la verdad no lo sé, no soy un hombre religioso... pero estas situaciones provocan cuestionamientos en mi manera de ver las cosas racionalmente. Lo importante es que la situación sí se está revirtiendo para bien.
Finalmente, el equipo médico señaló que de seguir así su mejoría en estos días, probablemente sea removido del sector de urgencias; si bien no se puede cantar victoria del todo, su proceso más crítico está quedando atrás (no presenta secuelas o daños en general por el coma diabético)
Sorry por el papiro, pero en medio de días difíciles, hacía falta un desahogo.
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