JOHN F. KENNEDY Parte 3 y Final. Kennedy hizo crecer todavía más la tensión a raíz de su defensa de una solución justa para el problema de los refugiados palestinos que había desplazado Israel. En una cumbre de las Naciones Unidas presionó a Israel para que se ciñese a una resolución que exigía justicia para los refugiados, pero que se ciñese a una resolución que exigía justicia para los refugiados, pero Golda Meir, la ministra de Exteriores de Israel de entonces (y posteriormente primera ministra) expresó su «estupefacción y rabia« por la política de Kennedy. Todo esto se añadió a la hostilidad con Ben–Gurion y, por lo menos por parte de Israel, la animadversión se convirtió en un odio feroz a Kennedy. El 16 de junio de 1963 Ben–Gurion dimitió como primer ministro y como ministro de Defensa. A pesar de que oficialmente dio otros motivos para justificar su decisión, entre bastidores creía que la política imparcial de Kennedy en Oriente Próximo amenazaba la existencia de su querido Israel. No podía hacer cambiar de opinión a Kennedy y por eso quiso que lo intentara otra persona. En una de las últimas veces que habló con Kennedy, le dijo: «Señor presidente, mi pueblo tiene derecho a existir... y su existencia corre peligro«. Según la investigación de Michael Collins Piper en FINAL JUDGEMENT: ...en sus últimos días en calidad de primer ministro, Ben–Gurion mandó al Mossad que organizara el asesinato de John F. Kennedy. Basándonos en las pruebas adicionales que han salido a la luz, creemos que el Mossad tomó las medidas necesarias y logró ese objetivo«. Sin duda el Mossad mantenía estrechos vínculos con otros que deseaban ver muerto a Kennedy, especialmente la CIA y Meyer Lansky. Kennedy también tenía a ambos en mente. Aunque había aceptado dinero de Lansky y de la mafia para su campaña, en realidad quería acabar con ellos. En cuanto asumió la presidencia, nombró a su hermano Bobby para el cargo de fiscal general y comenzó una gran campaña contra la mafia. Lansky y la mafia estaban furiosos porque lo consideraron una traición. Para entonces Lansky y su operación internacional, que mantenían estrechos vínculos con la CIA y el Mossad que hasta entonces habían sido intocables, se hallaban amenazados. Kennedy también advirtió que la CIA estaba fuera de control y que llevaba a cabo su propio plan. La CIA había conseguido que Kennedy recibiera muchas críticas por el desastre de la Bahía de Cochinos, el intento fallido de sacar a Castro de Cuba. La red de la mafia de Lansky y también estuvo involucrada en ello porque cuando llegó Castro acabó con sus Casinos y Prostíbulos en Cuba. Kennedy hecho a Allen Dulles, el director de la CIA y patrocinador de Adolf Hitler y prometió «escindir la CIA en mil pedazos y esparcirlos por los aires«. La CIA, al igual que Lansky y el LOBBY israelí, sabían que John y Bobby Kennedy amenazaban la supervivencia de su estructura de poder. Cualquier persona de estas organizaciones tenía el poder para acabar con Kennedy, que estaba enfrentándose a las tres. Es más, había decidido que Estados Unidos se retiraría de la Guerra de Vietnam, por desgracia para Lansky, el Mossad y la CIA, que estaban empleando los conflictos narcotraficantes en el Sureste Asiático, y para Israel, que creía que mientras Estados Unidos centraba la atención en Vietnam, no podía vigilar de cerca lo que acontecía en Oriente Próximo. Los fabricantes de armas y los bancos mundiales también quería que continuará la guerra, por supuesto. A medida que Kennedy hizo evidentes sus políticas, hubo otro motivo más de su impopularidad en la Élite Mundial. Deseaba acabar con el poder de la Reserva Federal mediante la emisión de su propio dinero sin intereses. De hecho, ya había empezado hacerlo antes de su muerte y algunos de sus billetes sin intereses siguen circulando hoy en día. Era la peor pesadilla para la Élite. El último presidente que había emitido dinero sin intereses había sido Abraham Lincoln y ya sabemos lo que le ocurrió. En 1963, las fuerzas que estaban en contra de Kennedy eran simplemente grandiosas. De hecho, entre bastidores eran la misma organización dirigida por las mismas personas. Todo esto se aclarará más cuando consideremos las organizaciones que cooperaron entre sí para asesinar a John F. Kennedy. "...y la VERDAD os hará LIBRES" (2013) David Icke