Qué desgracia debe ser tener un hijo con síndrome de Down. Pienso que en estos casos el aborto no sólo debería ser permitido, sino que también promovido.
No veo ningún futuro para la carrera de Belén Mora. Creo que a ella le tocó ser una suerte de "Alberto Plaza" del progresismo, la depositaria de todo el odio ciudadano contra los aspectos más repudiables de la izquierda radical. Eso sí, un poco injusto me parece: ¿por qué nadie funa de la misma forma a Alfredo Castro, a Javiera Contador o a la Natalia Valdebenito? Siendo que todas esas mierdas fueron igualmente militantes y comprometidos por el estallido delictual. La Belencita quiso subirse al carro de la victoria, y terminó convirtiéndose en un chivo expiatorio, cobrando la peor parte.