El sueño empezaba en una pieza de internado (no me queda claro si era un colegio o universidad), estaba leyendo un grueso libro (era verde oscuro y de tapa dura), aunque parecía una especie de enciclopedia que tenía fotos a color de ciudades antiguas, ruinas ancestrales, estructuras megaliticas, etc (lo que más recuerdo es la foto de unos pilares de piedra con unos dibujos en relieve de triángulos y ojos, como ilustraciones ocultistas
). Cerraba el libro, la habitación la compartía con otro compañero y dos mujeres (era una pieza mixta o sólo estaban ahí, ni idea), al parecer había bastante confianza (no en exceso
) entre todos.
Luego iba a clases, de vuelta pasaba a dejar el libro a la biblioteca. Me encuentro con una anciana profesora que también va a dejar un libro con tapas celestes, la saludo. Vuelvo a la habitación y están los mismos personajes, aunque el compañero de habitación era diferente (como cuando cambian el actor de un personaje en una serie, pero sigue siendo el mismo personaje). Una de las minas me pide la hora, se la digo, luego me toma el brazo y me dice que le gusta mi reloj, sobre todo los detalles de la correa. Se despide y luego desaparece de escena.
Poco después llegan unos tipos vestidos de karateca con traje azul, dicen que vienen a buscar algo. La compañera que quedó en la pieza les da acceso y les dice que pasen no más. Les preguntó si van a entrenar, pero me dicen que no, que tienen un torneo y se van apurados. Pregunto donde es el torneo y me dicen en tal gimnasio.
Aparezco en el gimnasio pero están con un drama, el torneo es por equipos y les falta un integrante y no encuentran como rellenar, alguien propone que yo ocupe ese puesto. Me niego porque no tengo experiencia, pero el instructor me dice que no importa, porque sería un reserva y ni siquiera me iba a tocar pelear y que era sólo para cubrir el cupo
Después de la inscripción alguien se lesiona y estoy obligado a ocupar su cupo
Todos echando puteadas. Me dan un traje. Echo puteadas porque el nudo del cinturón no me sale a la primera
Una mina con traje blanco practica conmigo, me da la impresión que era la misma que estaba en la habitación y que se fue, pero su rostro era diferente (otro cambio de actriz
) Me doy cuenta que me cuesta moverme y que mis movimientos son lentos.
Da comienzo el torneo, mi oponente se ve como un hombre maduro (como de unos cuarenta y tantos) con canas en las sienes. Ahora es mi turno, suena la campana Y LA ALARMA. TERMINA EL SUEÑO.
Lo traté retener al máximo para que no se me olvide.