Nunca usé Encarta, porque no tuve acceso a computadores hasta como los 16. Y la única vez que le pedí un favor a alguien para que me "sacara" algo de su Encarta, lo leí y lo encontré incompleto
.
Cuando niña, siempre le preguntaba a mis papás, a mis tíos, a mis abuelos, incluso a algunos vecinos. Bonitos tiempos.
Si eso no era suficiente o no sabían, el fiel diccionario Sopena. Si Sopena no lo tenía, a la biblioteca municipal. A medida que fui creciendo, cada vez necesité más ir a la biblioteca y fui tanto que me terminé haciendo amiga del bibliotecario (cuando el tiempo era poco y la tarea era mucha, me dejaba sacar algunos libros para fotocopiarlos... cuando eso estaba prohibido :ph34r-61
Icarito, Soluciones Escolares, las láminas Artecrom y Mundicrom eran ideales para las carpetas. Echaba mano a los cuadernos y libros de mi vieja, así como unos libros de mis tatas cuando estudiaron el bachillerato
. Me gustaban por las ilustraciones. A veces en castellano la profe me decía "Schiena, eso es un arcaísmo, dónde lo aprendió?"
Después me regalaron Atlas y unas enciclopedias Salvat, Ercilla y
Monitor usaditas, pero pucha que servían. Eran mis tesoros y mi fuente de ocio útil. También aprovechaba que tenía buena memoria, así que documental que veía se quedaba archivado y posteriormente era utilizable.
Como en séptimo básico, haciendo un trabajo en grupo en la casa de una amiga, estabamos urgidos porque no encontrábamos nada, entonces llamamos al Fono Tareas!
Alguien más se acuerda de eso? Más caro y mula!
Ah y las revistas Muy Interesante, Selecciones, Conozca Más, suplementos de diarios, etc.
Hice trabajos con internet recién en 3ro medio. Pero lo seguía combinando con las bibliotecas. Ñoña irremediable.