La pelea la tenemos en la sangre, somos de menos palabras que los seres de luz y coloridos caribeños, personalmente me ha tocado asaltos a mano armada con heridos, me han tenido con una pistola en la cabeza y lo único que pasaba por mi mente era matar a los delincuentes culiaos, aprovecho de decir, donde pega una bala destruye y mucho, por ejemplo, en las piernas es igualmente mortal y dañino que en otras partes.
Las balas calibre 9 después de atravesar a una persona, siguen su camino, rebotan, muy peligroso, que no les cuenten cuentos.