Una vez fui a la casa de una tía en la playa de Matanzas, VI Región. Matanzas tiene una historia mágica, no se sabe con certeza cuál fue la razón de que se le llamase "Matanzas" (porque no es un nombre muy bonito XD) ya que en dicha aldea (hay unas 40 casas actualmente, con unas 7 familias viviendo todo el año, el resto son cabañas de veraneo) su historia registra unas 6 matanzas de distinta índole: una matanza de indigenas por parte de los españoles, una matanza de los pobladores a manos de piratas, una matanza de una cantidad impreisonante de lobos marinos, que dejó la playa completa y sus olas teñidas de rojo y un aire nauseabundo en la aldea (se piensa que esta es la razón) y la matanza de una familia acaudalada de la zona a manos de indígenas. El sacerdote de la época colonial escribe aún már raras historias de la época, que contaba con seres mágicos (duendes, gnomos, gigantes de roca, etc.) a tal punto que una vez habría llegado el Caleuche aquí y habrían desaparecido con todos los niños, el pueblo ordenó destruír el muelle para que nunca más regresaran (hasta el día de hoy se puede ver el muelle antiguo quemado).
Eso como intro XD, mi sueño fue en la casa de veraneo que tiene allá una tía que ni siquiera ocupa esa casa, por lo que suelo pedírsela cuando quiero escapar, ya que es como una playa deshabitada prácticamente para tú uso. Mi tía nos dice (a mí y un primo) que tuvieramos cuidado, que dejáramos afuera de la puerta cosas dulces o bien un vasito de vino, que a los duendes juguetones les gusta ser bien tratados o se portan mal. Ni siquiera le presté oído porque no creo en supersticiones ni en religiones ni en nada mágico ni shuper loco. La cosa es que nos dice que lo hagamos igual porque el duende tiene su casa AL LADO DE LA DE MI TÍA, que no nos pongamos hueones subiendo mucho la música y molestándolo. Cosa que sí hicimos; es más, nos adentramos cerro arriba a "su casa"... "que mierda, cómo va a tener una casa hueón, si hay puros pinos que hacen intransitable el paso", le dije a mi primo. Claro, para alguien adulto de tamaño promedio, pero para alguien de entre 30 a 50cm le sería fácil entrar... eso nos dimos cuenta en el acto y comenzamos a cortar las ramas inferiores del bosque de pinos para poder entrar. Lo que nos pasó fue que encontramos "la casa". Fue una de las hueás más tétricas que me ha tocado ver. Efectivamente sabías, observando el "lugar", que era obvio que había alguien viviendo allí. "Bueno, será un vagabundo enano po hueón", me dijo mi primo. Habían cosas para comer, un lugar donde dormir y una "litera", todo hecho con ramas y palitos, amarrados como al estilo de una construcción scout. De curados maldadosos le rompimos todo, bajamos del cerro y había una pareja de ancianos abajo mirandonos con tremenda cara de terror, no nos dijeron nada, se fueron de inmediato. Ese día en la casa estuvo más tranquilo que de costumbre, como esa tranquilidad culpable que te achaca las ganas de hueviar y pasarla bien. Ni siquiera salimos, nos tomamos un vodka dentro de la casa. Dormíamos en la misma pieza, la que da con vista al mar, cada uno acostado en la cama de abajo de las dos literas que hay en ese dormitorio. Ese día soñé conmigo desdoblado, y era mi enemigo, me quería matar. Luego de pelearnos un buen rato comienza a ahorcarme con las dos manos y yo a él. En seguida desperté, pero me seguían ahorcando, sentía que alguien estaba sobre mi pecho en cuclillas, ahorcándome con sus dos manos. Ya llevaba unos 10 segundos despierto intentando zafarme de lo que podríamos llamarle "un fantasma verdugo", esto no era parálisis del sueño ni nada así, yo ya estaba completamente despierto, miro hacia al lado y veo a mi primo y le grito un grito ahogado de auxilio "[Nombre de mi primo] ayudaa!", el grito era tan ahogado que no tenía volúmen audible. Comencé a pegarle a la cama palmetazos y luego me sale un grito audible "[Nombre de mi primo] ayudaamee!", mi primo se incorpora en la cama, friega sus ojos y en ese momento me suelta "eso". Le digo "¿hueón no escuchaste mis gritos? Te estaba pidiendo auxilio, me estaba ahorcando algo. Mi primo queda pasmado mirando mi cuello: tenía dos manitos pequeñas marcadas a lo ancho de mi cuello, marcas que me duraron todo el verano (este viaje fue entre el 16 y 22 de diciembre).
A ese viaje a Matanzas también fue mi mejor amigo de la U de esa época, era, ya que fue como que allí nos odiaramos y nos peleamos todos los dias, tanto así que le dije que se devolviera a stgo y no nos volvimos a ver, ni hablar.
Mi tía sigue diciendome "¿ahora creí hueón? yo te dije". Aún no creo, pero este año pondré una dulcería en la puerta para probar XD