Hasta cierto punto creo que los comentarios de alguien no deberían ser causales para arruinar una carrera, pero al mismo tiempo creo que al emitir ciertos comentarios controversiales públicamente debes estar consciente que algunas personas, compañías y estudios no estarán de acuerdo con tus dichos y decidirán no asociarse contigo.
En el caso del despido de Gina Carano por parte de Disney, creo que estaban en toda la razón de deshacerse de ella, ya que al estar contratada por ellos cualquier comentario controversial publicado por Carano terminaba salpicándoles y más teniendo en cuenta que era uno de los rostros reconocibles de The Mandalorian, una serie exitosa de su nuevo servicio de streaming y parte de una propiedad muy valiosa para Disney.
Hay que destacar que Disney tuvo bastante paciencia con Gina Carano, fue recién en noviembre cuando se comunicaron con los representantes de la actriz para expresar preocupación y pedirle que bajara el tono de sus publicaciones, pero la mina siguió y Disney volvió a comunicarse con sus representantes. A fines de noviembre, después de una nueva serie de tweets controversiales, Disney se reunió con Carano y sus representantes, donde incluso su agencia de talento le pedía que parara porque no solo estaba afectando a Disney sino también a los otros actores de la serie, poniéndolos en una situación complicada. En esa reunión la mina prometió y se comprometió a detenerse con sus publicaciones en las redes sociales, además acordaron publicar un comunicado con la ayuda de Pedro Pascal.
Al final, como sabemos, la mina continuó y terminó siendo despedida. Disney puso en la balanza y determinó que Gina Carano era más problema para ellos que un aporte. Disney nunca le exigió a la actriz que no tuviera sus propias opiniones, solo que mientras estuviera asociada a ellos bajara el tono de sus comentarios y ella no lo hizo.